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05 de Octubre  2024 

Cooperativismo: por un desarrollo económico local más inclusivo y sostenible


Martes 01 de Octubre de 2024 | 08:14:22 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

A 180 años de la creación de la primera cooperativa en el mundo, Cuba confirma esa forma de organización socioeconómica como una alternativa viable al desarrollo en medio de un contexto internacional muy complejo que exige mayor prioridad al bienestar de las personas, a la preservación del medio ambiente y a la solución de los graves problemas que envuelven al planeta en una crisis global sistémica.

En la XV Convención Internacional de Cooperativismo, Cooperat 2024, recientemente efectuada en La Habana, el presidente del Comité organizador, Carlos César Torres Páez, director del Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo (Cegesta), adscrito a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Pinar del Río, comentó que para superar esta crisis, nuestro país debe dinamizar el proceso de actualización del modelo económico y social y la implementación de su Plan Nacional de Desarrollo hasta el 2030, en un escenario agravado por el recrudecimiento del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos a Cuba, así como por la inclusión de la Mayor de las Antillas en la lista de supuestos patrocinadores del terrorismo.

También consideró que esa injusta política imperial contra la Isla, limita el desarrollo de las estructuras cooperativas y su capacidad para poder insertarse en cadenas locales y globales de valor, en tanto reconoció las transformaciones que se deben seguir instrumentando en el país como parte del proceso de implementación del programa de gobierno para corregir distorsiones e impulsar la economía.

“Se trata –dijo- de combinar de manera flexible la planificación necesaria con una economía orientada al desarrollo territorial, e incluyendo a todos los actores económicos, con especial énfasis en las micro, pequeñas y medianas empresas, así como en las cooperativas, las cuales han tenido históricamente un espacio importante en la agenda pública a nivel nacional y local, debido a su peso en la producción de bienes y servicios, especialmente en el sector agroalimentario.”

Subrayó que en la coyuntura actual, el cooperativismo adquiere una significación especial ya que puede generar un impacto positivo en los procesos asociados a la implementación de la Ley de soberanía y seguridad alimentaria y nutricional y en el encadenamiento entre los diferentes actores, al fortalecer los sistemas productivos locales.

Cooperat 2024 resulta un evento emblemático para el movimiento cooperativo y la economía social en Cuba, el cual este año conmemoró el trigésimo aniversario de su primera edición, y aún mantiene su elevado nivel de convocatoria en la promoción de un diálogo enriquecedor entre cooperativistas, académicos, empresarios y expertos, impulsando la colaboración y el intercambio de conocimientos que fortalezcan ese sector y brinden soluciones a los problemas socioeconómicos actuales, a partir del intercambio de concepciones teóricas, herramientas metodológicas y experiencias de buenas prácticas asociadas a los diferentes temas que se abordan en esa cita, desde la multiplicidad de talleres de su programa.

Insistió Torres Páez que, con la ciencia y la práctica de la mano, el encuentro permite fomentar la formación de redes  y la cooperación Sur-Sur y de personas e instituciones vinculadas al sector cooperativo y de la economía social en general, así como facilitar la incorporación de la cooperativa y los demás actores de la economía social en las políticas públicas, como motores clave del desarrollo.

Organizado por el Centro de Estudios de Dirección, Desarrollo Local, Turismo y Cooperativismo (CE-GESTA), adscrito a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Pinar del Río, Cooperat 2024 sesionó en el Palacio de Convenciones, con el auspicio de los ministerios de la Agricultura y del Turismo; la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba; la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños; el Instituto Nacional de Investigaciones Económicas; la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; la Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial; el Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional y la Fundación Escuela Andaluza de Economía Social y la Red Latinoamericana de Cooperativismo.

Precisamente el evento forma parte de la hoja de ruta hacia el VI Foro Mundial de Desarrollo Económico Local que tendrá lugar del 1 al 4 de abril de 2025, en Sevilla, España.

La Hoja de Ruta para un Foro Mundial

Resultó Cooperat 2024 un momento muy especial y un buen precedente para el VI Foro Mundial de Desarrollo Económico Local, que se centrará en temas vitales como la creación de nuevos empleos, la transición justa, la cohesión territorial, la soberanía alimentaria y energética, la cooperación y la economía social. Según explicó Francisco Reyes Martínez, presidente del Fondo Andaluz de Municipios para la Solidaridad Internacional (Famsi) y presidente de la Diputación de Jaén, esa cita será un espacio relevante donde abordarán retos del desarrollo local, promovidos por un conjunto de actores del territorio, gobiernos nacionales y subnacionales, junto con organismos internacionales.

Recordó que la última edición del foro, celebrada en Córdoba, Argentina, durante la pandemia, permitió recuperar el proceso de trabajo con un renovado compromiso hacia nuevas perspectivas sobre el desarrollo local. Como red de gobiernos locales de Andalucía, Famsi ha trabajado desde su creación en el año 2000, de manera continua y en alianza con el gobierno cubano, para fortalecer los lazos entre sus administraciones territoriales. “Hemos apoyado estrategias y prioridades en áreas clave como el agua, la gestión de residuos, la igualdad de género y el intercambio técnico”, precisó.

El presidente de Famsi subrayó que el desarrollo local es fundamental para mejorar la calidad de vida en las comunidades, y señaló que los gobiernos deben potenciar la capacidad del territorio y sus actores para promover iniciativas que pongan a las personas en el centro y permitan una economía más justa y sostenible, tal como preconiza ese foro, que busca abordar retos complejos y globales con la participación de más de 70 países.

En su intervención en Cooperat 2024, Reyes Martínez exaltó la importancia de la financiación al desarrollo y la Agenda 2030 como elementos fundamentales para el éxito de las políticas públicas en el ámbito local, así como aprovechó para agradecer la invitación a participar en un evento de tal magnitud tras destacar su relevancia en el contexto de la colaboración internacional.

Enfatizó que la capacidad de los gobiernos locales y regionales para innovar y adaptarse es permanente, exigente y, a veces, injustamente cuestionada. “Somos instituciones públicas con la capacidad de promover políticas de desarrollo sostenible en pos de mejorar la vida de nuestra ciudadanía”, apuntó.

Ante grandes transformaciones y retos, Famsi prioriza su agenda política que busca no dejar a nadie atrás, con un enfoque especial en políticas ambientales, económicas y sociales, así como en el uso de nuevas tecnologías. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible han permitido dos grandes logros: la identificación de retos globales y el fomento de alianzas en lugar de la competitividad tradicional.

Se conoció además que el Foro Mundial está coordinado y orientado a situar en las instituciones y declaraciones de la conferencia la mirada del territorio, y cuenta con el apoyo y participación del más alto nivel del gobierno de España y su Ministerio de Asuntos Exteriores. Recientemente, se celebró en Montevideo el cuarto foro regional de América Latina, que incluyó un enfoque en la economía social, fortaleciendo así la hoja de ruta hacia el próximo evento, puntualizó.

Como parte de esas acciones preparatorias y el compromiso de diversas iniciativas de cooperación, el evento recién efectuado en La Habana no solo conecta a actores locales e internacionales, sino que establece un camino claro hacia el VI Foro Mundial, donde se espera el análisis y debate sobre soluciones innovadoras para los mayores desafíos contemporáneos.

Cooperativismo y economía social

“El fortalecimiento del cooperativismo es esencial para mejorar la economía social y contribuir a un desarrollo más equitativo y sostenible en la región”, afirmó en su conferencia magistral ante el plenario de Cooperat, José Ariza Reyes, director de la Escuela Andaluza de Economía Social, al exponer los desafíos que enfrenta el movimiento cooperativo y la necesidad de una profunda transformación.

Aseveró que, a pesar de los avances, todavía no se han conseguido instituciones fuertes del movimiento cooperativo en la región. Esa debilidad resulta un obstáculo significativo para enfrentar los retos actuales, que requieren un análisis crítico de lo que no se ha hecho bien en el pasado.

Al identificar los principales desafíos, señaló la necesidad de liderar la economía social y reforzar la identidad e integración del movimiento cooperativo. “Es fundamental -subrayó- mejorar los sistemas de información, incrementar la incidencia en la política pública y fomentar una mayor participación en la sociedad civil y sus redes”.

Instó a ocupar todos los espacios de la actividad económica, modernizar los marcos jurídicos y establecer alianzas público-privadas que fortalezcan el cooperativismo. Afirmó que debemos construir una economía para la vida e hizo un llamado a la lucha contra los efectos del cambio climático y a la necesidad de humanizar y democratizar la innovación tecnológica para llevarla a los espacios de actuación.

Se refirió Ariza a la necesidad de modificar los modelos de liderazgo en las cooperativas, asegurando que estén en manos de la gente, promoviendo la ética, la transparencia y la participación, sin olvidar la importancia de la igualdad y el relevo generacional como fundamentales para asegurar el futuro del cooperativismo.

Urge un marco normativo

La vicerrectora y profesora titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Habana, Marta Milagros Moreno Cruz, dictó la conferencia Hacia un perfeccionamiento normativo del cooperativismo en Cuba, donde explicó las concepciones generales en materia de cooperativismo en Cuba, el reconocimiento constitucional del cooperativismo y el marco normativo vigente.

Señaló la necesidad de transitar a una transformación normativa del cooperativismo, cuando las condiciones estén creadas, y a partir de un estudio entre expertos de diferentes esferas, teniendo en cuenta las políticas públicas.

Detalló los antecedentes legislativos de esa forma de propiedad en Cuba, por ejemplo, las menciones en normas coloniales, el reconocimiento en la Constitución de 1940, la Ley de Reforma Agraria, la Constitución de 1976, el Código Civil de 1987, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

La académica se refirió a la Constitución de 2019 y su artículo 22, que reconoce la propiedad cooperativa, así como al Decreto Ley 76, de las cooperativas agropecuarias. “Esa vocación social de las cooperativas tiene que mantenerse en la concepción y aplicación de nuestro ordenamiento jurídico”, puntualizó.

Moreno Cruz señaló que en materia de cooperativas en ocasiones se ha visto hiperregulación, y en otras, dispersión. Hoy en el país entre los actuales actores económicos, las formas cooperativas suman unas 5 133.

 

 

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