Autor: ZEDM Publicado: 21/06/2021 | 09:46 pm
En medio de las limitaciones y gracias al esfuerzo de nuestro pueblo, se estima que la economía cubana no decrecerá en 2019, lo cual constituye una prueba de la capacidad de resistencia y de las reservas internas.
Se prevé que en el nuevo año el Producto Interno Bruto del país crezca –a precios constantes– en torno a 1 %, coincidente con lo proyectado para la primera etapa del Plan de Desarrollo hasta 2030.
Ante los diputados a la Asamblea Nacional del Popular Popular (ANPP), Alejandro Gil Fernández, titular de Economía y Planificación, aseveró que ese objetivo se alcanza sin incrementar el endeudamiento externo del país, en tanto se requiere de un gran esfuerzo, disciplina y búsqueda de alternativas.
Durante una de las jornadas del IV Período Ordinario de Sesiones del parlamento en su IX Legislatura, el Ministro apuntó que para Cuba el año ha estado marcado por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos (EE.UU.), cuyo Gobierno se ha propuesto asfixiar a la Mayor de las Antillas.
Igualmente aseguró que aún cuando no se alcanzan todas las metas previstas, se han logrado mantener importantes niveles de actividad para la economía tras explicar que concluido el año, y cuando se disponga de la información final de los resultados de los principales indicadores económicos, se comunicará cómo fue el comportamiento del PIB y de los diferentes sectores.
En su intervención se refirió a los resultados económicos del año 2019 y la propuesta del Plan de la Economía para el 2020. “El crecimiento económico hay que alcanzarlo por la vía del aumento de los ingresos”, insistió el Ministro.
Se priorizó además el análisis de las potencialidades y reservas en función de incrementar las exportaciones de bienes y servicios y aumentar los ganancias, que se asignarán con prioridad a la compra de alimentos, combustibles, fertilizantes y plaguicidas para la producción nacional; el pago de deudas que garanticen retomar nuevos créditos y priorizar los financiamientos para la industria nacional con la estrategia de no importar lo que se pueda fabricar eficientemente en el país.
La conformación de dicho Plan tiene entre sus premisas incrementar y diversificar las exportaciones, elevar la eficiencia en el proceso inversionista, acentuar las medidas de ahorro, sustituir importaciones, fundamentalmente las dirigidas a satisfacer las demandas del turismo; lograr un encadenamiento productivo con la inversión extranjera; asegurar el cumplimiento de los ingresos en divisas y de la circulación mercantil minorista.
Indicadores principales
Al evaluar los principales indicadores de la economía cubana, Gil Fernández aludió al crecimiento de las exportaciones en 3,7 % y se destacan actividades como el turismo, telecomunicaciones, producción de níquel, tabaco, azúcar, ron, miel, carbón vegetal; así como productos biofarmacéuticos, del mar, y de la minería, entre otras.
En el turismo, a pesar del recrudecimiento del bloqueo, se planifica el arribo de 4,5 millones de visitantes, para un crecimiento de 4,7 % (una de las estrategias apunta a la disminución del componente importado en este sector potenciando una mayor participación de la industria nacional).
Detalló que como parte de las medidas para impulsar la economía, se aprobó el otorgamiento de financiamientos con respaldo de liquidez a productores nacionales con destino al turismo y la exportación, así como el pago con liquidez a las producciones que tributen, directamente, a la sustitución de importaciones.
En cuanto a otros renglones, se prevé exportar 860 000 toneladas de azúcar y 53 000 toneladas de níquel, se incrementa la comercialización de tabaco por unos 300 millones de dólares; y también hay crecimientos en otros como en las telecomunicaciones. Un elemento negativo es que no se identifican aumentos significativos en nuevos productos exportables.
Se refirió a las medidas aprobadas en el transcurso de este año para impulsar la economía, entre las que destacan el incremento salarial al sector presupuestado, que ha beneficiado a más de 1 400 000 trabajadores y elevado el salario medio en ese segmento de 667 a 1 067 pesos.
Enumeró además el inicio de las ventas en divisa para enfrentar la salida de divisas frescas del país y las 28 medidas aprobadas para fortalecer la empresa estatal socialista, entre otras que se continuarán implementando.
Para el nuevo año
El Ministro señaló que para la elaboración del Plan de la Economía del 2020 se tuvo en cuenta el cumplimento de las directivas aprobadas por el Gobierno, entre las que destacan ajustarse a los recursos disponibles y no incrementar la espiral de endeudamiento, no deteriorar la relación del saldo final de las cuentas por cobrar en el exterior y asegurar el equilibrio monetario interno.
El Titular explicó que se trabajó sin directivas específicas, con el objetivo de no limitar el análisis con los trabajadores y se priorizará, a partir de los ingresos en divisas, la compra de alimentos, combustibles, fertilizantes y plaguicidas, el pago de deudas que en lo fundamental garanticen retomar nuevos créditos, y el financiamiento para la industria nacional.
Al comentar sobre el plan de importaciones para 2020, dijo que se respaldan importantes niveles de actividad, tanto para el consumo como para la inversión.
El Plan de la Economía proyecta asignar a la industria y a la agricultura unos 240 millones de dólares más que en 2019, con impacto en la sustitución de importaciones y en el incremento de la circulación mercantil minorista.
La actividad en la Zona Especial de Desarrollo Mariel abre otra oportunidad al sector empresarial, al aprobarse que retenga 50 % de la liquidez de los productos y servicios que comercialicen a las entidades ubicadas en el estratégico enclave, que cuenta ya con 50 negocios aprobados, con un monto de inversión comprometido que supera los 2 600 millones de dólares, y generan más de 7 400 empleos.
Destacó que comienzan a aparecer vías para adquirir divisas y que las entidades no tengan que esperar por la asignación centralizada; estas medidas son pasos en la dirección de avanzar hacia una conducción de la economía más financiera y menos administrativa.
También se seguirá desarrollando e incentivando la inversión extranjera, priorizando las exportaciones y los encadenamientos con la industria nacional. “Se da continuidad a los negocios ya establecidos y se evalúan más de 50 nuevos proyectos”, puntualizó.
Las inversiones en general alcanzan el valor total de 12 000 millones de pesos, lo cual representa un crecimiento de 19 %, e implica que aún en medio de las restricciones no renunciamos al desarrollo.
Se respaldan por los balances materiales, la construcción y montaje de los siguientes programas priorizados: desarrollo turístico, con la creación de 4 000 nuevas capacidades hoteleras; vivienda (se prevé la terminación de 15 000 por la vía estatal); la totalidad de la inversión extranjera en operaciones; las inversiones de continuidad que tributen al incremento de exportaciones y su valor agregado y las de continuidad en energías renovables y producción de alimentos.
Además se incluyen la ampliación de capacidades para la producción de alimentos y otras inversiones sociales, de infraestructura, hidráulicas, en la ZED Mariel, y de vialidad, entre otras.
Gil Fernández añadió que para el próximo año, con los niveles de actividad planificados, se proyecta que el empleo aumente un 0,7 %, alcanzando los 4 545 200 ocupados, de estos 68 % en el sector estatal y 32 % en el no estatal.
El salario medio alcanzará los 989 pesos, superior en 112 pesos al de 2019, y en 222 pesos al de 2018; mientras que la productividad del trabajo debe alcanzar 12 766 pesos creciendo 0,6 %.