Al sustentar las primeras acciones hubo prioridad y consenso acerca del interés por aprovechar cualidades distintivas del hotel como su ubicación en una de las mejores zonas de la playa Santa María del Mar, y también la proximidad a la capital cubana, a unos 20 kilómetros hacia el Este.

En opinión de Antonio Aguilar García, director general, esa es la principal potencialidad que ha visto Hoteles C y hacia esa arista orienta la comercialización. “Un hotel de playa cerca de La Habana es una ventaja que no tiene ningún otro polo turístico del país”, afirmó.

Tales peculiaridades son destacadas dentro de los paquetes creados para los turistas y que ofrecen servicios de gratuitos de transporte, con dos frecuencias diarias en ómnibus que salen desde el hotel hacia La Habana y garantizan el correspondiente retorno.

Según el director general es uno de los valores añadidos más reconocidos hoy por los clientes pues facilita el desplazamiento hacia la ciudad y el regreso al hotel, aunque también se valora positivamente el apego de los huéspedes al trato afable y familiar ofrecido por los trabajadores.

Otros beneficios comerciales, según Aguilar, pueden obtenerse dentro del plan de expansión en Cuba de esa empresa española, la cual a inicios de 2009, firmó otros contratos para tres establecimientos de Cubanacán. Además del Tropicoco incluyó los hoteles Aguas Azules, en Varadero y Caracol, en la playa de Santa Lucía, provincia de Camagüey.

“Incorporarnos a las mismas cadenas, tanto propietaria como comercializadora, nos permite la creación de paquetes combinados en nuestra red de ventas, que incluyan tres días en La Habana y cuatro noches en Varadero y también otros similares en la provincia de Camagüey. Esa es la principal ventaja que tenemos”, subrayó.

En cuanto a entradas de viajeros, en el primer semestre de este año el hotel reportó 3 % de crecimiento, explicó Aguilar. “Eso nos hace ser optimistas de cara al futuro y esperamos un crecimiento mínimo anual de 5 %, esa es nuestra expectativa de incremento de turismo extranjero”, puntualizó.

No obstante aclaró que todavía no se están viendo los resultados de la comercialización, pues siempre se efectúa con un año de antelación. “Todos los contratos que estamos realizando, dijo, se iniciarán en la temporada de inverno 2009-2010, a partir de noviembre. Consideró que la compañía ibérica de inmediato solo podría accionar en algún nicho del mercado muy específico, pero no aportaría resultados significativos.

El mercado principal sigue siendo Canadá, históricamente destacado en ese polo durante la etapa de invierno; mientras las emisiones desde Italia son mayoritarias en el verano, algo tradicional en opinión de Aguilar, aunque señaló que este año ha sido atípico y por la crisis económica mundial ha decrecido, pero ese espacio se ha cubierto, en parte, con las ofertas para los nacionales.

El obstáculo fundamental que impide un despliegue mayor, opinó el Director, radica en la descomercialización del hotel luego de dos años fuera del turismo vacacional, “Lo cual provocó una salida de la red de ventas y a la hora de introducirlo requiere de un esfuerzo más grande que si se tratara del desarrollo normal de un establecimiento”, acotó.

Hoteles C abarca todos los mercados emisores hacia Cuba, tiene contratos con los principales turoperadores de Europa, en especial, España, Alemania, Italia, Suiza, Rusia. Igualmente mantiene sus propuestas en Canadá y en Centro y Sur América. Aspectos valorados positivamente por el Director de Tropicoco quien expresó que: "debemos presentarnos lo más atractivo posible para que nos escojan a nosotros, pero quienes deciden son los emisores".

RENOVACIÓN

Para conseguir los propósitos planteados por los actuales operadores del Tropicoco será necesario rebasar otra limitante, el estado de la infraestructura de esa instalación con 188 habitaciones (8 suites), cuyo deterioro es obvio luego de 33 años de fundada.

Explicó Aguilar que en este momento se realiza un proyecto de renovación integral del establecimiento, en sus redes internas y en la estructura exterior incluida la pintura de las fachadas, ambientación de las llamadas áreas nobles, el lobby, las habitaciones.

“Estoy seguro de que esto nos ayudará a potenciar las ventas del hotel, pero sus resultados no se verán todavía, los frutos se pueden recoger un año posterior", puntualizó el Directo. Dijo estar convencido de que el hotel gusta a los clientes a pesar de su estado, en su opinión es un hotel que engaña mucho desde el exterior, por ser un bloque de cemento, sin embargo su interior no corresponde con esa imagen que proyecta.

Señaló como el principal reto conseguir el cambio de la pintura exterior de la fachada para lograr un primer impacto visual favorable. "Un cambio en la paleta de colores, independientemente de que sea maquillaje, es el 50 % de la imagen del hotel", aseveró. Considera que el hotel está bien dotado en cuanto a espacios y en cantidad de servicios.

"Pienso que reúne todas las características para la categoría dos estrellas que ostenta, pero si creo necesaria la adaptación de sus espacios para las nuevas exigencias de los clientes. Queremos incluir algunos servicios más como un ranchón de playa en la zona de la duna y otro restaurante temático, en ese caso apostamos por la cocina local, creemos que la gente viene a vivir una experiencia en Cuba y la gastronomía forma parte de esa experiencia. Si disponemos de los productos locales de la tierra y cocineros que saben elaborarlos, no tenemos que hacer pizzas, sino congrí, cerdo asado con yuca y mojo".

OTROS APORTES

En cuanto a la administración, Hoteles C puede adicionar algunos aportes. Explicó el director del hotel que el contrato firmado con Cubanacán exige la implantación y transmisión del know how, "de conocimientos que tiene la empresa y los representantes que trabajamos para ella. En el hotel somos solo dos personas los ejecutivos que trabajamos en esa empresa, el chef de cocina y el director. Ya hemos realizado un par de acciones y hemos visto lo relacionado con la administración del tiempo y técnicas de motivación”.

Pero en cuanto a procedimientos de las distintas áreas y departamentos “entendemos que Cubanacán tiene implantada una serie de manuales operativos y de procedimientos que están bien adaptados a las realidades del establecimiento.

La mayor aportación -dijo- puede ser el tema de traer nuevas tendencias, evoluciones que vivimos por nuestra experiencia en otros países y destinos. Nuestra labor debe ser actualizar en nuevas técnicas de servicios, formas de preparación y conservación de alimentos, principalmente en la cocina la instalación de nuevos equipos que es donde actualmente existen las mayores innovaciones”.

Antonio Aguilar está casi recién incorporado a ese proyecto, pero sus criterios están respaldados por su vasta experiencia como profesional del turismo, especialidad que estudio en la universidad de Barcelona. Desde 1990 se dedica a la hostelería, incluso en Cuba, donde trabajó por cinco años en el actual Palma Real, en Varadero, así como en el complejo Río de Mares-Río de Luna, en Holguín y dos años en el hotel Meliá Cayo Guillermo, al Norte de Ciego de Ávila.

Después de una estancia en España, volvió a Cuba con Hoteles C, empresa que apuesta ahora por la zona turística de Playas del Este y según Aguilar, por lograr “que el destino despunte como lo fue antaño”.