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13 de Mayo  2024 

Producir más con menos gastos energéticos

Una industria casi cincuentenaria se renueva para volver a alcanzar los logros de años anteriores


Martes 08 de Mayo de 2007 | 12:00:00 AM 

Autor

Ernesto A. Rojas

Inaugurada el 4 de mayo de 1959, la Empresa Siderúrgica José Martí, conocida popularmente como Antillana de Acero, pertenece al grupo industrial ACINOX, del Ministerio de la Industria Sideromecánica y el Reciclaje.

Representa no solo una suerte de bandera para ese sector en todo el país, sino que resulta una de las primeras industrias entre las que surgieron en el período revolucionario.

Con 6,8 kilómetros cuadrados de extensión, es también una de las instalaciones de mayor envergadura en el país, y la única instalación en el occidente de la Isla dedicada a la producción de acero de alta calidad

En la actualidad tiene cinco áreas de trabajo que comprenden dos de producción -acería y laminación-, y tres de soporte: mantenimiento, energética y transporte.

Cuenta con 2 200 trabajadores, 73 % de los cuales son obreros; el 15 % de ellos son mayores de 55 años, y la edad promedio es de 36 años.

El 40 % son graduados de nivel medio superior y 31 % de ese total lleva más de 20 años de permanencia en la instalación.

La sección de acería dispone de dos altos hornos que permiten la obtención de acero electrolítico a razón de 250 000 toneladas (t) al año, el cual se obtiene a partir de chata-rra de origen nacional.

Con el empleo de la palanquilla como materia prima, se obtienen diversos perfiles en dos laminadores: el 250, que entrega unas 100 000 t/anuales y el 300, que produce unas 130 000 t en el mismo período.

Entre los perfiles habituales se encuentran barras corrugadas, lisas, cuadradas y hexagonales, angulares y planchas.

Antillana se encuentra en un programa inversionista a largo plazo para la modernización de su línea de producción a cuyo término la empresa podrá alcanzar una cifra de 500 000 t al año -el doble de la actual- y que elevará la productividad de 38 a 70 t/hora.

Por el momento, si en 2006 el plan de producción fue de 152 000 toneladas, ya en 2007 planean entregar 163 000 y, para 2008, se proponen alcanzar las 215 000, todo lo cual será posible en la medida en que se cumpla el plan inversionista.

Con dicho plan, que está al 20 % de su ejecución, también se reducirá el consumo de energía, que en la actualidad es de 620 kilowatt (kW) por tonelada, a 450 kW/t, con lo cual podrá ahorrarse una considerable cantidad de portadores energéticos.

Desde luego, no solo la inversión garantizará esto. Desde hace algún tiempo, la dirección de la empresa ha venido desarrollando un programa de ahorro que compromete estrechamente a todos los trabajadores, al vincular los resultados productivos al consumo energético. La filosofía en Antillana no es solamente producir mucho, sin producir más sin gastar más que lo estrictamente necesario.

Al decir de Julio García Oliva, director de producción: “Hoy, Antillana consume una cantidad de energía que puede abastecer a una provincia pequeña, como Cienfuegos. El costo energético -de todos los portadores- será el 40 % del actual, una vez que se termine la inversión.”

A la modernización ya alcanzada en el área de fundición, se sumará la de la planta de cal, los talleres de cucharas, las máquinas de vaciado continuo, el horno cuchara, grúas de la acería, el sistema de aire comprimido y el de tratamiento de aguas, entre otros.

En el momento actual, Antillana persiste en recuperar sus índices de producción. Si en 2000 alcanzó las casi 240 000 t, en 2004 entregó solamente 89 121 toneladas, producto del déficit de energía eléctrica que afrontó el país. Sin embargo, ya 2006 presenció una indiscutible recuperación con 150,6 miles de t producidas.

Ya hoy la amenaza no radica en la falta de fluido eléctrico, sino en la escasez de chatarra que se experimenta en el país, como producto del agotamiento de las fuentes de abastecimiento.

Así y todo, la empresa satisface el ciento por ciento de las necesidades de barras corrugadas empleadas en la construcción, con lo cual sustituye considerables erogaciones por concepto de importaciones. Este detalle resulta significativo si se tiene en cuenta el amplísimo programa constructivo que desarrolla nuestra sociedad.

Como si todo esto fuera poco, la empresa se afana por incrementar sus exportaciones de acero y derivados a niveles semejantes a los que tuvo en el pasado. Ya para 2008 planean producir unas 12 millares de toneladas de palanquilla y 3 700 de barras destinadas a mercados foráneos, especialmente México, República Dominicana, Venezuela, Colombia y otros.

Y su mira está puesta en productos de mayor valor añadido en el futuro a mediano y largo plazo, con lo cual pueden incrementar precios que, en el extranjero, llegan a alcanzar valores muy atractivos.

En su aniversario 48, Antillana de Acero, empresa insignia del sector siderúrgico cubano, parece haber salido de su letargo y dispuesta a revivir sus momentos de mayor gloria, lo cual habla a favor de su notoria juventud.

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