Jueves
25 de Abril  2024 

Cuba aplica la ciencia en el desarrollo de los granos

Cientos de personas aportan conocimientos y experiencias en esa tarea


Martes 29 de Marzo de 2016 | 12:00:00 AM 

Autor

Mediante la aplicación de la ciencia, Cuba impulsa el desarrollo integral de los granos para contribuir a la satisfacción de la alimentación humana y animal.

El  Banco de Germoplasma del Instituto de Investigaciones de Granos (II Granos) tiene más de 2 500 variedades o líneas mejoradas provenientes de 42 países y de centros de investigación.

Única de su tipo en el país, II Granos, ubicada en Bauta, municipio de Artemisa, es una entidad de ciencia, tecnología e innovación integrada a la producción como so­porte científico técnico de la cadena de valor de granos. Cuenta en su sede con alrededor de 200 trabajadores y dispone, además, de estaciones en Sancti Spíritus, Ca­ma­güey y Granma.

Acumula más de dos décadas de incesante labor, fundamentalmente  en  el desarrollo del arroz, y en los últimos tiempos amplió su diapasón e incluye el frijol, el maíz, la soya y el sorgo.

El Banco de Germoplasma permite tener  una amplia base genética para los cruzamientos, según los objetivos de mejoramiento genético, declaró Violeta Puldón,  directora de Investigaciones.

Dijo que se han liberado alrededor de 50 variedades para el programa arrocero; no todas han llegado a ser comerciales, algunas se han utilizado como progenitoras.

Cuando se obtiene una variedad por mejoramiento genético se hace una descripción desde diferentes puntos de vista, teniendo en cuenta caracteres morfológicos, agronómicos e industriales.

A nivel de  laboratorio se determina la cristalinidad del grano, lo cual influye en la cocción de la variedad, entre otros aspectos. Este análisis permite establecer qué variedades son más factibles para la industria, ya que a mayor grado de cristalinidad, mayor es la resistencia, evitándose partiduras.

También se estudia toda la parte física de las variedades que se liberan de mejoramiento genético y son de interés para la producción, así como las dimensiones del grano (midiéndose largo, ancho y espesor), el grado de envejecimiento que necesita este para obtener la mayor cantidad de granos enteros. Después se llevan a cabo los análisis industriales, donde se determina la calidad de esa variedad de arroz.

Una de las prioridades del II Granos es fomentar el impacto de sus resultados en la provincia de Artemisa. Se dan pasos en el extensionismo con la Empresa de Producción de Semillas, se atiende  a la Empresa Agroindustrial de Granos de un  municipio y se dan  capacitaciones y asesorías técnicas a los cooperativistas.

Además, el Instituto ha servido de enlace con otros vinculados a la producción agrícola, como el Instituto Nacional de Investigación de Viandas Tro­picales, con el que prueba  nuevos clones de boniato y yuca, variedades de pepino y calabaza, y capacita a los productores.

Nuevos proyectos

El II Granos produce semilla original, básica, y registrada. Este año tiene en plan alrededor de siete, diez, y cuatro variedades de cada tipo, respectivamente; y producirá aproximadamente 20 y 30 toneladas de las dos últimas, que son las que se comercia­lizan.

En estos momentos trabaja en 25 proyectos nacionales (relacionados fundamentalmente con la producción de semillas, la protección fitosanitaria, el manejo agronómico del cultivo y la poscosecha) y alrededor de cinco internacionales (tres liderados por el centro y dos por otros institutos).

Concluyó recientemente un programa de colaboración de arroz Cuba–Vietnam, li­derado por el Grupo Agroindustrial de Gra­nos, que incluía cinco subproyectos (tres dirigidos a la producción de arroz, uno a la de semillas, y otro a crear capacidades en el instituto y la transferencia de tecnologías). Aho­ra se elabora un nuevo proyecto con ese país, que va a centrar su actividad en la capacitación y la extensión agraria.

Apoyo a Cuba para fomentar los cultivos de maíz y leguminosas (soya, maní y frijol negro), es otra de las tareas en las que está enfrascados con esa nación vietnamita. Se desarrolla en Mayabeque y Matanzas, se extenderá hasta el 2017, e implica un alto por ciento de capacitación y transferencia de tecnologías.

También dedica esfuerzos al Proyecto de extensionismo y difusión de tecnologías para la producción de semilla certificada de arroz en la zona central de Cuba, conocido como Ditesa, y desarrollado con Japón. Este incluye a cinco áreas demostrativas de la referida región y concluye entre abril y mayo de la presente contienda.

Ahora comienza un proyecto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), de in­tensificación de la producción de granos básicos biofortificados con tolerancia al cambio climático. (Fuente: Periódico Granma)

Comparte esta noticia