Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:24 pm
Luego de llegar este martes al vencimiento del “programa de rescate" cocinado por la troika y del reembolso al Fondo Monetario Internacional (FMI) casi 1 600 millones de euros, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, comunicó al ejecutivo griego una nueva propuesta de los acreedores de la cual, sin conocer los detalles, algunos medios locales avanzaron mejoras en materia de pensiones e impuestos, así como la inclusión de una reestructuración de la deuda.
Este 30 de junio, Atenas había advertido de su impago de no alcanzarse un acuerdo satisfactorio para las partes, pero amarrados a su proceder de plantear las propuestas, los acreedores presionaron al primer ministro griego, Alexis Tsipras, para que aceptara por escrito las condiciones antes de la reunión extraordinaria del Eurogrupo e hiciera campaña en favor del "Sí", de cara al referéndum convocado el domingo 5 de julio.
Recordemos que solo de ese modo, el bloque euro podría decidir aplicar o no, en octubre venidero, su compromiso, expresado en 2012 de extender el vencimiento de préstamos griegos y rebajar y aplazar el pago de los intereses.
El Gobierno mostró su intención de estudiar los términos de la propuesta, pero al mismo tiempo expresó claramente la voluntad de escuchar y respetar la decisión del pueblo griego y que, a la espera de encontrar una solución viable, "Tsipras votará No el domingo", tal y como suedió.
También el viceministro de Relaciones Exteriores y responsable del equipo negociador griego, Euclides Tsakalotos, se refirió a la consulta al asegurar que "el ejecutivo helénico ve el referéndum como parte del proceso de negociación, no un sustituto de ella, y espera que aporte una mayor flexibilidad (en los acreedores) para los días venideros", aclarando que la intransigencia de las instituciones europeas la que impidió alcanzar algún tipo de acuerdo y la que condujo a la grave situación de crisis en la que se encuentra el país.
Por su parte, ayer la viceministra de Finanzas, Nadia Valavani, dejó bien claro que Grecia solo pagará al FMI si se encuentra una solución de urgencia aceptable, la cual podría proceder de los 1 800 millones de euros de los beneficios de bonos griegos en 2014 y retenidos por el Banco Central Europeo (BCE).
Y mientras se registraba el pulso entre las instituciones acreedoras y el gobierno de Grecia, los bancos amanecieron por segundo día cerrados, con un límite de 60 euros para disponer en efectivo desde los cajeros automáticos, lo cual crea cierta preocupación e incertidumbre entre la población. El BCE decidió no aumentar los créditos temporales que se conceden a los bancos griegos para ayudarles a mantener la liquidez, lo que tras las elevadas salidas de depósitos de las últimas semanas puso en riesgo la situación de las entidades financieras.
Ate la medida, la respuesta helena vino a través de su primer ministro, quien culpó al Eurogrupo de esa decisión al no aceptar la solicitud de Grecia de ampliar la prórroga del rescate por unas semanas, con el objetivo de poder celebrar el referéndum sobre la propuesta de los prestamistas en ausencia de presiones externas. El gobierno adoptó una serie de medidas que van desde la gratuidad del transporte urbano en la capital hasta el 6 de julio de este año y una moratoria temporal en el pago de diferentes tasas e impuestos municipales, entre otras, en aras de no sobrecargar a los ciudadanos griegos.
Paralelamente se orientó abrir un millar de sucursales bancarias por todo el país para atender a los pensionistas, que acaban de recibir sus retribuciones, pero que no cuentan con tarjetas con las que conseguir efectivo desde los cajeros automáticos, mientras que estos jubilados podrán retirar hasta 120 euros, el doble de la cantidad diaria estipulada para el resto de los ciudadanos, y el compromiso de los bancos para emitir de forma inmediata las tarjetas requeridas por los miembros de este segmento. (S.E.)
