Perseverancia y esfuerzo son la clave del avance que muestra el pequeño colectivo de la Ostionera El Mazo, al cual se sumará Aserradero, para recuperar ese recurso pesquero y obtener ejemplares aptos para la comercialización. Autor: Miguel Rubiera Justiz Publicado: 21/06/2021 | 09:25 pm
A punto de cerrarse estuvo la Ostionera de El Mazo, en el municipio de Guamá en la provincia de Santiago de Cuba, por la depauperación que sufrió con la llegada del período especial, pero hoy va camino de su reamimación.
Baste señalar que en 1990 su entrega era de 23,8 toneladas.
Actualmente el panorama es bien diferente pues se habla de sobrepasar este año las 13 toneladas previstas y duplicar esa cifra en el próximo, a partir de la incorporación de útiles de pesca, medios de transporte y mejoras en las áreas de procesamiento.
Ubicada en el litoral sur que bordea la Sierra Maestra, en el Consejo Popular de Bahía Larga, cuenta con 12 trabajadores, de ellos cinco mujeres, quienes participan desde el sembrado hasta el envasado para su posterior comercialización en el turismo y la gastronomía.
Con 35 años de funcionamiento, hasta ahora es la única en Santiago de Cuba dedicada a ese renglón.
Raúl Rivera, jefe de brigada, destacó los beneficios recibidos como la madera, destinada a la construcción de líneas (varas) en la bahía para amarrar o "sembrar" los colectores.
Especies como jutía, guayraje y raja suave, resistentes a la humedad, son las requeridas y de su suministro se encargan ahora cooperativas aledañas, en particular la CPA 26 de Julio, de El Francés.
Además, se incrementó la producción de colectores (conchas en un marco de alambres), donde el molusco se adhiere en las épocas de desove: abril, septiembre y octubre.
Gonzalo Quintana, con 16 años de experiencias en el cultivo de ostiones, vive enamorado de ese oficio pues, asegura, es una actividad noble que demanda mucha dedicación para lograr mayores rendimientos.
Manuel Fariñas, director de la Unidad Empresarial de Base Punta Gorda de Santiago de Cuba, perteneciente a la Empresa Pesquera Industrial de Niquero (EPINIQ), destacó que como parte del proyecto de crecimiento de la actividad ostionera se construye la nueva área de producción.
"Esa, precisó, se encuentra en la bahía de Aserradero, con el propio municipio de Guamá, y su explotación debe comenzar a finales de año, a la vez que se estudian otras zonas en la costa sur para el desarrollo del molusco.
"Todo ello, precisó, creará condiciones favorables con el propósito de superar en 2014 las 52 toneladas, récord establecido en 1987, dando así respuesta a los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba".
De mucha paciencia y destreza requiere esa labor para asegurar la multiplicación de la especie.
Primero, se demandan las líneas de fijación alrededor de la bahía y la colocación de colectores donde las larvas estarán tres meses, siempre manteniendo el tratamiento cultural como limpieza y eliminación de sedimentos para que puedan alimentarse y sobrevivir adecuadamente.
Luego, se trasladan para la línea de ceba en el centro de la bahía por espacio de tres meses más, y más tarde son llevados al salón de proceso.
Perseverancia y esfuerzo son la clave del avance que muestra el pequeño colectivo de El Mazo, al cual se sumará Aserradero, para recuperar ese recurso pesquero y obtener ejemplares aptos para la comercialización. (AIN)