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Llueve, pero la sequía permanece

Luego de las abundantes precipitaciones ocurridas en los últimos días del mes de agosto en las regiones occidental y central, pareciera que el problema de la sequía en Cuba ha quedado finalmente atrás. Sin embargo, los especialistas aseguran que la crisis hidrológica persiste


Miércoles 28 de Septiembre de 2016 | 12:00:00 AM 

Autor

Rouslyn Navia Jordán

Agosto, mes caluroso y, por ende, acaparador de la mayor parte de las precipitaciones anuales, en esta ocasión se mostró verdaderamente generoso solo al término de su última semana, como si todo el tiempo se hubiera reservado para regalar un gran final. De ese modo, en apenas cinco días se contabilizó el 53 % de las lluvias de todo el mes.

Y claro, cayó el agua con tantas ganas que muchos creyeron que esas jornadas pudieran bastar para dar solución de una buena vez a todo el asunto de la angustiante sequía.

Según datos ofrecidos por José Antonio Hernández Álvarez, director de uso racional del agua en el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), los 167 milímetros (mm) de lluvias contabilizadas en agosto se comportaron al 104 % de la media histórica, siendo la región occidental la más favorecida. A pesar de esto, en lo relacionado con las precipitaciones, al finalizar dicho período diez municipios del país se encontraban en la categoría de sequía moderada, igual número en sequía extensa y ocho en estado severo.

¿Con tantas lluvias y aún secos?

Tras concluir el octavo mes, los embalses del país se encontraban apenas al 52 % de su capacidad, pues en diez provincias se reportaba un llenado inferior al 50 %. De esta manera, 109 embalses permanecían por debajo del 50 %, otros 67 acumulaban menos del 25 % y 12 se hallaban secos. 

Las condiciones de las 100 cuencas subterráneas controladas por el Instituto al cierre de agosto tampoco resultaron halagüeñas, pues  44 de esas se notificaron como en descenso, solo seis mostraron un comportamiento estable y 50 se catalogaron en ascenso.

Al comparar este parámetro con su similar de 2005 (con 23 cuencas en descenso, nueve estables y 70 en ascenso), se pudo apreciar que, incluso a pesar de la intensa sequía del período 2004-2005, la situación actual resulta más desfavorable.

Aún cuando los registros de precipitaciones se han comportado sobre la media histórica y de que no existe sequía meteorológica o agrícola en Cuba, los especialistas afirman que el país atraviesa una sequía hidrológica.

Al compilar las estadísticas de las precipitaciones, así como el estado de los embalses y acuíferos, se puede tener percepción de la realidad hidrológica, pues los datos muestran que hoy existen 38 municipios en sequía moderada, 30 en severa y 24 en extrema.

"El problema es que ha llovido pero no donde más se precisaba geográficamente, de manera que dichas lluvias no han tributado a los embalses o cuencas que lo requerían. Estos déficits de precipitaciones en el país datan de dos años y medio y se han venido arrastrando mes tras mes. Solamente un evento meteorológico de envergadura podría normalizar este escenario", explicó en encuentro con la prensa Abel Salas, vicepresidente del INRH.

Durante los primeros 20 días de septiembre las precipitaciones estuvieron apenas al 53 % de la media histórica para dicho mes: Guantánamo, Santiago de Cuba y Pinar del Río fueron las provincias menos beneficiadas, mientras que La Habana, Mayabeque y Matanzas reportaron las mayores lluvias.

Las circunstancias de la ciudad cabecera de la provincia de Ciego de Ávila resultan las más graves en la actualidad, con las peores condiciones en los embalses y acuíferos subterráneos. Por eso, en este momento se acometen obras emergentes de enlace de las zonas sur y norte de la ciudad en aras de garantizar el suministro de agua a la población, actividad que el INRH mantiene como prioritaria.

Las inversiones marchan bien

El plan de inversiones del INRH para 2016 prevé acciones en todas las provincias del país y cuenta con un monto aproximado de 380 millones de pesos cubanos así como un alto por ciento de financiamiento externo a partir de los denominados créditos blandos, según explicó Ricardo Limias Díaz, director de gestión de las inversiones de la entidad.

Más de seis ciudades reciben los beneficios de este financiamiento externo procedente fundamentalmente de Kuwait, Arabia y la OPEP, así como de donativos.

Al cierre del primer semestre, el cumplimiento del plan se comportaba al 115 %, sobrejecución provocada por las inversiones de emergencia realizadas para paliar las consecuencias de la sequía hidrológica que perjudica en especial al  oriente cubano.

Los trasvases de Gota Blanca y La Clarita, que tienen como objetivo llevar el agua desde la cuenca del Cauto en Granma hacia Santiago de Cuba, así como la instalación de una nueva planta desalinizadora con capacidad para 50 litros por segundo, también en Santiago, son algunas de las acciones constructivas realizadas en el primer semestre del año.

En el caso de la capital del país, se han ejecutado obras de interconexión entre los diferentes circuitos que abastecen la ciudad para cubrir los déficits que existen en algunos puntos aprovechando las abundancias de otros.

Si bien el plan del presente año resulta superior al de 2015 y resulta una cifra considerable para el Estado, los directivos del INRH reconocen que aún resulta escaso para enfrentar los graves problemas de infraestructura existentes. De ahí que para 2017 estén aspirando a ejecutar un plan superior a los 400 millones de pesos cubanos.

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