El testimonio oral llega con dos versiones opuestas. Una afirma que los ganaderos aprovechaban la corta distancia entre ambas orillas para cruzar los caballos, otra, quizá tan incierta como la anterior que desconoce las fuertes corrientes de sotavento, refiere de un supuesto inmigrante japonés que presumía de poseer las mejores condiciones de apneas del territorio, quien en una de sus espectaculares inmersiones enloqueció, al visualizar en las profundidades a un enorme caballito de mar.
Pero ni una ni otra resiste la indagación científica, donde el toponímico de esa zona figura desde los primeros mapas concebidos.
Ambas historias están impregnadas de toda la mística popular, pero lo incuestionable es que ese sitio de paisaje paradisíaco cede su nombre desde 31 años atrás al hotel Islazul Pasacaballos, institución emblemática del turismo en la región.
REAPERTURA
Luego de dos años al servicio de la Operación Milagro que implicó en todo el país a más de una treintena de instalaciones de su tipo, y tarea en la cual sobresalió por el humanismo y excelencia en el trato, Pasacaballos reabre con su objetivo original de hospedería.
Del hotel-hospital-escuela quedará su contribución estratégica en el objetivo integracionista del ALBA, que posibilitó en ese breve lapso la atención oftalmológica en la provincia de más de 10 800 pacientes de 12 naciones latinoamericanas.
MAYORES PRETENSIONES
Con 188 habitaciones y categoría tres estrellas, el personal que opera en la instalación, asume ahora un proyecto integral más abarcador para elevar aún más el estándar de calidad y con la intención de relacionarla con actividades acuáticas, en correspondencia con el entorno marinero que ocupa.
De ahí el propósito de una oferta a la carta en el restaurante El Ranchón, en el área de la piscina, con especialidades de mariscos, con brochetas de pescado como plato distintivo.
Pero el servicio gastronómico tiene su mayor fortaleza en el restaurante El Paisaje -para más de 150 comensales- con servicio buffet de comida internacional y una vista predominante sobre la bahía que justifica su nombre.
En sus seis pisos, se distribuyen una decena de habitaciones sencillas, ocho especiales, 29 triples y el resto dobles, con televisión por cable, algunas con minibar, y otras facilidades complementarias como aparcamiento privado, bar, cafetería, sala de fiesta, oficina de correos, piscina, sala de esparcimiento, servicios médicos y telefonía nacional e internacional, a las que esperan agregar salón de belleza y gimnasio.
Y del conjunto se particulariza la habitación 501, donde una placa significa que fue en la que hizo estancia el Presidente Fidel Castro en la fecha inaugural, el 18 de julio de 1976.
MUCHO MEJOR
A la instalación -a una veintena de kilómetros de la ciudad de Cienfuegos- la distinguen tanto su favorable entorno justo a la misma entrada de la bahía de Cienfuegos -Jagua-, como la calidad del servicio, en manos de profesionales, que se avala con un diseño de gestión para implementar la norma ISO 9000.
A ello suman un alto valor humano, probado en los dos últimos años en que atendieron con el mayor esmero a pacientes latinoamericanos, en las fases pre y post operatoria, como complemento del Centro Oftalmológico del Hospital Universitario Dr. Gustavo Aldereguía Lima. Esa misión -según el criterio generalizado de sus directivos- les hizo mejor humanamente, y reduplica su leyenda.
Con 31 años de servicios, Islazul Pasacaballos mantiene y mejora la infraestructura mobiliaria, constructiva y de sus medios, para la demanda fundamentalmente del segmento empresarial ante el desarrollo que se opera en el territorio, con inversiones que reaniman el patrimonio industrial y portuario, con lo cual se liberan capacidades en otra instalaciones de esa cadena en la zona.
