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Combustible ecológico con etiqueta cubana

Ubicada en la oriental provincia de Guantánamo, la instalación que lo produce utiliza como materia prima la semilla de la planta conocida popularmente como Piñón botija


Jueves 16 de Agosto de 2012 | 12:00:00 AM 

Autor

Juan Pablo Carreras

La primera planta del país para producir combustible orgánico, a partir del aceite de la semilla de la Jatropha curcas, entró recientemente en funcionamiento en Guantánamo, provincia ubicada en el extremo más oriental de la Isla.

Construida en instalaciones del antiguo central Paraguay, al Sur de la ciudad cabecera provincial, la industria, con capacidad productiva de más de 100 toneladas por año, es resultado del proyecto Biomás-Cuba y del apoyo de la Agencia Suiza de Cooperación al Desarrollo (Cosude).

Una parte de los primeros 400 litros producidos, mezclados 70 % con diesel mineral, fueron utilizados en un tractor vinculado a labores agrícolas y en un vehículo rural marca Toyota, que -tras una semana de prueba-, se desplaza con eficiencia mayor  a la habitual debido a las propiedades lubricantes del biodiesel de Jatropha curcas.

El combustible obtenido de la planta deviene mucho más económico que los tradicionales, debido a que su cultivo es factible en áreas de escaso o ningún valor agrícola, y por cada tonelada incorporada evita la emisión a la atmósfera de 250 toneladas de dióxido de carbono.

Entre las ventajas de la iniciativa cubana figura la de emplear este arbusto tóxico, a diferencia de aceites vegetales de consumo humano, como los de girasol o soja, utilizados en varios países para producir combustibles.

Oriunda de América Central, la Jatropha curcas fue introducida en Asia y África por comerciantes portugueses, y su aceite no comestible puede ser empleado en la fabricación de jabones, fertilizantes y varios productos ecológicos logrados en diferentes etapas de su proceso productivo.

La Jatropha curcas, conocida también como Piñón Botija, es un arbusto pequeño que puede alcanzar entre cuatro y seis metros de altura y su fruto se asemeja a una nuez, que en su interior tiene de cuatro a cinco granos de color negro, similares al maní.

En Cuba se tienen referencias de su uso entre el campesinado, que lo ha utilizado como antiparasitario intestinal y para bajar la fiebre, siempre que se consuma en pequeñas dosis debido a sus propiedades venenosas.

El látex de la planta exhibe propiedades antibióticas contra algunas bacterias, además de efectos coagulantes, y se aplica como antiséptico directamente en heridas, sarpullidos, quemaduras e infecciones de la piel.

Esta especie, además de mejorar los suelos al intercalarse entre otros cultivos, es capaz de resistir en alto grado la sequía, por lo que se valora su empleo en las zonas desertificadas al Sur de la región oriental de la nación. (AIN)

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