Atraídos por las opciones para practicar el senderismo ecológico, los deportes náuticos y encontrar el retiro ideal para el descanso, los visitantes foráneos llegan a Villa Guajimico, ubicada en el kilómetro 42 de la vía que une a la ciudad de Cienfuegos con Trinidad.
Los encantos naturales de este sitio cautivan cada vez más a amantes de la aventura y el descubrimiento, durante cortas estancias a su paso por La Perla del Sur, urbe cubana distante a unos 250 kilómetros de La Habana.
La instalación recibe durante todo el año el arribo de clientes de Francia, Canadá y Holanda, entre otros mercados externos fascinados por los paisajes de montaña y mar, las peculiaridades del clima tropical y la apacibilidad de la zona, en total armonía con el entorno.
Entre los atractivos principales del lugar se cuentan las excursiones a las cuevas Grande y La Virgen, ambas con sendero establecido y apto para la exploración, en una travesía fascinante con tiempo de duración aproximado de una hora y media.
Durante el recorrido es posible observar ejemplares de la flora como la caoba, el jagüey, la yayajabita o la ceiba; además de avistar especies de la avifauna cubana como el tocororo, el negrito, el pitirre, el tomeguín de la tierra y el carpintero churroso.
Otra oferta a considerar es la visita al restaurante La Vega, a 11 kilómetros de la villa, donde unido a la exquisita comida criolla, el vacacionista puede disfrutar de una cabalgata a caballo.
La actividad náutica resulta también una de las atracciones de mayor demanda, motivada por el interés de admirar los fondos marinos mediante programas en diferentes modalidades: buceo, snorkel, paseo en kayak o catamarán.
Las condiciones óptimas de la plataforma marina convierten la experiencia en uno de los momentos más estimulantes y memorables de la estadía en este destino.
Desde el lugar son organizados otros recorridos al sendero natural El Nicho y los centros históricos de Cienfuegos y Trinidad, declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Dispuestas para el descanso existen 54 habitaciones independientes, dispersas en terreno irregular, con climatización, baño, televisión por cable, teléfono y minibar. Igualmente se ofrecen servicios de restaurante, piscina, sala de juego y snack bar.
La escultura de un indio a la entrada de la instalación y un robusto ejemplar de aguacate cimarrón con más de 400 años, muy próximo a la piscina, se suman a los símbolos distintivos de Guajimico, nombre aborigen que significa lugar de los peces.
El contacto directo con la naturaleza deviene la principal carta de presentación de esta villa, cercana a los 20 años de explotación para el turismo internacional, y espacio de preferencia para quienes optan por mantener una conducta de admiración y respeto hacia el medio ambiente. (Agencia Cubana de Noticias)