Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:34 pm
Con una contribución de más de 100 millones de dólares durante los últimos años por concepto de ventas y exportaciones de sus productos más renombrados y de mayor aceptación, como es el caso del Policosanol o PPG, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) se reafirma hoy como la institución insignia del sector en el país.
Significa que por medio de la comercialización de los productos resultantes de las investigaciones de este centro se logran financiar los gastos y también se realizan importantes aportes a la economía nacional, aunque el fin más significativo continuará siendo elevar la salud y la calidad de vida de la población.
Para ello cuenta con Laboratorios Dalmer, su entidad comercializadora, con una carpeta de múltiples y variados productos farmacéuticos, suplementos nutricionales y equipos médicos, la cual reafirma su papel multiplicador de resultados, esencialmente en función de la salud humana en Cuba y otras naciones del orbe.
Esa firma recién participó con un estand en la feria expositiva Productos Biofarmacéuticos: Desafíos del Tercer Milenio, la cual se efectuó de forma paralela al recién celebrado XVI Congreso científico del CNIC, ambos con un amplio programa de actividades.
La muestra, que sirvió para exhibir un grupo de productos biofarmacéuticos y tecnologías, contó con la participación de una veintena de empresas lo mismo nacionales que foráneas, comercializadoras y proveedoras de tecnología y equipamiento al CNIC en particular y otras entidades afines.
En entrevista con OPCIONES, Ivonne Fernández, directora comercial de Laboratorios Dalmer, explicó que la línea líder del centro son los productos naturales, que incluyen el Policosanol, también conocido como PPG, un derivado de la cera de la caña de azúcar registrado desde 1991 como reductor de los niveles de colesterol en sangre, el cual obtuvo la Medalla de Oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en 1996 y aún hoy mantiene su liderazgo.
Otros derivados de esencias naturales son el Vasoactol y Prevenox, ambos obtenidos a partir de la cera de la caña de azúcar, el Abexol de la cera de abejas, y el Palmex del fruto de la palma real.
Todos esos compuestos han sido registrados en Cuba como suplementos nutricionales, y tienen un carácter antioxidante, además de servir para tratar diversas patologías.
El Abexol, por ejemplo, tiene características citoprotector de la mucosa gástrica con un efecto antinflamatorio, muy útil en el manejo de afecciones gastroduodenales y procesos inflamatorios a nivel osteoarticular. El Palmex, precisó la experta, puede mejorar la sintomatología de la hiperplasia prostática benigna.
Cuentan también con una línea de productos a partir del uso del ozono para tratamiento de agua y de la terapia de enfermedades como retinosis pigmentaria, estomatológicas, hernia discal, papiloma virus y hongos, entre otras.
Se refirió Fernández a la reciente introducción en el mercado de un jabón de aceite de girasol ozonizado con propiedades bactericidas, un cosmético con muy buenas propiedades para su uso en el tratamiento de alergias o dermatitis.
A partir de la firma Dalmer, el CNIC comercializa equipamiento para el diagnóstico rápido microbiológico y equipos ozonizadores para tratar aguas industriales y domésticas.
La directiva exaltó el papel de este tipo de entidades que representan el cierre del ciclo lógico para poder hablar de eficiencia: investigación, desarrollo, producción y comercialización.
"Ese último paso en la carrera de relevo garantiza el verdadero impacto social y económico de nuestros resultados científicos, y por supuesto las cifras de exportación y ventas, que se consideran muy relevantes", afirmó Fernández.
Ejemplificó con las entidades y compañías comercializadoras y proveedoras de los productos del CNIC y demás instituciones de esta rama, presentes en la Feria, como la Empresa de Farmacia de Medicamentos del Oeste de La Habana, Tecnosuma, Heber Biotec, Vacunas Finlay, Censa, Biocen, IDICT, NSV, Tecnoplas, Cimab y Camcub.
En los últimos años, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas logró insertar sus producciones en mercados de Australia, Corea del Sur y China.
Un centro generador de salud y bienestar
Con un notable liderazgo en las esferas de productos naturales, vacunas, medio ambiente, diagnóstico microbiológico y el empleo del ozono en biomedicina y tratamientos industriales, el Centro Nacional de Investigaciones Científicas ha contribuido desde hace cinco décadas a elevar la salud y la calidad de vida en Cuba.
Los 50 años del CNIC coinciden con que ya toda la organización del sector biotecnológico y farmacéutico ha alcanzado un nivel superior de desarrollo, lo cual se demuestra con la creación del grupo Biocubafarma en 2012, presidido hoy por el doctor Carlos Manuel Gutiérrez Calzado.
Con la fundación de esa entidad se abrió una nueva era, no solo para la ciencia sino para el resto del país, pues desde entonces se ha convertido en el centro madre, una especie de "incubadora" de una serie de instituciones científicas y de investigaciones, que han impactado de forma muy significativa, en primer lugar, en la salud de la población.
Por ejemplo, han contribuido a la reducción de la mortalidad infantil y a la morbilidad por determinadas patologías, con vacunas y otros compuestos. Han logrado disminuir o eliminar enfermedades como la meningo encefalitis o la hepatitis B, entre otras.
La labor del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, como vanguardia de la ciencia en Cuba, fue destacada en el congreso por su directora general, Blanca Rosa Hung, quien señaló que su fundación el 1ro. de julio de 1965, marcó la historia de las ciencias en la Isla, en una década de acontecimientos y transformaciones radicales de las estructuras políticas, económicas, culturales y sociales del país.
Ese centro fue la primera institución multidisciplinaria creada para impulsar el desarrollo de esa actividad en Cuba, que materializaría el pensamiento del líder de la Revolución Cubana Fidel Castro, de que el futuro del país tendría que ser necesariamente de hombres y mujeres de ciencia, subrayó la doctora Hung.
"El CNIC -dijo- alcanzó en estas cinco décadas resultados en el desarrollo de medicamentos y suplementos nutricionales, investigaciones en las ciencias de los alimentos y agropecuaria, química orgánica e inorgánica, microscopía electrónica, neurociencias, y en la protección del medio ambiente".
También se incursiona en la determinación de la agresividad corrosiva en ambientes insulares y la protección de estructuras, equipos electrónicos y utilitarios médicos, el desarrollo de marcadores moleculares para el mejoramiento genético y la resistencia de las plantas.
En el CNIC se constituyeron las bases de las primeras investigaciones biotecnológicas en Cuba, puntualizó la especialista. Con el desarrollo de nuevos productos y como centro formador de generaciones de científicos, también dio origen a múltiples instituciones científicas y proyectos en esta rama.
Otros logros del centro son el sistema ultramicroanalítico SUMA, para el pesquisaje masivo de malformaciones congénitas, de importancia como parte del Programa Materno Infantil en Cuba; electroencefalógrafos y electromiógrafos cubanos y un corazón artificial, así como el primer electroaudiómetro objetivo del mundo, generadores de ozono para uso industrial y doméstico, y equipo para el diagnóstico rápido microbiológico, tecnología merecedora de la Medalla de Oro de la OMPI en 2007.
La Dirección de Medio Ambiente de este centro desarrolla múltiples servicios científico-técnicos para tratamiento de residuales y protección de materiales, entre ellos los dedicados a la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
A su vez, la Dirección de Enfermedades Infecciosas se halla en la etapa de los ensayos clínicos de fase dos de una vacuna cubana contra el cólera, proyecto que se realiza en conjunto con los institutos Finlay y de Medicina Tropical Pedro Kourí.
Siendo una de las entidades de las ciencias en Cuba con mayor número de patentes y artículos publicados en revistas científicas de prestigio internacional, en materia de formación de recursos humanos, el Centro ha capacitado en sus departamentos y laboratorios a más de 30 000 especialistas, de ellos, 389 obtuvieron el grado de Doctor en Ciencias.
Una cita que enaltece la salud
El destacado científico norteamericano, Kevin Spelman, de la Universidad de Maryland y especialista en investigaciones sobre plantas medicinales, consejero nutricional y consultor para la industria de productos naturales en EE.UU., impartió una conferencia magistral durante el XVI Congreso científico internacional del CNIC.
Licenciado en Bioquímica y doctor en Biología, el académico es experto en técnicas biomoleculares e investigaciones transdisciplinarias, miembro de 10 sociedades científicas y del comité editorial de varias revistas de prestigio internacional especializadas en medicina alternativa, cuenta con varios capítulos de libros y decenas de artículos publicados sobre evaluación toxicológica de productos de origen natural.
Precisamente la ponencia que presentó el estudioso sobre farmacología ecológica es resultado de más de 20 años de trabajo en áreas relacionadas con la medicina alternativa, según trascendió en el evento, al que asistieron cerca de 300 investigadores de más de 60 instituciones cubanas y 250 expertos de, al menos, 30 países.
El encuentro, que sesionó la semana última en el Palacio de Convenciones de La Habana, sirvió para conmemorar el aniversario 50 del CNIC.
Alrededor de 300 investigadores de más de 60 instituciones cubanas y 250 expertos de unos 30 países asistieron al congreso internacional del CNIC.
El Congreso incluyó la celebración del Simposio de productos naturales, centrado en química, farmacología, toxicología, evaluación clínica de medicamentos y suplementos nutricionales de origen natural; y también el VII Simposio internacional de medio ambiente, el cuarto sobre Enfermedades infecciosas y vacunas, y el octavo de Aplicaciones médicas del ozono.
Sesionó además la segunda edición del Simposio internacional de vigilancia tecnológica y el segundo taller internacional de estudios cienciométricos, así como los talleres internacionales sobre formas farmacéuticas terminadas y procesos industriales, e innovación y gestión del conocimiento, y el certamen de cine y video científico videociencia 2015.
El desarrollo en Cuba de candidatos vacunales contra enfermedades infecciosas fue uno de los temas fundamentales del foro que examinó las aplicaciones médicas del ozono, el tratamiento de residuales de la industria farmacéutica, los productos naturales para la terapia de afecciones crónicas e inflamatorias, corrosión, así como avances y perspectivas en el diseño de formas farmacéuticas terminadas.








