En declaraciones exclusivas para Opciones, afirmó que “su misión en Cuba, es hacer que la relación entre los dos países y pueblos se desarrolle y fortalezca”.

Entre las prioridades de su gestión están la de estimular una mayor presencia de empresas panameñas en la Isla y lograr que la importación de bienes y servicios del istmo tenga una especial prioridad.

El comercio bilateral tuvo un saldo en su balanza por encima de los 350 millones de dólares, algo que espera se incremente pese a todas las adversidades de la actual coyuntura económica internacional.

Están radicadas en Cuba unas 93 empresas panameñas, algunas de las cuales operan desde hace más de una década. La línea aérea insignia COPA ya planea su quinta frecuencia con origen en La Habana, con un movimiento regular diario cercano a los 2 000 pasajeros.

Panamá asistió a la recién finalizada Feria de La Habana con numerosas empresas y una delegación gubernamental encabezada por el viceministro de Comercio, Ricardo Quijano.

Potenciar la relación con las navieras de la Mayor de las Antillas está en su línea de trabajo, y para ello ya tuvo un acercamiento con la Melfi Marine, de la Corporación CIMEX, exponiendo las bondades de los servicios y facilidades que ofrece su país en el fletamento de buques, registros y abanderamientos, entre otros temas. El Consulado de Panamá en La Habana es eminentemente marítimo, subordinado directamente a la Autoridad Marítima del istmo.

También se ha planteado el interés por constituir una Comisión Mixta de comercio e industrias que facilite articular con fluidez los intereses con la Isla.

Cuba y Panamá tienen firmado un acuerdo de Alcance Parcial, en vigencia desde el 20 de agosto del pasado año, que complementa las políticas bilaterales mediante el acercamiento de ambos mercados.