La represa se construirá en las cataratas Inga, donde el río Congo cae casi 100 metros y fluye a una velocidad de 43 metros cúbicos por segundo, y se calcula que el complejo generará casi 40 000 megavatios, más del doble de la mayor represa existente, la de Tres Gargantas, en China Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:19 pm
Sudáfrica y República Democrática del Congo firmaron un acuerdo para construir una represa que puede dar electricidad a más de la mitad de los 900 millones de africanos, pero expertos temen que los inversores extranjeros finalmente desvíen en su provecho una gran cantidad de esa energía.
El presidente congoleño Joseph Kabila y su par sudafricano Jacob Zuma firmaron hace unos días un tratado para construir la represa Grand Inga en el río Congo, 225 kilómetros al sudoeste de Kinshasa.
Se calcula que el complejo generará casi 40 000 megavatios, más del doble de la mayor represa existente, la de Tres Gargantas, en China, y más de un tercio del total de la electricidad producida actualmente en África.
"Mejorará el acceso a la energía limpia y eficiente en el continente y contribuirá de forma significativa al desarrollo y a una economía con bajas emisiones de dióxido de carbono", declaró Zuma en Lubumbashi, la segunda ciudad más grande de República Democrática del Congo (RDC), donde se firmó el acuerdo. Es un "día para demostrar el afro-optimismo", añadió.
Será la represa más grande del mundo y formará parte de la iniciativa para establecer una red eléctrica que estimule el desarrollo económico e industrial en el continente.
Hasta ahora no se ha utilizado toda la capacidad energética de las cataratas de Inga, donde están en funcionamiento las centrales hidroeléctricas Inga I e Inga II, con una producción instalada de apenas 1 775 megavatios, mientras Inga III está en fase de proyecto al igual que Grand Inga.
El costo de la construcción de Grand Inga, cuyo fin está previsto para el 2025, ascenderá a 80 000 millones de dólares, a los que se sumarán por lo menos otros 10 000 millones para conectarla a la red eléctrica del continente. No son cifras que Sudáfrica y RDC puedan financiar por sí solas.
El Banco Mundial, el Banco de Desarrollo Africano, el Banco Europeo de Inversiones y varias compañías privadas del sector están muy interesados en participar con generosas contribuciones. A cambio esperan obtener grandes beneficios económicos sin prestar atención, según los críticos, a las necesidades de desarrollo de la vasta población pobre africana.
"Los inversores extranjeros participan en la construcción de la represa para quedarse con una gran cantidad de energía barata al término de la misma", alertó la investigadora Charlotte Johnson, del Instituto para la Democracia en África, con sede en Sudáfrica. (IPS)