Una comitiva empresarial brasileña en representación de 32 entidades conoce de primera mano el mercado cubano, en particular, las perspectivas de negocios en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), según dieron a conocer en La Habana directivos de la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Apex-Brasil).
El acercamiento sirve para intercambiar con funcionarios, autoridades y ejecutivos de la Mayor de las Antillas, acerca de las posibilidades de inversión, exportación e importación en el recién estrenado enclave comercial, considerado como un megapuerto.
Hipólito Rocha Gaspar, director general de Apex-Brasil en La Habana, informó en rueda de prensa que en esa delegación empresarial de su país están representados disímiles sectores como la alimentaria, construcción, medicamentos, maquinarias y equipos, la exploración petrolífera, la producción de vidrio, biotecnología, automotriz y maquinarias agrícolas, entre otras.
Apuntó el Directivo que el intercambio económico entre Brasil y Cuba creció 9,2 % en los últimos cinco años y la nación suramericana se sitúa entre los principales socios comerciales del país antillano.
Ricardo Santana, director de Negocios de Apex - Brasil, destacó la meritoria labor de esa agencia en la consolidación y el buen funcionamiento de esta primera gran misión empresarial a Cuba, con el apoyo de la Federación de Industrias del estado de Sao Paulo y, por la parte cubana, la contribución de la Cámara de Comercio, la Oficina de la ZEDM y el Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
"Desde 2008, esa agencia tiene la misión de promover las exportaciones de productos y servicios, contribuir a la internacionalización de las empresas brasileñas y atraer inversiones extranjeras directas hacia Cuba", subrayó Santana.
Entre las líneas de trabajo sobresale la agroindustria, el cultivo de soya y maíz y se avanza en el proyecto de ampliación del Puerto del Mariel, el cual recibió más de 800 millones de dólares de aporte financiero del gigante sudamericano en su primera etapa de construcción y, para la segunda, se aprobó un crédito de 290 millones, proceso en el cual también participaron unas 400 empresas brasileñas.
Se fomenta el intercambio en la producción de alimentos y, muestra de que este se amplía y diversifica es la participación de compañías como Odebrecht, que además de su presencia en el proyecto del Mariel, acompaña al país en la revitalización de centrales azucareros.
Souza Cruz y el grupo Tabacuba firmaron un memorando de entendimiento para evaluar la factibilidad de una nueva planta industrial destinada a la producción de cigarrillos dirigidos al mercado nacional y a la exportación; en tanto, el Grupo Empresarial de la Industria Ligera de Cuba y la Compañía de Obras Industriales de Brasil, COI-Odebrecht, decidieron comenzar los estudios para establecer en el puerto de Mariel, un polígono de plásticos.
También existen proyectos para la producción de café, a partir de la cooperación integral, y prevén instalar en el nuevo enclave, una planta de vidrios, entre otros planes que propenden a profundizar los nexos comerciales, como en el sector de la biotecnología, en el que Brasil importa productos cubanos como el Heberprot- P, para el tratamiento del pie diabético, mientras se trabaja en un programa de transferencia tecnológica entre las dos naciones.
Actualmente, el país del Sur del continente refuerza los planes de cooperación y desarrollo con la Mayor de las Antillas, a partir del otorgamiento de créditos gubernamentales para proyectos a gran escala promovidos por Apex-Brasil, adscripta al Ministerio del Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, que contribuye a la internacionalización de su empresariado.
Rocha consideró favorable el comercio bilateral, que en 2013 ascendió a 624 millones de dólares, en ramas como la energía, el petróleo y sus derivados, biotecnología, cerámica, metalurgia, carrocería y piezas, construcción y maquinarias agrícolas.
Ambos directivos exaltaron la importancia de la ínsula caribeña para esa nación sudamericana, así como el buen estado de las relaciones diplomáticas, de amistad y cooperación bilateral, confirmado durante las visitas este año de la presidenta Dilma Rousseff, y el ex mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.
