El empleo de nuevas formas organizativas y de dirección de las fuerzas constructoras, junto al uso de la más avanzada tecnología en la edificación de instalaciones turísticas en Varadero, respaldan hoy la confianza de los hombres y mujeres que ejecutan el hotel Playa Laguna de erigirlo en 25 meses.
Este hotel, que pertenecerá al Grupo Gaviota, se levanta desde febrero de 2007 a un costo planificado de 78 millones de dólares, por constructores cubanos de la Asociación Económica Arcos BB Internacional, conformada por la firma BBI y Arcos de Varadero, del Ministerio de la Construcción (MICONS).
Emplean tecnología tradicional, con muros de bloques de hormigón y muros fundidos in situ, mediante moldes metálicos, técnica de nueva aplicación en el país; así como tabiquería ligera tanto en el cierre de pasillos como en baños, entre otras.
La construcción se realiza por fast track o vía rápida, que permite emprenderla por objetos sin esperar a la realización final de todos los entes del proyecto. Planos y edificación marchan a la par.
Contará con 814 habitaciones, de estas 24 suites y ocho para minusválidos, explicó el ingeniero Joel Mena Benítez, jefe adjunto al Departamento de estructura de la obra.
Está al 60 % de ejecución general, tiene 38 000 m2 de construcción en unas 13 hectáreas. La obra está compuesta por diez módulos habitacionales, de ellos dos de cinco niveles, cuatro de cuatro niveles y otros cuatro de tres niveles, los cuales dispondrán de un sistema climatizado centralizado.
Playa Laguna será un hotel Cinco Estrella, destinado a un turismo altamente exigente, que tendrá un edificio principal donde se ubican todos los servicios; una obra semi compacta que dispondrá de cuatro restaurantes de especialidades, un ranchón playa, baby club, teatro, sala de fiesta, dos snacks bar y tres piscinas.
Se levanta en la llamada zona Laguna del Mangón, cerca del extremo de la península de Hicacos, y forma parte de un complejo de tres hoteles: Las Salinas, de 1 044 habitaciones, concluido en octubre último por el Grupo Empresarial de la Construcción (GEC), de Varadero, y el hotel Laguna de más de 1 100 habitaciones, previsto para iniciar su edificación también por este grupo, próximamente.
Mena Benítez dijo a ingenieros y arquitectos de todo el país que visitaron recientemente la obra como parte de las sesiones del VI Congreso de la UNAIC, que también se aplicaron avanzados medios técnicos en la creación de la base del edificio principal, así como cimentación en balsa en los bloques habitacionales, con el fin de lograr mayor garantía constructiva ante posibles problemas de asentamiento, dado que la edificación se realiza en la zona de una antigua laguna.
Aseguró que hay plena satisfacción del cliente, tanto de las obras entregadas como de esta; “porque mantenemos una estrecha relación con los inversionistas, personas muy exigentes, que saben valorar la calidad y eficiencia del trabajo de nuestros constructores en un proyecto muy bien desarrollado”.
En este polo turístico -uno de los principales de la Isla y actualmente con unas 16 000 habitaciones en servicio donde se aloja el 40 % de los más de dos millones de vacacionistas que recibe el país en sus hoteles-, durante el pasado año también remodelaron otras 259 habitaciones en los hoteles Rius Turquesa, Cuatro Palmas, Brisas del Caribe, Villa Cuba y Mar del Sur.
El municipio Varadero dispone hasta la fecha de medio centenar de hoteles, todos propiedad de Cuba, administrados por reconocidas cadenas de países como Francia y España, aunque este balneario ha recibido en un día hasta 40 000 visitantes que unido a los 25 000 habitantes del municipio, imponen al desarrollo perspectivo del polo la ejecución de nuevos proyectos extrahoteleros y de servicios en general para satisfacer tan alta demanda.
Según directivos del Grupo Empresarial de la Construcción de Varadero (GECV), principal fuerza que erige los nuevos hoteles del balneario, disponen de transferencia de tecnologías constructivas internacionales de alto nivel, y de constructores, ingenieros y arquitectos de todo el país, fundamentalmente de las provincias orientales y centrales, entre ellos los llamados Maestros de la Construcción (movimiento nuevo en Cuba), seleccionados entre los más experimentados y productivos trabajadores, quienes además de “hacer lo que haya que hacer”, trasmiten sus conocimientos y habilidades a los más jóvenes.
Este grupo ha ejecutado obras con elevados valores arquitectónicos y de ingeniería, que demuestran la calidad y capacidad de los constructores cubanos.