Martes
30 de Abril  2024 

Taller Forjaluz: donde el metal cobra formas insospechadas

Del Taller Forjaluz, de la provincia de Sancti Spíritus, salen los más increíbles objetos decorativos para todos los espacios hogareños


Viernes 17 de Octubre de 2014 | 12:00:00 AM 

Autor

Yainerys Ávila Santos

En sus inicios en 2002, solo elaboraban lámparas emplomadas y faroles; casi 12 años después, del Taller Forjaluz, de la provincia de Sancti Spíritus, salen los más increíbles objetos decorativos para todos los espacios hogareños o institucionales.

Ingenio, destreza y mucha creatividad son los componentes esenciales de un proyecto que bajo la conjunción de arte y tradición moldea los metales y los combina con la madera, la cerámica o las artes plásticas, a fin de confeccionar, además, muebles para habitaciones interiores, exteriores y jardines.

El Museo de Arte Colonial, de la ciudad espirituana, donde este grupo confeccionó las réplicas de más de 50 % de sus luminarias originales, el Café Teatro del Teatro Principal o la Plaza Mayor de Trinidad, son algunos de los sitios en los que estos creadores han dejado su impronta.

Al decir de José Antonio García Echemendía, gestor principal de Forjaluz, aunque al principio eran solo una docena de jóvenes -muchos sin tradición artesanal-, el colectivo ha incorporado una amplia gama de oficios que les permitió crear diversas áreas de trabajo: la de herrería, la de hojalatería, un espacio para conformar el producto, la de pintura y la del esmerilado, por ejemplo.

Más allá de la inestabilidad en la materia prima que afecta el incremento de las producciones, García Echemendía precisó que hoy el taller tiene entre sus opciones más demandadas los faroles y los muebles, ofertados al Ministerio del Turismo, centros del comercio y la gatronomía,  y a  clientes particulares.  

Adscrito a la filial espirituana del Fondo Cubano de Bienes Culturales, Forjaluz incursiona en una modalidad de intervención denominada "Llave en mano", término acuñado para referirse al diseño, realización y montaje total de un local y que ya el grupo ha probado con suerte en el Restaurante Polinesio y el Coopelia, ambos de Cienfuegos.

Para la arquitecta Vivian Marrero González, su diseñadora principal, este es un proceso muy complejo que implica satisfacer los exigentes requerimientos del cliente, a la vez que les permite desplegar toda su imaginación y habilidades para lograr trabajos exclusivos.

Y es que quien observe hoy las múltiples lámparas o faroles, los juegos de salas o de estar, los sillones o las jardineras fabricadas a mano y con las herramientas con que se trabajaba tradicionalmente la herrería, apreciará a su vez el sello de reconocidos artistas del territorio que realzan los valores de cada pieza.

Pero -según reconocen varios de sus integrantes-,  el proyecto deviene también  escuela para aquellos que se inician en estas labores pues los aprendices conocen otros oficios y perfeccionan sus dotes con la guía de diestros artesanos como Iván López, quien llegó como técnico de construcción en metales y en estos momentos está al frente de una de las áreas más importantes.

Recientemente adquirieron un local, ubicado en las afueras de la capital provincial, el cual unido a uno más pequeño ubicado muy cerca del Parque Serafín Sánchez, les permite ampliar las ofertas y facilitar cursos a alumnos de la Escuela Especial Alberto Delgado, como complemento de su formación.

Sin embargo, sus gestores sueñan con planes más ambiciosos, que incluyen una tienda galería y la posibilidad de brindar otros cursos. (AIN)

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