Autor: Minerva Hernández Basso Publicado: 21/06/2021 | 09:44 pm
El mundo trabaja aceleradamente a favor del empleo de insumos biodegradables y compostables. En Cuba, la empresa mixta Suchel Camacho lleva la delantera en esa ruta, con la intención de matar dos pájaros de un tiro: por un lado, seguir contribuyendo a la sustitución de importaciones, y por el otro, insertarse en esa corriente defensora del medio ambiente.
Sonia Gómez Díaz, jefa de venta de amenities de Suchel Camacho, explica que esa empresa, una de las primeras mixtas creadas en el país para operar en el sector industrial, a tono con el mundo, está incursionando en los productos biodegradables, como parte de la estrategia del turismo de la sostenibilidad. “Hace unos seis meses comenzamos este trabajo con Iberostar, la cadena que está llevando la Ola de cambio, el eslogan que adoptó en relación con esta tendencia mundial”, dijo.
Comenzaron a introducir productos biodegradables, fabricados a partir de materiales como bambú, madera y papel. “Estamos quitando todos los envoltorios de plástico de un solo uso y se están sustituyendo los frasquitos de amenities en algunos casos por dispensadores y en otros, por envases elaborados a partir de una resina polipéptida”, indicó Gómez.
Con este concepto, están trabajando para introducir en la hotelería del archipiélago revolvedores, absorbentes, peines, cepillos, maquinillas de afeitar, lápices, bolígrafos, calzadores, envoltorios de sales de baño y hasta las suelas de las zapatillas biodegradables. Además, se sustituyen las bolsas por papel o por tejido no tejido, otro material muy de moda y que puede biodegradarse.
La producción es nacional, explicó, pero como Cuba todavía no tiene materia prima con esas características, ni se puede producir todavía, se está incursionando en esta primera etapa con importaciones, después se verá en el encadenamiento productivo quién puede suministrar productos de este tipo.
Hoy en fase de desarrollo, se proyecta que esta línea arranque el próximo año con la cadena Iberostar y “ya hemos trabajado en la contratación de elementos como absorbentes, revolvedores, bolígrafos y lápices. En la medida en que se vayan agotando los existentes, entrarán estos productos, pero la meta que tiene Iberostar es el 1ro. de enero de 2020”.
Despacito, poquito a poquito
La idea es incorporarlos al resto de las cadenas. “Los hemos llevado para que empiecen a hacer demandas y en algunos casos quedaron sorprendidos porque también buscaban dónde encontrarlos y felizmente Suchel Camacho había tomado la iniciativa en este cambio innovador”, destacó la jefa de ventas del avituallamiento hotelero de la empresa.
Suchel Camacho, surgida en 1990 como una asociación económica internacional, tiene como objeto social la producción y comercialización de productos de perfumería, cosmética, aseo personal y amenities hoteleros, fundamentalmente.
De acuerdo con María Eloína García Roig, vendedora de la parte hotelera, ubicada en la zona de Berroa, elaboran más de 500 surtidos de productos y más de 44 marcas, entre ellas las más conocidas se incluyen Mariposa, Alicia, Camerata, Vegueros y la nueva línea Blue Moon, que ha tenido muy buena acogida.
En los amenities no solo asumen las marcas hoteleras nacionales: Gran Caribe, Cubanacán, Islazul y Gaviota, sino también las internacionales Meliá, Iberostar, Memories, Blue Diamond, Ocean, Kempinski, Fiesta Americana, Believe y Pullman, entre otras.
“Producimos, comercializamos y entregamos semanalmente a los hoteles y este año esperamos alcanzar ocho millones de pesos convertibles como sustitución directa de importaciones.Trabajar con el esquema cerrado del Ministerio del Turismo les permite disponer del financiamiento necesario para la adquisición en el mercado externo de la materia prima que garantice la producción”, destacó Gómez.
De acuerdo con Yaimara Tristá Jiménez, directora de Logística del Ministerio de Turismo, en el sector, la Tarea Vida (Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático), “la integramos fundamentalmente al tema del consumo, trabajando todo lo que es biodegradable y compostable, buscando la integración, de manera que después que lo consumamos, se vincule con el Ministerio de la Agricultura o con la industria azucarera para encadenarnos y se pueda procesar el residuo del biodegradable y utilizarlo como abono y que al final pueden ser producciones de una gama de productos para nosotros mismos”.
