Miércoles
18 de Junio  2025 

Siguaney no es solo cemento gris

El intelecto y la creación de técnicos y especialistas de la empresa cementera de Sancti Spíritus han hecho realidad proyectos inmediatos, que incluyen morteros y cementos especiales, con el fin de diversificar las producciones


Jueves 18 de Agosto de 2022 | 10:25:46 PM 

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Pastor Batista/Escambray

Por días el ruido ya no es tan intenso, ni de las narices de las chimeneas sale tanto humo, tan pocos como lo permite el desabastecimiento de insumos para dar mantenimiento a la industria, algo que se siente en el corazón de la Empresa de Cemento Siguaney, pero se buscan soluciones para sortear esos inconvenientes y evitar largas interrupciones.

Eso lo sabe bien el ingeniero Saúl Rodríguez Pérez, director técnico de la empresa, quien lleva décadas “rompiéndose la cabeza” para echar a andar una fábrica con más de media centuria a cuestas, llena de máquinas viejas y una obsolescencia tecnológica que apenas permite producir para los destinos imprescindibles.

Las cosas han cambiado desde aquel 1971 en que comenzó la industria cementera espirituana, pero sus hornos, hechos para procesos húmedos, todavía resisten.

“Como muchas entidades en el país, a tono con la situación se intenta diversificar las producciones, lo que no quiere decir que se detenga la fabricación, que continúa, aunque existen paralizaciones coyunturales. Actualmente se produce cemento y el clínker se trae de Cienfuegos, con la variante de que estamos usando ladrillos refractarios recuperados de otros lugares en espera de que se concrete su importación, pues no se fabrican en Cuba. Existe, además, la posibilidad de exportar cemento blanco a través de IMECO”, detalla Saúl.

Más opciones con la diversificación

En medio de un escenario tan complicado, técnicos y especialistas han interiorizado la necesidad de aprovechar todas las potencialidades de desarrollo permitidas por las alternativas que se puedan crear a partir de lo que aporte la fuerza técnica.

“Como disponemos de una cantera de piedra caliza y arcilla, así como el cemento que fabricamos nosotros mismos, también se decidió incursionar en la producción de morteros. En el mundo se fabrican 18 variedades, aquí se pretende lograr alrededor de seis: de estuque fino, terminación, de repello, para colocar ladrillos y bloques y los coloreados, una práctica universal con el objetivo de que tras la terminación no haya necesidad de pintar”, apunta el especialista.

A juicio de Gonzalo Reina, director general de la Empresa de Cemento Siguaney, las potencialidades de la entidad alcanzan para producir bloques para lo cual el accionar de los técnicos se ha puesto en marcha a fin de fabricar una máquina ponedora, con el aliciente de que el árido está a 100 metros y más allá espera por la piedra un molino triturador y pulverizador.

“Esas prerrogativas permiten más adelante la puesta en marcha de un plan dirigido a la elaboración de losas hexagonales y adocretos, algo que solicitan mucho desde la Zona Especial de Desarrollo Mariel, así como adoquines, balaustres y celosías, sin descartar la posibilidad de adentrarnos en el mundo de oportunidades que ofrece todo lo que se puede hacer con el hormigón”.

A modo de novedad, revela Saúl, existe un proyecto para fabricar cementos especiales que tienen gran demanda por las características específicas que tiene el que se fabrica en Siguaney, que es el más apropiado para cementar los pozos petroleros que se perforan en Cuba. Además pueden reportar en ahorro de financiamiento, ya que los adquiridos son productos que llevan componentes importados sumamente caros.

“Están por ejemplo los cementos G y H fabricados para pozos de petróleo que estén a una profundidad de hasta ocho kilómetros, que requieren de una estructura para preservar el hoyo y al mismo tiempo impedir la expansión del gas junto a otros incidentes que puedan pasar en un espacio tan extenso. Es este uno de los más importantes por su impacto, sin dejar de mencionar el 4A, un producto utilizado por la Oficina del Historiador de La Habana, porque es resistente a los sulfatos y cloratos provenientes del agua de mar, y se usa sobre todo en la rehabilitación de las zonas aledañas al malecón con aditivos que lo hacen muy impermeable”, explica.

Desechos utilizables

También es un hecho la utilización de aceites usados y lodos petrolizados desechados como combustible, para lo cual se construyó un camión cisterna y se programa la construcción de otros dos para formar una flotilla y así trasladar todo lo que generan la refinería espirituana y los talleres automotores, estrategia que ahorra cientos de toneladas de crudo.

“En ese mismo camino está el empleo de la máquina trituradora de neumáticos a modo de combustible en la industria. Por cada dos y media toneladas de polvo de goma, se ahorra una tonelada de combustible con destino a la combustión, ya que su poder calórico es bastante alto”, apunta Rodríguez Pérez.

La Empresa de Cemento espirituana se debate entre las alternativas nada fáciles que les da un viejo equipamiento proclive a roturas, interrupciones, unido a la falta de insumos y herramientas que les dificultará llegar a las 80 000 toneladas planificadas para el año en curso. Todas esas producciones alternativas, en general buenas y loables, están para mitigar la carencia de cemento, por lo cual, además de remiendos y búsqueda de ladrillos por toda Cuba para echar a andar sus hornos, Siguaney tendrá que esperar por un proceso inversionista, algo que no está a la vista por la prioridad de la nueva fábrica que se construye en Santiago de Cuba y la modernización de la industria de Nuevitas. (Tomado de Escrambray)

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