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Balneario de Ciego Montero: Una joya para la salud

Hasta el Balneario de Ciego Montero (BCM) Jesús Montané Oropesa, de la provincia de Cienfuegos, arriban cada año cientos de pacientes en busca de mejorar la salud


Jueves 04 de Agosto de 2016 | 12:00:00 AM 

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Hasta el Balneario de Ciego Montero (BCM) Jesús Montané Oropesa, de la provincia de Cienfuegos, arriban cada año cientos de pacientes en busca de mejorar la salud.

Entre ellos se encuentra Eleodora Caridad Gómez Díaz, quien llegó a la institución procedente de la cabecera provincial aquejada de diversas dolencias.

Alega que el mejor tratamiento que ha recibido son los baños en las aguas medicinales del centro y, además, dice sentirse muy bien cuidada y sosegada, no solo por la tranquilidad de este lugar en las afueras del pueblo, sino por la atención de todo el personal de servicio y los médicos.

La instalación de salud se localiza en el Consejo Popular Arriete-Ciego Montero, en el municipio de Palmira.

Las aguas de dicha zona tienen hasta 40 grados Celsius, estas son cloradas y sódicas, con características sulfurosas, y se destinan, mayormente, a los padecimientos neurológicos, reumatológicos y dermatológicos. Es la única de su tipo en el país perteneciente al Ministerio de Salud Pública con sistema de alojamiento.

Desde la historia...

El balneario no siempre estuvo allí, aunque sus manantiales corran desde hace siglos.

La tradición oral cuenta que en el ingenio Recurso, uno de los esclavos presentó una erupción en la piel, por lo cual fue expulsado de la hacienda. Durante ese tiempo se bañó en los pantanos de la finca Príncipe Alfonso y notó una enorme mejoría.

Luego de conocer esta historia uno de los hacendados cercanos a la finca decidió comprarla con el objetivo de curar a su hija, aquejada con los mismos síntomas de aquel.

El lugar pasó por varios propietarios hasta el triunfo de la Revolución en enero de 1959, cuando el terreno fue donado por Andrés López Samper al gobierno cubano.

Entre 1997 y 1998 fue objeto de una gran reparación y desde el 2002 el balneario lleva  el nombre de nombre Jesús Montané Oropesa, en honor al esfuerzo y apoyo de  quien  impulsó el desarrollo del termalismo en la Isla, argumentó Benjamín Acuña Álvarez, director del centro.

A 40 grados celsius

A principios de 2011 comenzó un proceso de reconstrucción que duró hasta septiembre de 2015 y en el cual se trabajó en el cambio del 80% de la carpintería de madera por aluminio; la cubierta y falso techo del edificio principal y la ampliación de la sala de fisioterapia para llevarla al doble de sus capacidades, refirió Acuña Álvarez.

Igualmente se laboró en el enchape de pisos, baños y piscinas; la construcción del ranchón y la reparación de la red hidráulica y sanitaria y del cercado perimetral, agregó.

Actualmente, el BCM, que conserva su estilo arquitectónico, posee una capacidad de 24 habitaciones para 55 pacientes, quienes pueden acceder al alojamiento de 14 días por un costo de 38 pesos la noche, e incluye desayuno, almuerzo y comida.

Hay otros cuartos que poseen mayor confort con aire acondicionado y mini-bar a 50 pesos, señaló Acuña Álvarez.

En el BCM existen diversos manantiales que han posibilitado la creación de varias piscinas, tanto individuales como colectivas. En todos los casos con temperaturas superiores a los 33 grados Celsius, entre los que se destacan los Baños de Chapapote, los manantiales Purísima Concepción, Santa Lucía, La Caridad, el Manantial de Agua Digestiva, El Salado y el Purgante o Del Puente.

Aunque sirven para sanar disímiles dolencias, la estancia en exceso en las albercas puede provocar reacciones adversas.

A la entrada del inmueble existe otro manantial, bautizado por el imaginario popular como el "El Chorrito. En este, el agua brota de un pequeño chorro permanente, tiene más de 40oC de temperatura y un alto contenido de azufre.

Cuando las gotas comienzan a caer sobre la piel, uno piensa que va a quemarse, pero pasados unos minutos sientes que surte efecto y comienzas a percibir una enorme mejoría.

Se arregló El Laguito, que es un sitio de esparcimiento en el cual los ingresados juegan dominó o leen y El Ranchón, donde esperan por la fisioterapia y realizan las dinámicas de grupo. De la misma manera, se habilitó un área para la fangoterapia, que consiste en el empleo del fango con fines medicinales y que tiene propiedades curativas; sin embargo, hace meses que este no se recibe, por lo que no se puede realizar dicho procedimiento, agregó el directivo.

Bañoterapia: la mejor opción

Para el ingreso en la institución, se reciben las solicitudes de los pacientes por remisión del fisiatra a nivel provincial.

Emilia Luisa Zamora Escalona, especialista en Medicina Física y Rehabilitación, explicó que los pacientes que presentan algún tipo de patología con necesidad de tratamiento termal asisten a la consulta que radica en el Centro Especializado Ambulatorio y son evaluados por un equipo multidisciplinario conformado por dos fisiatras y una clínica.

Aquí se valora y se determina si  es factible o no que pase por dicho proceso, añadió.

Una vez en el BCM, son evaluados por la dirección y los especialistas, y de acuerdo con las capacidades con las que se cuente  y a los problemas reales de salud de las personas, se les dan las reservaciones.

La instalación médica cuenta con una fisiatra, una psicóloga, un podólogo, cuatro enfermeras y cinco tecnólogos de la salud, y el resto del personal de servicio para el cuidado de los pacientes.

La doctora Marlene Torres Gómez, fisiatra, refirió que el tratamiento principal es la bañoterapia, que es la utilización de las aguas mineromedicinales con fines terapéuticos.

Las patologías más tratadas son las del sistema óseo-articular, y se atienden también enfermedades neurológicas y dermatológicas; son valorados por un fisiatra y de ahí remitidos a una consulta de hidrología médica, quienes deciden si el paciente necesita o no ser atendido en el balneario, indicó Torres Gómez.

Las actividades fundamentales del tratamiento oscilan entre la fisioterapia, la peloidoterapia (fango medicinal), la helioterapia, los ejercicios terapéuticos, la gimnasia, la acupuntura, la electroterapia, la terapia conductual y la psicoterapia.

Además de esto, se realizan otro grupo de actividades fisioterapéuticas y psicológicas.

Lidia González Yurubí, licenciada en Psicología,  afirmó que el plato fuerte del balneario son las aguas, todo lo demás es complementario. Con los pacientes se realizan dos actividades: en la mañana, la psicoterapia, entre ellas la relajación unida a la música, con una duración de 15 minutos; y en la tarde la dinámica de grupo.

“Les doy charlas educativas, les llevo reflexiones, pongo en práctica juegos de participación... al inicio se hace la familiarización donde cada paciente se presenta para que se vayan conociendo; esta sirve como terapia y medio de información del centro”, refirió González Yurubí.

“Ingreso cada tres meses, desde que me trato aquí la presión la tengo estable. La atención es excelente, espero que se mantengan así y que sigan con la prestación de esos servicios que tanto ayudan a mejorar la calidad de vida, especialmente de los adultos mayores”, agregó Gómez Díaz, la primera en conversar con la ACN.

A casi dos siglos  de la leyenda del esclavo enfermo que se curó con las aguas de los pantanos del actual "Chorrito" y del descubrimiento de las propiedades de las aguas minero-medicinales del BCM, todas las personas que llegan hasta allí, alegan sentirse fascinadas por esta historia, pero sobre todo por el efecto real y beneficioso de estas aguas. (ACN)

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