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19 de Mayo  2024 

El tabaco, una apuesta a futuro

No son pocos los obstáculos que tiene que sortear la producción tabacalera en Cuba, un proceso que va desde las vegas de tabaco en el campo hasta el último punto de comercialización de los demandados puros habanos


Martes 03 de Marzo de 2020 | 01:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

El mercado tabacalero hoy en el mundo es abierto y con buenos precios. Los socios que están vinculados a las empresas mixtas Habanos S.A., a Internacional Cubana del Tabaco (ICT) y a Brascuba consideran que en los últimos años los negocios marchan satisfactoriamente y creo el país ha apostado por un desarrollo y una actividad importante en el comercio del tabaco, declaró recientemente el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero.

En Cuba, explicó Rodríguez Rollero, se siembra tabaco no en todo el país, respetando un poco la cultura tabacalera, en Pinar del Río, Artemisa, en Matanzas -un desarrollo más reciente, porque no era una provincia muy plantadora de la solanácea-, y en el centro hasta Ciego de Ávila, y en Camagüey sembramos muy poco, pero se hace sobre todo en el norte.

Indudablemente en los próximos años se espera un desarrollo muy fuerte del tabaco en la región oriental, porque allí estamos haciendo inversiones en la industria del cigarro y del tabaco mecanizado y eso demanda un nivel importante de materia prima para esas industrias.

Realmente en Guantánamo y en Santiago prácticamente no se cultiva tabaco y en la perspectiva se va a concentrar en el oriente en  Las Tunas, Holguín y Granma.

Campaña contra obstáculos

Son conocidas las dificultades financieras que enfrenta Cuba, agudizadas por la persecución comercial y económica que desde Estados Unidos se teje contra todo lo que puede beneficiar a la nación, ya sean empresas suministradoras extranjeras como embarcaciones con destino hacia esta isla del Caribe. No obstante, en una desgastante carrera con obstáculos, el sector tabacalero hace malabares para salirse con la suya.

El tabaco es un rubro exportable de una gran  fortaleza a nivel de país, por lo que se han potenciado y priorizado lo más posible los recursos que tienen que ver con el desarrollo de la campaña tabacalera, así como la industria y la preindustria, que garantizan el beneficio que se le hace a la materia prima que se cosecha, dijo Justo Luis Fuentes Díaz, presidente del grupo empresarial Tabacuba.

En esta campaña que estamos desarrollando, aun con las limitaciones, en las que incide también el bloqueo estadounidense contra Cuba, las plantaciones muestran un desarrollo vegetativo favorable y se puede continuar produciendo  el tabaco que necesita la industria, tanto para los torcidos de exportación como los destinos del consumo nacional,  en los tabacos del mercado interno y la cigarrería.

Según sostuvo, “este año, pese  a las limitaciones, no se dejó de planificar  y de sembrar las hectáreas que estaban previstas en el plan. A partir del las dificultades en la entrada de fertilizantes y el desarrollo de la campaña esto pudiera tener alguna incidencia en el tema productivo y en los rendimientos, pero nunca que afecte el progreso industrial ni las exportaciones de habanos. Se espera obtener alrededor de 30 000 toneladas de la hoja”.

“Se satisface de la materia prima necesaria para mantener la industria y las exportaciones, para cumplir lo previsto en el plan de la economía del actual año”, enfatizó.

Brascuba

La fábrica de Brascuba en la Zona Especial de Desarrollo (ZED) Mariel es una gran obra, una inversión que multiplicaría la actividad productiva de la empresa mixta Brascuba, en su actual industria en Luyanó, en la capital cubana, declaró Fuentes.

Esta industria debe ponerse en marcha a finales de mayo e inicios de junio con las primeras producciones y puede llegar a producir en su momento cumbre 8 000 millones de cigarrillos anualmente, 50 % más de lo que se alcanza en la actualidad en Luyanó. Es una obra con una tecnología muy moderna, de última generación, y se  espera culminarla con todas las posibilidades de desarrollar el cigarrillo, tanto para el consumo interno como para la exportación de una parte de la producción.

“El proyecto Virginia -que debe garantizar el volumen de la hoja que requiere esta nueva industria-, avanza y estamos trabajando para sustituir ese tabaco rubio que se importa hoy de Brasil, en las vegas de Consolación del Sur, en San Luis y en Sandino, en la occidental provincia de Pinar del Río, lo que tendría un impacto directo en la sustitución de importaciones de esa materia prima”, dijo.

Esto va generando un nivel de empleo, tanto en la fase agrícola del proceso, como en la propia industria en la ZED Mariel, en la provincia de Artemisa.

Centrar el tiro

Según declaró el presidente de Tabacuba, las cuestiones fundamentales en las que están trabajando en el tema de la industria, no solo en la capital, sino en todo el país, “es torcer, pero torcer en cantidad y con mayor calidad”.

Esa es una actividad, dijo, que el grupo empresarial está potenciando a partir de un sistema de gestión de la calidad que han implantado en las diferentes empresas. “Las no conformidades y el rechazo una vez que se tuerce el tabaco y pasa para la exportación es un tema permanente y en el cual se han ido adoptando medidas organizativas y de atención a los trabajadores”.

Además, precisó el directivo, se trabaja en la formación de torcedores en los cursos que se desarrollan en las fábricas y la recuperación incluso de algunos torcedores que en años atrás habían dejado las fábricas.

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