Perfeccionar la calidad de sus servicios y actividades es el propósito de los trabajadores de la salud, la educación, la cultura y el deporte en esta provincia, conscientes de que son derechos que la Revolución ha garantizado a los artemiseños.
Las prestaciones del sector de la Salud están entre las más apreciadas por la población, por lo que se asumen estrategias y programas que han posibilitado un mayor número de consultas, intervenciones quirúrgicas electivas y por mínimo acceso, además, de atender otras en las primeras 24 horas.
Con premura, y en aras de la excelencia, este territorio logró transferir servicios de medicina interna y quirúrgica del hospital de Guanajay hacia el Ciro Redondo, de Artemisa, con alta satisfacción en esas especialidades; el primero de estos se convirtió en Materno Infantil al elevar la cifra de camas destinadas a ginecobstetricia y neonatología, y en una segunda etapa, explica la doctora Gladys González Priedes, subdirectora de Asistencia Médica, se pretende transformarlo en hospital provincial pediátrico.
También se prioriza la formación de especialistas, entre más de 200 residentes, con lo cual se fortalecen las atenciones secundaria y primaria, y disminuyen las remisiones hacia la capital del país.
Con eficacia y sistematicidad atienden a los grupos priorizados, pacientes con patologías crónicas y se da seguimiento al adulto mayor, esfuerzo que permite a esta provincia mostrar una esperanza de vida de 77 años.
Estos programas se ejecutan en los 453 consultorios del médico de la familia, 20 policlínicos, los hospitales de los municipios de Artemisa, Guanajay, San Cristóbal y San Antonio de los Baños, las casas de abuelo, hogares de ancianos y los Centros de Atención al Diabético y Genética.
El promedio de médicos y estomatólogos es de 4,3 y 0,7 por cada 1 000 habitantes, mientras el de enfermera es de 6,2, indicadores que tienden a elevarse ante la formación de nuevos galenos en las facultades de Ciencias Médicas localizadas en el territorio.
Simultáneamente, se dan y concluyen mantenimientos a la infraestructura del sector, que incluye el bloque de hospitalizados de la unidad asistencial Ciro Redondo, la ampliación de la terapia polivalente y de neonatología, el centro de referencia al recién nacido y el rescate de las clínicas estomatológicas de Mariel y Alquízar, el taller de tallado de Farmacias y Ópticas, que redujo el período de recogida de las armaduras de espejuelos, labores que anteriormente debían hacerse en la capital y en Pinar del Río.
Un considerable aumento han tenido las finanzas otorgadas para la adquisición de equipos médicos y no médicos y otros de asistencia social, como las casas de abuelos y hogares de ancianos.
Como en otras partes del país, en Artemisa también se incentiva la medicina tradicional y natural para diversas dolencias, por lo que se fortifican los centros de producción local y fortalecen convenios con la agricultura para garantizar las materias primas indispensables en la obtención de los fármacos.
Sin afectaciones asistenciales, esta provincia tiene más de 1 900 colaboradores en 25 naciones del orbe, en partícular, en América Latina.
La educación, garantía del futuro
Formar el capital humano que demandan las condiciones de desarrollo de este territorio son premisas de la Dirección de Educación y la Universidad.
La Casa de Estudios Mártires de Artemisa forma profesionales en más de 30 especialidades entre las pedagógicas, cultura física, contabilidad y finanzas, Ingeniería Industrial y Agronomía y otras de perfil humanístico, en cuatro facultades.
La Dirección atiende el desarrollo local con la formación del potencial humano en los distintos centros universitarios municipales y aspira en el curso 2014/2015 incorporar la licenciatura en Derecho en cursos diurnos y el Diplomado para cuadros de la provincia.
Además, mantiene estrechas relaciones con instituciones investigativas y productivas en pos de proyectos de ciencia y tecnología para el avance agroalimentario, y de financiamiento internacional, que posibilita la capacitación de productores y acrecienta las perspectivas para mayores producciones y rendimientos.
También, asesora a entidades que proporcionan gestión empresarial, capacitación del capital humano y se fomentan habilidades de dirección en los disimiles sectores de la economía local.
Carlos Eduardo Suárez, rector de la Universidad, precisa que valoran la atención especializada que puede propiciar la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZDEM), y también AZCUBA en el sector cañero.
Mantienen nexos con instituciones científicas, que les permiten colaborar en la preservación del medio ambiente; y junto con la Asociación Nacional de Economistas y Contadores, labora en los controles internos, consultorías y asesoramientos. Otro quehacer que asumen es la caracterización de la identidad artemiseña, con el objetivo de determinar los rasgos de cada municipio en función de los adelantos provinciales.
Se establecen convenios docentes con las universidades de Pinar del Río y La Habana en aras de la docencia, la investigación y la extensión universitaria, e igualmente con planteles en España y Latinoamérica, para el intercambio académico con vistas a mejorar la calidad en los procesos diseñados.
La Dirección Provincial de Educación fortalece los programas y planes de estudio, mejora la cobertura docente y la educación técnica y profesional con 25 centros, entre politécnicos, mixtos, escuelas de oficio, y alrededor de unas 400 aulas anexas que afianzan la destreza de los estudiantes al localizarse en entidades productivas.
Con la primera graduación de maestros de las enseñanzas preescolar y primaria se espera un mejoramiento en esos niveles de educación. La formación en escuelas con jardines, parcelas y huertos contribuirá al autoabastecimiento y posibilitará inculcar en las nuevas generaciones una disciplina de trabajo en concordancia con el modelo económico cubano y sus prioridades.
Artemisa tiene 13 escuelas de educación especial que atienden las necesidades de sus alumnos, en estrecho quehacer con el Centro de Diagnóstico y Orientación.
Particular atención se presta a los planteles del Plan Turquino, las cuales poseen novedosas tecnologías para la enseñanza de niños y adolescentes.
Significativos son los objetivos en la formación vocacional y orientación profesional, con la creación de círculos de interés y sus vínculos con organismos y empresas que los apadrinan.
Unión inquebrantable
Como hermanas gemelas marchan la cultura y el deporte en Artemisa, cada cual con su perfil pero con intenciones similares.
Se rescatan instituciones culturales que estuvieron cerradas durante años, como la biblioteca provincial, el cine y la Casa de Cultura de Candelaria, y otros espacios abren sus puertas, entre estos el Ecomuseo, en la comunidad Las Terrazas, que muestra valores de la historia y la arquitectura del lugar.
Funcionan talleres de repentismo infantil, grupos de música campesina se convierten en profesionales, y bandas de música, colectivos teatrales y representantes de las artes plásticas realizan giras por zonas montañosas.
Las casas de cultura tienen mayor presencia de artistas aficionados, crece el número de integrantes de la Brigada José Martí, y se promueven más concursos, talleres y eventos en diferentes manifestaciones.
En la localidad de San Antonio de los Baños se reparan los museos de Historia y del Humor, y se crean espacios alternativos para la presentación de grupos de teatro y música.
Los siete Monumentos Nacionales (Ruinas del cafetal Angerona, en la ciudad de Artemisa, las casas natales de Rubén Martínez Villena en Alquízar y la de Carlos Baliño en Guanajay, el Complejo monumentario Antonio Maceo en Bauta, el Mausoleo Mártires de Artemisa, sitios de la batalla de Cacarajícara, en Bahía Honda y la Palma Corcho en San Cristóbal), reciben mantenimiento, pero conservan sus recorridos por la historia, mientras se espera aumentar el nivel de la enseñanza artística con el funcionamiento de la Escuela Vocacional de Arte, que forma a niños y adolescentes de las provincias de Artemisa y Mayabeque.
En Mariel están ocupados en el Complejo Cultural, en la formación de artistas en teatro y danza y en la preservación del patrimonio arqueológico enclavado en la ZEDM, donde existen cuevas funerarias aborígenes de las más importantes del occidente cubano.
Al deporte se le brinda especial atención y se lleva a cabo la reparación de varias de las instalaciones, entre estas las canchas de tenis, deporte ilustre de los artemiseños; en los próximos meses comenzará la construcción de otra, con medidas internacionales, para competencias de esa categoría.
La Escuela de Iniciación Deportiva Julito Díaz también se reconstruye, con lo cual elevará el confort de los atletas y la calidad de los entrenamientos. Similares trabajos se efectúan en la Sala Polivalente, con el propósito de rescatar los gimnasios y las cátedras.
Tras un proceso de reparación, están flamantes el estadio 26 de Julio y su pizarra electrónica. Al mismo tiempo, se eleva el número de matriculados en la escuela de deportes, con lo cual se dispondrá de más profesores, quienes contribuirán a propiciar en la población hábitos de ejercicios físicos.