Autor: Osvaldo Gutiérrez Publicado: 21/06/2021 | 09:27 pm
Los productores cubanos intensifican las atenciones culturales a la papa, producto altamente demandado y que a finales de febrero debe comenzar su comercialización liberada en mercados estatales y placitas.
"Para minimizar las afectaciones en los rendimientos y en la cosecha, los agricultores disponen de medios de control biológico de malezas y otros agentes dañinos", aseguró Gilberto Díaz López, director nacional de Cultivos Varios en el Ministerio de la Agricultura (MINAG).
El directivo reiteró el llamado al cumplimiento estricto y diario de las normas técnicas, del trabajo fitosanitario y de otros aspectos integrales de la gestión agrícola.
Gran cantidad de divisas invirtió el Estado en la compra de simientes de alta calidad, que posibilitan obtener rendimientos de 22 toneladas por hectárea; también se adquirieron fertilizantes y plaguicidas.
Al respecto, Nelson Lorenzo Hernández, especialista de papa en Mayabeque, una de las provincias de mayor aporte a la producción nacional, afirmó que en la presente campaña se plantaron 736 hectáreas en las unidades con mejores condiciones para el cultivo, con alta eficiencia y rendimiento en su gestión.
Campesinos como Michel Pérez señalaron la importancia del cumplimiento del plan de siembra y la preparación del suelo. "Si no se hacen estas labores en el tiempo óptimo, se corre el riesgo de que te sorprendan las altas temperaturas y con ello la aparición de mayor cantidad de parásitos, lo cual obliga a multiplicar las acciones de control", dijo.
Conocedores de la materia, como Oscar Solano, jefe del Centro de Meteorología Agrícola, manifestaron que el cambio climático obliga a la comunidad científica a buscar variedades resistentes a las altas temperaturas y las precipitaciones.
Precisó que después de 2030 se podría afectar notablemente la producción de papa, dado el aumento considerable del calor en el planeta.
Estas condicionantes climatológicas exigen a los productores, directivos y personal involucrado en el aseguramiento material, desde la siembra hasta la cosecha, a realizar las tareas con el más exacto apego a las cartas tecnológicas.
"Para el actual año se sembraron 5 575 hectáreas de papa en los territorios comprendidos desde Artemisa hasta Ciego de Ávila, donde los suelos reúnen las mejores condiciones", indicó José Luis Román Quesada, jefe del departamento de Viandas del MINAG.
Esa cifra es menor a lo plantado en campañas precedentes y responde a la estrategia del sector para revertir las pérdidas económicas ocurridas en 2011, año en el cual se dejaron de producir 11 000 toneladas.
Hay quienes reclaman que la comercialización de la papa debería ser nuevamente normada, ya que así todos pueden recibir cierta cantidad del producto y se evita que en las placitas sea acaparada por revendedores y trabajadores por cuenta propia.
Conocida también como patata, junto con el trigo, el maíz y el arroz, ese cultivo es uno de los alimentos básicos de la población mundial.
El rendimiento promedio por hectárea ronda entre 15 y 20 toneladas, aunque los mejores resultados se obtienen en Bélgica, Holanda, Estados Unidos y Alemania, por encima de 35 y hasta 44 toneladas.
