Jueves
28 de Marzo  2024 

Matanzas celebró su cumpleaños 313

Cantada por poetas y poesía ella misma, la ciudad de Matanzas, conocida con el título de Atenas de Cuba, renueva su centro histórico y otras joyas arquitectónicas coloniales a tono con su cumpleaños 313


Viernes 13 de Octubre de 2006 | 12:00:00 AM 

Autor

Wilfredo Alayón

Fundada el 12 de octubre de 1693 a la vera de una bahía, debe su nombre a un naufragio provocado por aborígenes de la zona, quienes hundieron sus botes cuando trasladaban a un grupo de soldados colonizadores españoles.

Los orígenes se deben a la política oficial de España en esa época, de proteger los intereses que en torno a la citada rada de la costa norte de Cuba se habían conformado y que originó a San Carlos y San Severino de Matanzas.

Testigo excepcional de esos inicios es el Castillo de San Severino, fortaleza levantada sobre una suave colina, que después de un arduo proceso de restauración alberga en la actualidad al Museo cubano de la Ruta del Esclavo.

Con la población dispersa en el lugar y 36 familias traídas expresamente desde Islas Canarias, surgió Matanzas sobre una base económica muy débil.

No es hasta un siglo después que la aldea comienza a transformarse en una urbe de vital importancia, dentro del crecimiento de la mayor de las Antillas.

Varios sucesos internacionales y las condiciones internas propiciaron el nacimiento de la plantación esclavista cubana, que tendría en Matanzas durante el siglo XIX un centro trascendental.

DESPEGUE, ESPLENDOR, APOGEO

Historiadores y especialistas coinciden en enmarcar una etapa de despegue entre 1793 y 1817, una primera fase de esplendor (1818-1839), para alcanzar en el período 1840-1868 el apogeo.

Por esos años el territorio de Matanzas, cabecera de la provincia homónima, recibió una fuerte inyección en su población con el arribo de numerosas dotaciones de esclavos procedentes de Africa.

Estos hijos del llamado “continente negro” tuvieron una gran influencia en la cultura en general, tanto en las manifestaciones musicales y danzarias, como la oralidad, las tradiciones y la gastronomía.

De esa época es la edificación del emblemático Teatro Sauto, Monumento Nacional, catalogado como el de mejor acústica de la nación y donde actuaron figuras como Anna Pavlova, Sarah Bernhardt y Adelina Patti.

Con el inicio de las guerras independentistas en la centuria decimonónica, Matanzas atravesó primero un estancamiento y posteriormente sufrió una decadencia general, acentuada con el nacimiento de la República en 1902.

No es hasta el triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959 que en Matanzas, como en el resto de la nación caribeña, se produce una sacudida cuyo objetivo central sería encauzar el país hacia estadios superiores.

VARIOS SOBRENOMBRES

Desde el siglo XIX hasta nuestros días, la cultura se convirtió en sello que identificó a Matanzas, la cual comenzó a llamarse la Florencia Cubana, hasta que en 1860 ganó el apelativo, aún mantenido, de “Atenas de Cuba”.

Su peculiar geografía, atravesada por tres corrientes fluviales, Yumurí, San Juan y Canímar, provocó el apodo de la “Ciudad de los Ríos”.

Esta característica motivó la necesidad de edificar puentes para comunicar las barriadas, por lo que la municipalidad matancera recibió otro bautizo: “Ciudad de los Puentes”.

Tres de estas pasaderas son verdaderas joyas arquitectónicas como el de la Concordia, inaugurado en 1878; Calixto García, construido en 1896 por una empresa belga y el General Sánchez Figueras, abierto en 1916. (AIN)

Comparte esta noticia