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Cuando el litio regresa a la Tierra

Los consorcios prestan atención a este mineral no sólido que hoy le arrebata el sueño a las automotrices y a los productores de tecnología en general, debido a que para muchos, deviene materia prima del futuro


Viernes 06 de Mayo de 2016 | 12:00:00 AM 

Autor

Luis Ubeda Garrido

El litio está brillando con luz propia gracias al acelerado crecimiento del mercado de las baterías, ante todo de autos eléctricos y celulares, en momentos en que los avances en las tecnologías de almacenamiento de energía predominan cada vez más en hogares y empresas de mayor o menor tamaño Y  como era de esperar, el cóctel entre sobre demanda y reducida oferta queda estampado en los precios.

En abril de 2014, el valor de ese metal en el mercado spot fluctuaba los 5 500 dólares por tonelada métrica. Un año más tarde subió a casi 15 000 dólares y hasta el pasado 30 de abril, por ejemplo, en China bordea los 25 000 dólares, en claro contraste con lo que sucede con otros minerales. El Citigroup proyecta que esta tendencia alcista se mantendrá hasta 2017 y pronostica que el nivel de requerimientos se elevará cerca de 65 % en los próximos tres o cuatro años.

Esto no es casual. Mientras que metales como el cobre y el acero sufren la caída en los pedidos por parte de China, el giro del gigante asiático hacia el consumo interno estimula el apetito por productos como tablets y sistemas de almacenamiento de energía con fuerte presencia de litio. Basta conocer que bajo un plan estratégico comandado por el presidente chino Xi Jinping, se ha propuesto tener en circulación unos cinco millones de autos eléctricos en los próximos cuatro años.

Pero el boom del litio crece como la espuma cuando sabemos que los gigantes automotores Nissan y Renault dieron a conocer que las ventas de vehículos impulsados por baterías de este mineral no sólido batieron un récord en 2015, mientras que la alemana Audi comenzará a producir su primer deportivo utilitario (SUV) eléctrico en 2018. Entre ese año y 2024, el mercado de baterías de litio para autos livianos podría mover unos 220 000 millones de dólares, según proyecciones de Navigant Consulting.

"La demanda para vehículos, incluyendo bicicletas, camiones y buses eléctricos, va a ser enorme. Además, los sistemas de almacenamiento de energía también irán en marcado ascenso", dijo a Bloomberg Neil Biddle, el director ejecutivo de Pilbara Minerals. Dicho de otro modo: el nivel de pedidos es tal que, en la actualidad, prácticamente todo el litio que se extrae ya está vendido de antemano.

No obviemos que el litio es un componente imprescindible de las baterías utilizadas en vehículos híbridos y eléctricos, celulares, computadoras portátiles y herramientas eléctricas, entre otros. De ahí que la consultora Allied Market Research estima que el mercado global de baterías de litio generará ingresos de 46 210 millones de dólares en 2022.

El año pasado, la demanda de carbonato de litio alcanzó unas 190 000 toneladas métricas. Solo en 2015 la venta de automóviles eléctricos con baterías de litio llegó a 550 000 unidades, y desde su debut en 2010, a través de la dupla General Motors y Nissan, la suma alcanza alrededor de 1 239 000  unidades. Cabe apuntar que la venta de los híbridos convencionales comerciales, que funcionan tanto con gasolina como con electricidad y que fueron presentados en 2008, ni se acercó a esa cifra en igual lapso de años.

Y para no quedarse a la zaga, se espera que la primera giga fábrica de Tesla Motors Inc. -compañía estadounidense ubicada en Silicon Valley, California-, suministre baterías para los 500 000 autos y casas que aspiran producir para finales de la década. Al proveer sus propias baterías, el costo de kilovatios/ hora disminuirá en más de 30 %, algo crucial para el consumo masivo de vehículos eléctricos.

El consorcio, reconocido fabricante de lujosos autos eléctricos, tiene previsto inaugurar la primera de sus gigas factorías en  Nevada, Estados Unidos. El emprendimiento, según informó la firma, requerirá de unas 25 000 toneladas de hidróxido de litio anuales cuando alcance su plena capacidad, cifra que equivale, ni más ni menos, a 45 % de la actual oferta mundial.

Pero no todo es "color de litio"

Hoy día analistas identifican a Bolivia, Chile y Argentina como integrantes de una potencial "Arabia Saudita del litio". No exageran. A partir de las investigaciones realizadas, se estima que el volumen del metal presente en estas tierras alcanza 130 millones de toneladas, suficiente como para abastecer la producción de baterías para autos, computadoras o celulares de buena parte de Asia durante, al menos, cuatro años. En conjunto  poseen más de 80 % de los reservorios comprobados en todo el planeta.

En 2014, de acuerdo con los planes originarios de la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE), el Estado Plurinacional ya debía producir 30 000 toneladas métricas de carbonato de litio anuales, volumen de capacidad previsto  para una planta cuyo costo y tiempo de construcción finalmente se definirán en abril de 2017. Con ello, obtendría ingresos de hasta 750 millones de dólares al año.

Si bien Bolivia dispone de más del doble del preciado recurso, la nación, que con sabiduría y firmeza comanda Evo Morales Ayma mantiene frenada su explotación privada, proceder que adquiere una mayor relevancia si se tiene presente lo que acontece en el "vecindario". Por ejemplo, debido a una serie de escándalos vinculados con la entrega de áreas en explotación, Chile dejó de ofrecer concesiones a los interesados en extraer el mineral.

Pero algo muy diferente ocurre en Argentina. El Gobierno neoliberal de Mauricio Macri se muestra más "dadivoso" mediante las medidas recién adoptadas, entre ellas la supresión de retenciones. Este metal predomina en los salares de Jujuy, Salta y Catamarca, otorgándole a esas provincias en particular una riqueza envidiable, pues en sus suelos yace la tercera reserva mundial del compuesto. "Por lo pronto se reactivaron planes como los yacimientos de Casposo o Los Azules en San Juan", admitió un directivo del Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (Gemera).

Varias firmas extranjeras se han sumado a esta carrera por el litio. Desde Australia, la compañía Orocobre confirmó la ampliación de un objetivo pautado para Jujuy, con el fin de conseguir el mineral para el desarrollo de las baterías requeridas por la automotriz Toyota. Entre tanto, la francesa Eramet informó que desembolsará más de 250 millones de dólares para extraer litio también en Salta. Para ello, operará en sociedad con la firma provincial Remsa y dicha materia prima se dirigirá a las plantas de producción Renault.

Estos proyectos se sumarán a iniciativas en marcha como la de FMC Lithium, una compañía norteamericana que ya viene exportando carbonato de litio obtenido en Argentina desde hace ya varios años, la cual opera en el Salar del Hombre Muerto, un ecosistema enclavado en la frontera de Catamarca con Salta.

Pero ya los ecologistas comienzan a preocuparse por tamaño "destape". Ocurre que el mineral se encuentra disuelto en masas acuosas ubicadas debajo de los salares, de modo tal que para extraer una tonelada se precisa la evaporación de hasta 2 000 000 de litros de agua. Semejante volumen permite anticipar que a la par de la motorización de las diferentes explotaciones, aumentará de forma paralela el justificado rechazo ambientalista en el norte de la Argentina.

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