Ante la sensación colectiva de que esta crisis lo cambia todo o, al menos, plantea la necesidad de una reconfiguración global, el gran desafío es cómo construir una sociedad mundial postneoliberal, capaz de enfrentar las crisis futuras con la mirada puesta en el ser humano
Hace más de un año, quizá la peor crisis económica padecida por el sistema capitalista recorre el mundo con una intensidad y crudeza tal que ha removido los propios cimientos del Consenso de Washington y sus dogmas neoliberales, a la vez que ha desgastado aún más la credibilidad de las principales instituciones internacionales, las cuales en repetidas ocasiones han visto hacerse añicos sus pronósticos que intentan llamar a la calma.