Autor: Modesto Gutiérrez Cabo/ACN Publicado: 21/06/2021 | 09:28 pm
Simpatía no es un lugar simpático que digamos. Pegado a una zona cenagosa y poblado de monte virgen, forma parte de la geografía del municipio de Abreu, en la provincia de Cienfuegos.
Sin embargo ahora en ese predio se produce el mejor carbón exportable del territorio cienfueguero.
Una nube de polvillo y humo envuelve el entorno donde los carboneros producen la hulla. Por un lado hay algunos hornos, aún con el costillar de madera expuesto, a la espera de su vestimenta de hierba, arena y tierra; mientras otros, ya arropados con esas prendas, arden pausadamente, y como volcán activo lanzan su aliento de humo negro.
El oficio 299
Para Agustín Filgueiras Díaz, jefe de la Unidad Básica Forestal de Simpatía, el oficio del carbonero clasifica en el lugar 299, entre los 300 más difíciles del mundo.
No obstante, él se identifica como hijo de carbonero, y de hecho carbonero hasta su raíz, porque el padre crió con ese trabajo a 13 hijos, cuando solo percibían un salario de miseria, antes del triunfo de la Revolución.
Quien sabe tanto de este mineral natural es un genuino defensor de la calidad.
Filgueiras Díaz explicó: "El carbón para clasificar como rubro comercial debe cumplir con varios indicadores, entre estos el tamaño, de cuatro a 25 centímetros de largo, tener color canelo, sin humedad y no producir chispas".
Precisó que las faenas en este tipo de actividad forestal no culminan en las ocho horas laborales, porque debe talar la madera, armar el horno, velar día y noche, y finalmente extraer la hulla, por lo cual resulta un trabajo muy abnegado aunque bien remunerado.
Allí, los 26 obreros de la brigada deben aportar unos mil 600 sacos en el mes con destino a la exportación, y otros 300 para uso en cocinas de organismos estatales.
"Hasta dos mil pesos en moneda nacional y un gran porcentaje en divisa puede recibir el carbonero, apuntó Filgueiras Díaz
Y es que en esa ocupación cumplen con el Lineamiento 171 de la Política Económica y Social del Partido Comunista de Cuba, referente al incremento del salario de forma gradual, dirigidos a las actividades con resultados más eficientes, y a la labor de aquellos trabajadores que aportan beneficios de particular impacto económico y social.
El dirigente administrativo señaló, además, que aunque producir carbón sigue siendo una tarea difícil, ahora son otras las condiciones de trabajo, y mencionó los medios de protección y equipamientos para realizar la jornada.
Varias cabañas de mampostería, pintadas de azul y techo de guano fueron acondicionadas para mejorar la estancia de los carboneros, que deben permanecer en vigilia de sus hornos durante la quema lenta de esas pequeñas pirámides.
Daniel Martínez Cedeño es uno de los más productivos dentro del colectivo y con gran experiencia en el manejo de los hornillos, porque -según afirma- solo un descuido y se quema, con la consiguiente pérdida de la materia prima.
Fuego que arde al revés
Contrario a lo que se piensa el horno arde al revés, desde arriba hacia abajo, y en ese tiempo los cuidadores del arsenal le pinchan con una púa para abrirle boquete o respiradero.
Si comienza a "volarse", es decir a encenderse, corren a auxiliarle para sofocar el fuego intempestivo, que puede arruinar las ganancias de un mes.
Alguien con nombre de escritor como el trabajador Enrique Núñez Rodríguez, cuenta que allá en la "tumba de monte" cortan variedades buenas al estilo del soplillo, eucalipto, marabú, aunque las mejores maderas son el júcaro y la llana.
Por su parte, Alexis Zamora Prieto, quien nació y se crió en el monte, considera que el corte con motosierra o hacha requiere de mucha voluntad, porque en la ciénaga, donde acopian la madera, resulta constante el azote de los mosquitos y jejenes.
En medio de este panorama, la producción carbonera en la centro-sureña provincia de Cienfue-gos deviene una de las más eficientes del sector agrícola, con impacto económico y social, al generar entradas sólidas de divisa al país.
Roberto Noa Justafré, director adjunto de la Empresa Forestal Integral, declaró que en el transcurso del actual año ya igualaron el volumen alcanzado en todo el 2011.
Abundó que a ese ritmo, las 10 brigadas del territorio podrán fabricar 1 250 toneladas de turba, con ventas equivalentes a 375 000 dólares en el mercado europeo y latinoamericano.
Es así como hoy en día el carbón se convierte en un filón con destellos económicos progresivos, y que puede brillar aún, más allá de las fronteras. (AIN)