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La necesidad de invertir la pirámide (I)

La Cumbre Mundial de Alimentación de Roma, en 1996, acordó reducir a la mitad el número absoluto de hambrientos, a lo cual el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz se opuso categóricamente al insistir en que lo fundamental era la erradicación completa de ese flagelo


Viernes 27 de Diciembre de 2013 | 01:00:00 AM 

Autor

Luis Ubeda

La gestión alimentaria tuvo su génesis en la tierra o el mar, y regresa al mismo punto de partida luego de un dinámico y regenerativo tránsito corporal, que en el caso de los humanos deviene ciclo vital con promedio de 75-80 años. Sin embargo, en este siglo XXI signado por tantas desigualdades y contradicciones, para 1 000 millones de personas el ciclo vital se reduce considerablemente por estar condenados -sin cometer delito alguno, valga aclarar- a morir tempranamente por hambre o enfermedades asociadas a esta.

En la Ciudad eterna, el entonces presidente cubano recordó a los representantes de 184 naciones: "El hambre, inseparable compañera de los pobres, es hija de la desigual distribución de las riquezas y de las injusticias de este mundo.  Los ricos no conocen el hambre".

Vencidos los primeros 14 años de la nueva centuria va siendo hora de invertir  la milenaria pirámide, verbigracia reordenar nuestro modus vivendi de forma armónica con la naturaleza, pero sobre todo con el ineludible establecimiento de la soberanía alimentaria, basada en definir políticas de producción de alimentos, protección de los mercados locales contra el dumping, sustentabilidad y, de manera muy especial, en la responsabilidad tanto en la producción como en su consumo, para contribuir a esa, hasta hoy, inalcanzable meta de vivir en un mundo sin hambre.

Hay, pero no te toca, te toca pero no hay

La socorrida frase acuñada en pleno período especial que, de un solo paletazo, dibujó la idiosincrasia del cubano para crecerse ante las adversidades de cualquier calibre, pudiera resumir las miles y miles de palabras con que diferentes organismos internacionales pretenden ocultar que una tercera parte de la humanidad seguirá padeciendo hambre a pesar de que, como veremos más adelante, en 2014 crecerán las producciones básicas para la alimentación humana. 

Hoy devienen mayores exportadores de granos Argentina, Australia, Canadá, la Unión Europea y Estados Unidos; y en el caso del arroz, aparecen por este orden India, Pakistán, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.

De acuerdo con las cifras más recientes, el incremento global en la producción mundial de cereales en 2013 comprende un aumento de 7,8 % en la producción de trigo, de 12 % en la de cereales secundarios y solo de 1 % en la de arroz.

En noviembre último la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció los pronósticos de las producciones de alimentos básicos previstas para el año que se nos avecina, donde figura una notable alza de cereales de casi 2 500 millones de toneladas (incluido el arroz elaborado), con lo que se sitúa 8,4 % por encima del nivel de 2013.

Las primeras indicaciones en cuanto a las cosechas de trigo de invierno ya plantadas en el hemisferio norte, y que se recogerán en 2014, son mayoritariamente favorables. De modo provisional se estima que entre los principales productores (Unión Europea, China, Estados Unidos e India) la superficie ha aumentado, mientras que se han detectado reducciones en la Federación de Rusia y en Ucrania. A contrapelo de que mundialmente muchos de los cultivos de trigo de 2014 no se plantarán hasta el año siguiente, estas primeras indicaciones sugieren que, en general, la siembra del citado cereal de la próxima cosecha podría aumentar ligeramente.

En cuanto a la utilización mundial de cereales 2013/2014, la previsión de la FAO la redujo a 2 413 millones de toneladas, cantidad ligeramente inferior al pronóstico de noviembre pasado pero, con todo, 4 % mayor que la de la temporada precedente. El pronóstico de crecimiento en la utilización mundial de cereales en 2013/14 se refiere en su mayor parte a alimento y pienso, de los que se espera aumenten en 1,7 % y 6,3 %, respectivamente, en comparación con la campaña anterior.

También los pronósticos señalan que los mayores suministros a precios más bajos se destinarán a potenciar el uso de cereales para piensos en 2013/14, especialmente de maíz. El empleo total de este grano en la mencionada etapa se prevé que alcance los 546 millones de toneladas, 8,5 % más que en 2012/13, y la mayor parte de dicho crecimiento se producirá en China (9,6 %, equivalente a 13 millones de toneladas más que la anterior), gracias a otra cosecha sin precedentes, así como en Estados Unidos con 22 millones de toneladas más, impulsado por la recuperación de la producción de este año hasta un nivel máximo.

El incremento previsto en el uso alimentario de cereales en 2013/14 marcha acorde, en gran medida, al crecimiento de la población mundial. No obstante, y no es ocioso repetirlo, 1 000 millones de seres humanos padecen hambre en esta suerte de "cuerno de la abundancia" descrita.

Las reservas crecen, pero la vida sigue igual

Varias organizaciones coinciden en que la casilla de reservas mundiales de cereales prevé un aumento de hasta 572 millones de toneladas al cierre de las campañas agrícolas de 2014, es decir, casi 68 millones de toneladas más que en este año. El acusado incremento de las existencias mundiales de cereales en esta campaña podría hacer que la relación entre las existencias y la utilización de cereales a nivel mundial alcance 23,5 %, un monto bastante superior al mínimo histórico de 18,4 % registrado en 2007/08.  Se espera que la relación en cuanto a cereales secundarios registre una mejoría mayor, desde el mínimo histórico de 14 % hasta un nivel más holgado de casi 18 %, respaldado ante todo por un fuerte repunte en las existencias de maíz estadounidense, fruto de la gigantesca cosecha de este año.

Las producciones mundiales de trigo también apuntan hacia una notable recuperación, mientras que las de arroz se espera que aumenten por décimo año consecutivo, hecho que conduce a un máximo histórico en la relación entre las existencias y la utilización de casi 36 %.

En relación con el aspecto comercial de los cereales, el pronóstico de la FAO para 2013/14 estima 317,8 millones de toneladas, 8,4 millones de toneladas, cifra superior al volumen registrado en 2012/13. Asimismo, el comercio mundial de cereales secundarios 2013/14 debe alcanzar 137,5 millones de toneladas, 2,5 millones más que las registradas anteriormente y superior en 5,3 millones de toneladas al período 2012/13; el de trigo se evalúa en 142 millones de toneladas, 2,3 millones más que el anterior; y el pronóstico, respecto al comercio de arroz en 2014, también revela un aumento de 900 000 toneladas (hasta 38,3 millones) que iguala el máximo histórico alcanzado en 2012.

Visto bajo la fría lógica de las cifras, parecería que vivimos en el mejor de los mundos. Error. Para la tercera parte de los ocupantes de este planeta, la tan necesaria, en estos casos, pirámide invertida (más alimento, más salud, más educación, más de todo lo esencialmente necesario para la mayoría) ni siquiera es una quimera.

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