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Relaciones entre Arabia Saudita y Cuba por caminos excelentes

Embajador del Reino de Arabia Saudita en La Habana augura que la colaboración entre los dos países seguirá fortaleciéndose


Jueves 02 de Octubre de 2014 | 12:00:00 AM 

Autor

Hedelberto López Blanch

A tres años y medio de abrir la primera sede diplomática en Cuba y ser designado embajador del Reino de Arabia Saudita en La Habana, el señor Saeed Hassan Saeed Aljomae se siente satisfecho por el avance logrado en las relaciones entre ambas naciones y augura que seguirán fortaleciéndose continuamente.

En conversación sostenida con OPCIONES, Saeed Aljomae significó que desde la apertura de la embajada de Cuba en Riat, en 2007 y la de Reino en la Isla, en 2011, las relaciones han tomado un camino excelente en las esferas de la salud, la colaboración y la cultura.

Indicó que la amistad entre ambos países no es fruto de algunos años, sino que se remonta a más de 50 años y agradeció al Gobierno cubano por la buena acogida y la ayuda que le prestaron desde su llegada a La Habana como primer embajador en Cuba del Reino, en toda su historia.

En la colaboración económica bilateral, el Reino, por medio del Fondo de Desarrollo Saudita, ha ofrecido financiamiento de 40 000 000 de dólares para la rehabilitación de las redes hidráulicas de La Habana y de Camagüey. Asimismo, añadió, hay un crédito que se brindó a la Mayor de las Antillas para que adquiera productos petroquímicos sauditas y existen otros proyectos, como el de la reparación de algunas edificaciones en La Habana.

Antes de la apertura de la sede, el Reino había otorgado un prestámo para la rehabilitación de hospitales materno-infantiles, pues creemos es un deber apoyar a nuestros amigos cubanos, puntualizó.

En la esfera cultural, esta nación árabe participa todos los años en la Feria Internacional del Libro y su pabellón ha alcanzado en los dos últimos años el primer lugar por su diseño, presentación y contenido. Para el diplomático, esa fiesta es un verdadero puente de amistad para que el pueblo cubano conozca más sobre la cultura y la historia saudita.

Al hablar sobre el desarrollo económico de su país, informó que el Reino, con una extensión de 1 960 582 kilómetros cuadrados y una población de 30 millones de habitantes vive una etapa de esplendor, posee la segunda mayor reserva de petróleo, es el más grande exportador mundial de crudo y el sexto productor de gas.

Agregó que ocupa la posición número 19 entre las economías del orbe, cuenta con 5 000 industrias que producen diversos productos, alimentos y equipos, y posee la mayor fábrica mundial en la rama petroquímica. Esta cantidad y diversidad de industrias permite que los jóvenes encuentren fácilmente acceso a fuentes de trabajo y el desempleo se sitúa a menos de 3 % de la población.

La educación es gratuita; hay alrededor de 5 000 000 de estudiantes y anualmente se gradúan entre 600 000 y 800 000 en los diferentes niveles. Además, a los que cursan estudios superiores se les otorga un estipendio mensual.

También existe un programa denominado Estudio de los Recintos Sagrados, que reúne a unos 100 000 jóvenes quienes estudian en el exterior, disgregados en cinco continentes y sus resultados redundan en beneficio del Reino, pues a su regreso conocerán y entenderán la cultura de España, China, Francia, Corea, Estados Unidos, entre otros.

En salud tiene uno de los primeros sistemas más modernos de los países árabes, pero debido a su extensión, aun necesitan más médicos. En ese sentido, comunicó que 35 galenos cubanos laboran en ese país desde enero de 2014 y se hacen las coordinaciones para el envío de un segundo grupo.

Al abundar sobre las características geográficas explicó que por su tamaño se puede comparar con un continente pues rebasa la superficie de Europa Occidental, y no está completamente desértico, como imaginan algunos.

Cuenta con una gran zona agrícola en la parte sureña, que tiene las mismas condiciones que Cuba en cuanto a fuentes hidráulicas, clima y naturaleza. En el norte están los mayores viveros de flores, las que se exportan a Holanda y otras ciudades.

En la zona central, donde se encuentra el desierto, se halla la mayor producción de dátiles del mundo ya que los habitantes de Arabia Saudita convirtieron esa árida región en terreno fértil, lo que ha significado una gran inversión, enfatizó.

Al referirse a la religión, manifestó que Arabia Saudita es el corazón del mundo islámico, debido a los sitios históricos ubicados en el territorio, como son la Meca y la Medida, los cuales visitan anualmente entre 20 y 30 millones de creyentes para rendirles tributo.

La Meca, donde nació el profeta Mahoma, fundador del Islam, es la más importante de todas las ciudades santas de esa religión.

Mahoma vivió en la ciudad alrededor del año 570 y hasta el 622, cuando tuvo que abandonarla debido a la persecución religiosa y se refugió en Medina. En esta ciudad murió 10 años después y fue enterrado en el patio de su casa, que luego se convirtió en la Mezquita del Profeta o Mezquita Masjid al-Nabawi, la segunda en importancia después de La Meca.

La historia refleja que antes de que Mahoma predicara el Islam, La Meca era ya una ciudad santa, con varios lugares de importancia religiosa, entre esos el más destacado de todos es la Kaaba, santuario donde se guarda la Piedra Negra, hacia la cual los musulmanes se dirigen para hacer sus oraciones. Se dice que la Piedra Negra le fue dada al profeta Abraham por el arcángel Gabriel. Durante la peregrinación a La Meca, los creyentes han de dar siete vueltas a la Kaaba.

Otros lugares de importancia de la ciudad son el Palacio del Gran Jerife, el sepulcro de Abraham, Mina, el lugar de la lapidación simbólica del diablo, o Muzdalifah, el desierto donde los peregrinos pasan la noche.

Para los musulmanes, el caminar a La Meca forma parte de uno de los aspectos fundamentales de su fe, del denominado pilares del Islam. Cada año, millones de creyentes se dirigen a la ciudad santa para realizar el peregrinaje mayor o Hajj durante el mes musulmán de dul-hiyya. Muchos más hacen el recorrido menor o Umrah, que puede realizarse durante todo el año. Los musulmanes que no tengan poder adquisitivo o buen estado físico están exentos de hacerla.

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