Las potencialidades del municipio de Cabaiguán, en Sancti Spíritus, fueron analizadas este jueves por el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante una visita de la dirección del país a ese territorio del centro de la Isla Autor: Estudios Revolución Publicado: 20/01/2024 | 09:26 am
Las alentadoras experiencias de Caibarién
Hay una frase martiana según la cual, si el Hombre sirve, la tierra sirve. En esencia el Maestro estaba apostando a la voluntad, más allá de cualquier adversidad material. Y en la Cuba de hoy pensar así, martianamente, puede llevarnos al crecimiento, tomando como punto de partida ese recurso natural del cual puede nacer casi todo lo que urge.
Por la importancia que reviste la tierra, este viernes en la mañana el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, comenzó su agenda de visita a Caibarién por la finca de cultivos varios perteneciente a la Empresa Agroindustrial municipal, donde apreció de primera mano cómo es que los productores exitosos aprovechan hasta el último palmo de superficie.
Al campesino Raúl Concepción Alfonso -de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) «Alberto Pis»-, y a Edgardo Díaz Hernández -director de la Empresa Agroindustrial Municipal-, el Jefe de Estado les comentó conceptos como la importancia de tener, primero que todo, buenas semillas; de diversificar cultivos, y de intercalarlos para que no quede resquicio a la maleza.
Acompañado del miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda -así como de las autoridades territoriales-, el Presidente Díaz-Canel llegó luego a la Casa de Cultivos «Dolores», de la Empresa dirigida por Edgardo. Allí se interesó por los rendimientos y por la estabilidad de los brazos que trabajan la tierra. Y en ese punto apareció Luis Mario Guerra, un cubano que usa toda su sabiduría para lograr todo tipo de frutos, y al que el presidente le reconoció el modo en que él piensa en grande.
Al frente de la Casa de Cultivos, Luis contó pícaramente que está esperando a que los vientos deterioren un poco más los techos que están sobre los surcos, para reponerlos. Debajo de esos techos, una acelga hermosísima provocó el justo elogio, y también una reflexión que por estos días el dignatario no se cansa de compartir: ¿Por qué unos logran estas cosas y otros no? Su respuesta no se hizo esperar: Porque los que triunfan «están centrados en el trabajo».
Limones que crecen; mañas para lograr frutabombas y guayaba; posturas cítricas traídas desde lejanos parajes. De todo eso hablaba, señalando a los surcos, el campesino Luis, a propósito de cuya entrega Díaz-Canel recordó que un breve pedazo de tierra puede dar mucho, y que si muchos hicieran para bien, la disponibilidad de alimentos en el país fuera mucho mayor.
La visita se extendió a la Finca «Las Papayas» -perteneciente a la Empresa Agroindustrial Azucarera «Heriberto Duquesne-; y a la minindustria «La Finísima» -de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) «Liberación de Caibarién»-, donde un cartel cercano a la entrada principal recuerda a todos que el éxito no es cuestión de suerte sino más bien saber esforzarse y mucho.
Las reflexiones en la Cumunidad de Cambaito
Cambaito es una comunidad en transformación. La próxima meta tiene que ver con su urbanización, pero ya se han hecho otros cambios que impactan, para bien, a los pobladores.
En el lugar, donde hay 867 habitantes, el mandatario visitó el nuevo Consultorio del Médico de la Familia, la farmacia, y la escuela primaria «Campaña de las Villas», donde una pionera entonó una canción transida de esperanza: “Todo lo que quieras -reiteraba la niña- lo podrás alcanzar”.
Fue justamente en el patio de la escuela donde el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista explicó al pueblo allí presente: «Estamos haciendo una visita y un recorrido por todo el país, donde en cada provincia estamos visitando un municipio en particular para ver cómo van los programas, sobre todo, de desarrollo económico y social; y después, con los cuadros principales de la provincia y los municipios, estamos haciendo un grupo de reflexiones sobre las prioridades de trabajo, por parte del Partido, para el año 2024».
«Después vamos a regresar en febrero, también a todas las provincias, para ya discutir con los territorios la implementación del Plan y el Presupuesto del 2024, y el seguimiento a las prioridades que estamos trabajando en este recorrido, que son, sobre todo, fortalecer la unidad, perfeccionar la labor ideológica, y el aseguramiento a la implementación de las medidas económicas que se han anunciado».
El Jefe de Estado añadió en su enumeración la realización de “un proceso que queremos hacer, de discusión, para superar desviaciones negativas que tenemos en la sociedad”. Y prosiguió: «Hemos estado visitando hoy un grupo de instituciones productivas en el territorio, que nos demuestran, sin que las cosas estén resueltas, que aquí mismo hay buenas experiencias».
Díaz-Canel elogió a «productores que son capaces de producir comida con eficiencia». E hizo énfasis: «Ahora lo que tenemos es que preguntarnos: ¿Por qué los otros que no lo hacen así, no logran transformarse?». En producir alimentos -razonó el mandatario- está la premisa para superar problemas como la inflación y los altos precios.
«Estamos -expresó en otro momento- aquí en la comunidad que está en transformación social, y donde conversando con algunos vecinos uno observa que hay una gratitud por las cosas que se han ido haciendo». Díaz-Canel mencionó a la farmacia, a la casita del médico, y al consultorio mejorado como logros que ofrecen mayor estabilidad a los pobladores.
«La transformación social, dijo, tiene que partir de la participación de la población”. Y expresó a los habitantes: “Ustedes tienen en la comunidad el Grupo de Trabajo Comunitario, que tiene que constantemente estar velando y estar haciendo control para que las cosas que hagamos se hagan bien, para que los recursos no se malgasten, para que no se roben los recursos y que a fin de cuentas podamos lograr los resultados que deseamos. Y si trabajamos así, sistemáticamente, poco a poco le vamos arrancando, como yo digo, pedacitos a los problemas que tenemos, no nos detenemos, y vamos superando dificultades».
Por ese camino andamos, enunció el Jefe de Estado: «No nos vamos a rendir, y vamos a superar el bloqueo recrudecido, con nuestro propio esfuerzo y con nuestro propio talento. Y ahí están las fuerzas; y esas experiencias que hemos visto aquí en el recorrido nos demuestran que sí lo podemos hacer porque hay gente con voluntad, con talento, con inteligencia y sobre todo con deseos de hacer cosas. Ahora lo que tenemos es que multiplicar y apoyar eso entre todos».
Sobre las medidas recientemente anunciadas por la dirección del país, el Presidente cubano pidió a todos que “sigan muy al tanto, ahora, de todas las explicaciones que se están dando”. Ninguna medida, aseveró, «se va a aplicar hasta que no estén creadas las condiciones para aplicarla”, y ninguna va a dejar desamparado a nadie, porque para cada una que se implemente “se está analizando qué sectores pueden tener alguna vulnerabilidad”, y “tendrán tratamiento especial todas las personas que puedan tener alguna afectación».
La medidas, enunció, se irán aplicando gradualmente. Para eso, aseguró, se están estudiando todos los estados de opinión, todas las dudas, y con eso se sigue explicando y se siguen haciendo ajustes para la implementación de cada idea.
Otros logros en los municipio, y otras palabras necesarias
Previamente a la reunión con las autoridades del municipio, la dirección del país estuvo en otros espacios de franca referencia, como la fábrica de confituras de Caibarién -armada de una modernísima tecnología-, o la Casa de Abuelos «Dionisio Rivero Montalvo», donde reina la pulcritud y los 25 cubanos que mucho han vivido y se benefician del centro están contentos.
Fue allí donde la abuela Ana María Mallonada , nacida el 21 de enero de 1923, dijo a Díaz-Canel Bermúdez, desde una lucidez admirable, que ya no se siente sola, que juega dominó, baila, canta y se comunica con todos, desde hace veinte años, en la que ella considera su segunda casa. Y también fue allí donde un abuelo marcado por la pasión dijo al mandatario: «Tenemos en usted la máxima confianza; nuestro país va a salir adelante».
El cierre de un día lleno de experiencia alentadoras tuvo lugar en la sede municipal del Partido Comunista, donde se hizo un análisis objetivo, con énfasis en los problemas todavía no resueltos.
«Esta visita que hoy estamos realizando forma parte del sistema de trabajo del Partido», expresó hacia el final del encuentro el miembro del Buró Político, Roberto Morales Ojeda, quien además resaltó que lo que se busca con estos recorridos es estar más cerca de los territorios, de la voluntad del desarrollo local. «Lo más importante en esta ocasión, dijo, es ver las buenas experiencias, para ver cómo pueden generalizarse».
Morales Ojeda destacó que el año 2023 ha sido un año de mucho trabajo, y que no sería justo dejar de reconocer el papel desempeñado por el pueblo cubano; y en primer lugar, por los cuadros. Al mismo tiempo, afirmó: «Debemos tener una gran insatisfacción» ante lo que no está resuelto.
El dirigente partidista reflexionó sobre el valor que entrañan la conciencia revolucionaria, la firmeza ideológica para avanzar, como ha expresado el General de Ejército Raúl Castro Ruz, combatiendo y venciendo. Y resaltó que hay que ir rebasando la etapa de implementación de las ideas trazadas, para pasar a logros tangibles.
Para avanzar como se quiere -razonó el Secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista- es vital resolver deficiencias del sistema de trabajo de la organización política. Y en ese punto de su intervención habló sobre la labor con los jóvenes, la influencia en la comunidad, la política de cuadros…: «Lo primero que le toca al Partido -resaltó- es su funcionamiento; y aquí hay reservas, porque aquí en este pueblo hay mujeres y hombres que se levantan todos los días a dar lo mejor de sí».
En otro momento de sus palabras Roberto Morales Ojeda hizo referencia a la importancia de estremecer al país desde lo económico, y también desde lo espiritual. Y dijo: «Nosotros vamos al socialismo, no hay vuelta atrás»; y no pasó por alto que la mejor manera de hacer trabajo político-ideológico es dar el ejemplo.
De reforzar los mejores valores -uno tan vital como el de la laboriosidad-; de enfrentar el bombardeo constante de la maquinaria mediática que gravita sobre los más jóvenes, y sobre la población en general; de no dejar de trabajar con quienes están confundidos habló Morales Ojeda, quien además recordó que solo puede defenderse bien aquello en lo cual se cree.
Por su parte el Presidente Díaz-Canel compartió una intervención que incluyó temas tan medulares como la necesaria unidad -de la cual habló el General de Ejército Raúl Castro Ruz en su discurso por el aniversario 65 de la Revolución cubana-; y alertó que si el pueblo no participa en cuanto se haga, no habrá unidad.
El Jefe de Estado volvió sobre el valor que hay en resistir e ir más allá de esa voluntad: hay que salir adelante combatiendo, resaltó; y compartió su certeza de que hay suficiente dignidad, talento e inteligencia para salir de las dificultades, y hacerlo resistiendo y creando.
Sobre las medidas recientemente anunciadas, el dignatario las calificó de «necesarias e impostergables». Son más que todo, definió, medidas de reordenamiento de los ingresos, que buscan organizar macroeconómicamente al país, que están pensadas no contra el pueblo sino ante todo hacia el pueblo, y enfocadas en fortalecer la economía para tener más desarrollo social.
«Aquí no va a ocurrir un milagro», y aseguró: «Tenemos que trabajar, tenemos que producir riquezas para poder distribuirlas con justeza», pues ese es el modelo del socialismo cubano.
Díaz-Canel alertó que los enemigos de la Revolución están muy interesados en sembrar la matriz de que las medidas significan desesperanza, desamparo, desaliento. Él expresó que se trata de todo lo contrario, que lo que se busca es la confianza y la seguridad.
Sobre los enemigos de la Revolución el mandatario afirmó: Les interesa que fracasen esas medidas, eso es lo que quieren, pero nosotros tenemos que defender nuestras verdades.
Sobre el éxito de las medidas, el Jefe de Estado comentó que todo dependerá de la capacidad con la cual los cubanos sean capaces de implementarlas adecuadamente. Y sumó a esa idea otra reflexión: el país está atendiendo 32 programas sociales, en uno de los momentos más difíciles. Ahí están, señaló, las Casas de Abuelos, los hogares maternos, los círculos infantiles, «entonces, ¿cómo si se protegen los programas sociales, alguien puede pensar que se va a desproteger a la población?».
Especial espacio en su intervención dedicó el Presidente cubano a la necesaria corrección de tendencias negativas en la sociedad de hoy: razonó que en todos estos años, con la complejidad hacia lo interno, y también en un mundo marcado hasta por conflictos bélicos, se han acumulado fenómenos que son desviaciones dentro del modelo de construcción socialista.
La Revolución, razonó el Jefe de Estado, siempre ha tenido la vocación por rectificar lo que no se ha hecho bien. Ahí está, como referencia, el proceso de rectificación de errores y tendencias negativas que vivió Cuba en los años 80 del siglo XX. Estamos en un momento de rectificación, aseguró el dignatario, quien seguidamente enumeró fenómenos como la indisciplina laboral o social, la falta de ejemplaridad en un grupo de cuadros, haber dejado de utilizar adecuadamente las estimulaciones morales destinadas a los trabajadores, no aplicar el principio de pago por el desempeñado laboral, mala calidad en los servicios, deficiencias en ámbitos vitales como los de la Salud y la Educación, desigualdades que se acrecentaron…
Vamos a propiciar, propuso el Jefe de Estado, discusiones sistemáticas que aborden los principales problemas, que analicen comportamientos individuales y colectivos en el seno de la sociedad cubana. Ese, razonó, será el camino para que el país avance.
