Con la entrada en vigor del Decreto-Ley 289 y tres resoluciones complementarias del Banco Central de Cuba (BCC), las personas naturales cubanas poseerán mayores facilidades para la obtención de préstamos Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:20 pm
Modificaciones en algunos procedimientos internos del Banco Popular de Ahorro (BPA), en torno a la solicitud de créditos, facilitan los trámites para los interesados en ese servicio, aseguró José Alari Martínez, presidente de la entidad.
En declaraciones a la AIN en esta capital, el directivo señaló que los cambios son resultado de la revisión del trabajo y experiencias acumuladas en estos seis meses de implementación de la nueva política crediticia, en las sucursales de esa institución que opera en todo el país, excepto en La Habana.
Encontramos que, para numerosas personas, resultaba difícil pedir el financiamiento en el municipio de su centro de pago que, muchas veces, está distante del lugar de residencia, donde es más cómodo desarrollar las gestiones, acotó.
Por tal razón, se decidió adecuar esa normativa y permitir a los clientes obtener los préstamos en las sucursales de la localidad donde viven, aclaró Alari Álvarez.
El presidente del BPA precisó que la medida favorece a los clientes debido a que mayormente el objetivo del préstamo es invertirlo en el domicilio y evita el traslado hacia áreas lejanas de los fiadores solidarios.
Generalmente, estos residen en el mismo territorio de los aspirantes, y también para ellos se establecieron modificaciones, ya que en un principio se exigía que contaran con la misma o superior capacidad de pago del beneficiario del crédito.
Para los interesados con altos salarios, el asunto constituía una limitación, por la dificultad de encontrar garantes que igualaran sus posibilidades de pago, y ahora se determinó que es suficiente presentar dos fiadores solidarios cuya suma de ingresos cubra tal monto del deudor.
Esta medida es una de las más importantes en pos de mejorar y dinamizar la relación cliente-banco, significó el funcionario.
Igualmente, se refirió a la simplificación -a un mínimo indispensable- de los documentos necesarios para la suscripción de los contratos entre las partes, aunque sin obviar el alto contenido legal que entraña este proceso de concesión del crédito.
Ello supone incluir -en la información solicitada por el BPA- los parámetros de la norma internacional conocida como la debida diligencia, que exige una razonable garantía de la licitud de los servicios requeridos a las entidades financieras por los usuarios del préstamo.
En tal sentido, subrayó también la reducción a un solo momento de la presentación de los fiadores solidarios en las sucursales del BPA, únicamente para avalar con su firma la responsabilidad asumida ante el impago del solicitante.
No obstante -insistió-, las modificaciones descritas no significan una pérdida del rigor en el estricto análisis de riesgo que efectúan los Comités de Créditos en las sucursales, al valorar la cualidad y calidad de un préstamo.
Desde la entrada en vigor de la nueva política crediticia, en diciembre último, unas 40 000 personas de casi todo el país han recibido financiamiento del BPA.
Esa institución otorga créditos a trabajadores por cuenta propia y a otras formas de gestión no estatal, agricultores pequeños y a cubanos que por esfuerzo propio rehabilitan o reparan sus viviendas, fundamentalmente, residentes en cualquier provincia o territorio, a excepción de La Habana, donde opera el Banco Metropolitano.
