La empresa CIEGOPLAST, una de las tres entidades en el país que produce tuberías de diferentes diámetros para obras hidráulicas, ha incorporado a sus ofertas las jaulas flotantes, que ya son ampliamente utilizadas en el sector pesquero.
Diego García Plasencia, su director comercial, destaca que la idea surgió por la solicitud de la Empresa Pescapir, de Sancti Spíritus, a inicios de 2008.
“No teníamos experiencia en ese tipo de producto, pero los espirituanos nos mostraron fotografías de lo que querían y decidimos probar, dada la durabilidad del polietileno, material no degradable que puede resistir condiciones agresivas durante más de 50 años.
“El primer criadero puesto en funcionamiento les aportó a los pescadores unas 23 toneladas de tilapias en 270 días de ceba, igual cantidad a la que se obtiene en 80 jaulas de las tradicionales, hechas con acero corrugado y flotadores de poliespuma”, agrega Diego.
Cuenta que los 16 metros de diámetro del equipo y la capacidad para mantener 100 000 alevines, motivó a los acuicultores de Sancti Spíritus a solicitar la fabricación de otras ocho celdas.
IMBATIBLES POR LOS HURACANES
“Después del primer intento hemos perfeccionado el diseño de las 19 producidas hasta la fecha: nueve para Sancti Spíritus y 10 que se emplean en la Unidad Empresarial de Base Laguna de la leche, en el avileño municipio de Morón”, explica García Plasencia. Ramón Pardo Ávila, director de ese centro, subraya que al conocer de los resultados en la provincia vecina decidieron visitarla para ganar en experiencia.
Ni cortos ni perezosos hicieron suya esa práctica y ya tienen encerrados a 50 000 animales que por espacio de siete meses recibirán allí el alimento.
“La idea confirma lo que dijo este 26 de julio en Holguín el Presidente Raúl Castro, cuando señalaba que el cubano cuenta con infinitas potencialidades, muchas veces sin explotar.
“El empleo de ese tipo de criadero permite mejor seguimiento del proceso productivo en cuanto a crecimiento, salud y alimentación de los peces, lo cual facilita su manejo controlado y eficiente”, afirma Pardo Ávila.
En intercambio con los trabajadores de Pescapir, García Plasencia conoció que la estructura de poliéster no sufrió daños ni hubo mortalidad en las tilapias cuando el huracán Ike cruzó el pasado año por la zona sur espirituana, donde los vientos oscilaron entre 90 y 120 kilómetros por hora.
Según datos de la pesca, el paso de los meteoros ocasionó en el país la destrucción de 2 500 celdas tradicionales y la muerte de la totalidad de las crías.
SUSTITUIR IMPORTACIONES
La producción y comercialización de las jaulas de polietileno con sus pontones (lugar donde se almacena la comida y sirve de área de descanso para el pescador) es vía factible para sustituir importaciones en Cuba.
Cada una le cuesta al país más de 18 000 dólares en el mercado extranjero, mientras que elaborarlas aquí valen 474,36 pesos en moneda nacional y 3,65 en divisas.
La poca disponibilidad de peces silvestres provocada por la sobrexplotación de todas las especies comerciales en aguas marinas, ríos y lagos, ha obligado al hombre a obtener productos alimenticios en periodos de tiempo relativamente cortos.
Engordar peces en celdas flotantes es una de esas alternativas que crece cada día en el mundo y Cuba también la desarrolla mediante la Industria Distribuidora de la Pesca, encargada de la cría en agua dulce.
Este proyecto dispone de los alevines necesarios para su continuidad y se basa, fundamentalmente, en la ceba intensiva de tilapia en depósitos que se ubican en los acuatorios del territorio nacional.
La construcción de sistemas de este tipo por la empresa avileña CIEGOPLAST, además de ser más barata y duradera, abre nuevos horizontes para la acuicultura en la Isla, con el objetivo de ampliar el suministro de pescado como alimento de consumo humano. (AIN)
