La Gran Caverna de Santa Catalina, única en el mundo por la rareza de sus formaciones minerales, y próxima a la ciudad cubana de Matanzas, constituye destino exclusivo para visitantes internacionales interesados en el ecoturismo y la investigación científica.

Esteban Grau, representante en la provincia yumurina de la Fundación Antonio Núñez Jiménez de la Naturaleza y el Hombre, explicó que la gruta resulta singular por contener las únicas estalagmitas de arena de calcita y aragonito conocidas, similares a hongos de champiñón (fungiformes).

El también miembro de la Sociedad Espeleológica de Cuba refirió que la cueva, con categoría de Elemento Natural Destacado, recibe cada mes a selectos grupos de visitantes en su mayoría procedentes de Estados Unidos, interesados en el turismo de naturaleza.

A decir de Grau, Santa Catalina es apenas la mayor de varias grutas que integran el sistema cársico homónimo, incluye poco más de 10 kilómetros de intrincadas galerías en un área de 247 hectáreas, bajo la cobertura boscosa donde habitan 68 especies de aves, 32 de reptiles y 12 de murciélagos.

Pese a la importancia de Santa Catalina como joya del patrimonio espeleológico global, en la actualidad son pocos los visitantes nacionales que la recorren por falta de una adecuada promoción, aunque con frecuencia llegan al sitio expertos europeos para estudiar sus rarezas, valoró Esteban.

Cortinas, lámparas, medusas y hongos figuran entre las formas más sugerentes de los espeleotemas en la caverna, captados en fotografías y videos tridimensionales (3D) como parte del audiovisual Cuba: la otra dimensión, que se estrenará en la Isla a fines del año 2016, anunció Grau.

 La espelunca, declarada Monumento Nacional, exhibe dibujos rupestres entre otras evidencias de presencia aborigen, y en su interior fue hallado el único esqueleto fósil reportado en la Mayor de Las Antillas. (Agencia Cubana de Noticias)