El desarrollo de las redes sociales impone la necesidad de viabilizar su estudio Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:16 pm
Para poner en práctica e interactuar directamente con los términos Web 2.0, Redes Sociales, Optimización de los Medios Sociales y de Marketing (SMO y SMM, respectivamente, por sus siglas en inglés), de los que se habla mucho hoy en día a raíz de la revolución que están creando en internet, es fundamental saber cómo y por dónde empezar.
Con el fin de promocionar los productos y/o servicios de una empresa en las redes sociales, se debe desarrollar un documento llamado Proyecto de Planificación y Ejecución o Project Planning and Implementation (PPI) que sirve de guía en cuanto al camino a seguir para obtener los resultados buscados.
Paso a paso
Para organizar la campaña 2.0 se deben definir varios puntos, entre ellos, los objetivos generales a alcanzar, ya sea mejorar la notoriedad de marca, conocer la percepción de los consumidores o mejorar el posicionamiento natural de la web institucional, a partir del PUSEO (Persuabilidad + Usabilidad + Search Engine Optimization) combinadas con el uso de herramientas 2.0, llevando a cabo acciones permanentes y puntuales.
Establecer directrices es primordial para precisar a qué público se dirigirá y cómo enfocarla, y así tener una idea del mercado potencial y cómo dirigirse a este, teniendo en cuenta que las redes sociales brindan la posibilidad de interactuar directamente con los clientes potenciales.
Las líneas de actuación son otro elemento a puntualizar, a partir del uso de acciones sociales pensadas a largo plazo para garantizar la perdurabilidad del éxito y la obtención de un mejor retorno de la inversión.
Aunque algunas de las herramientas más utilizadas generalmente son: Yahoo Answers, Menéame, Facebook, Tuenti, Linkedin, Viadeo, Xing, Squidoo, Ning, Twitter y Youtube, su uso varía de acuerdo con el producto y/o servicio a promocionar y del mercado correspondiente. También es válido el empleo de foros y blogs, el envío de newsletter periódicas y noticias relevantes sobre el sector en que esté insertada la empresa.
Para medir la consecución de los objetivos trazados se aplican indicadores llamados Key Performance Indicators (KPI) o Indicadores Clave de Desempeño. Entre estos figuran la reputación, en la cual se puede tomar como referencia el pagerank; notoriedad, mediante métodos de valoración como el ranking de Alexa; posicionamiento orgánico, donde se definen las palabras clave a posicionar o con las que se desea trabajar; y tráfico del sitio. En este último, mediante el uso de al menos dos sistemas de estadísticas preferiblemente Google Analytics (si es posible), se procede a la medición de los visitantes únicos de la web en cuestión y del tiempo medio de permanencia de cada uno en esa.
Se analizan, además, las fuentes de entrada: por dónde entran los usuarios al sitio, si lo hacen mediante los buscadores escribiendo directamente el nombre de la empresa o la dirección web, o mediante enlaces externos; y la conversión, vista como la acción final que se quiere que haga el visitante, según el objetivo fijado al respecto: registrarse en la web de la empresa y dejar sus datos para posteriormente mantenerla informada de las novedades de la organización, o lograr que se convierta en comprador.
Manos a la obra
Luego de elaborar un borrador inicial del PPI y tener cierta noción sobre las acciones a realizar, cómo y cuándo, se da paso al trabajo mediante el uso combinado de acciones PUSEO y de herramientas 2.0., en lo cual se basa el éxito de las campañas en internet.
Es importante generar tráfico cualificado hacia la página digital, pues eso significa que quienes entran en esa están realmente interesados en algo de lo que se ofrece (producto, servicio o información) y permanecen un tiempo prudencial en el sitio.
Para seducir a los usuarios, mejorando su experiencia online, y conseguir los objetivos establecidos, se ponen en práctica las acciones PUSEO, previo estudio detallado del nivel de usabilidad del sitio y su combinación con los recursos Web 2.0.
A tales efectos y para definir qué hacer, es oportuno tener en cuenta la accesibilidad, indexabilidad y gestión de enlaces internos y externos, que las páginas internas de la web deben estar siempre a un máximo de 3-4 clicks de la home y entre estas, hacer uso de enlaces cruzados entre contenidos del sitio, comprobar que la arquitectura de la web tiene una jerarquía coherente y cuenta con las palabras clave más apropiadas, detectar links rotos para hacerlos desaparecer, configurar las páginas de error 404 para que el cliente pueda seguir navegando si entra en una página que ya no existe, controlar que los enlaces que se ponen a otras páginas externas enlazan a webs de calidad y creación de un SiteMap.
A ello se le suma el tiempo de carga de la página digital, que debe estar construida con código limpio y hojas de estilo CSS, y alojarla en un servidor de calidad.
En cuanto a los contenidos, es aconsejable no abusar del uso de flash, respetar la correcta estructura de etiquetas (títulos en H1, subtítulos en H2 y H3, ALT en las imágenes…), usar las palabras clave a posicionar pero sin abusar, y un lenguaje claro, directo y sencillo; ofrecer un buscador de contenidos y personalización de los contenidos, si es posible.
Brindar información a los visitantes sobre quiénes somos, qué hacemos, dónde estamos, preguntas frecuentes (FAQ´s), datos de contacto y otros, se enmarcan en la credibilidad y autoridad; mientras que para la validación de los códigos internos es indispensable que el código HTML de la web respete los estándares establecidos por la W3 Consortium (www.w3.org ). (Continuará)
Fuentes consultadas:
Libro electrónico: Cómo empezar a promocionar tu negocio en las Redes Sociales. Autor: Juan Merodio, febrero 2010.
