Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/06/2021 | 09:36 pm
Cimavax, vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón, y un anticuerpo monoclonal efectivo contra varios tipos de cáncer, son dos productos de la biotecnología cubana que, antes de que culmine 2016, pudieran estar disponibles para pacientes estadounidenses, según informó el Doctor Agustín Lage Dávila, director del Centro de Inmunología Molecular (CIM).
En declaraciones a la prensa durante la cobertura de la reciente visita a la Isla del presidente de EE.UU, Barack Obama, el especialista señaló que científicos e instituciones de investigación cubanas y norteamericanas intercambian a todos los niveles posibles para ubicar este año novedosos medicamentos de la Mayor de las Antillas en centros de salud y hospitalarios de la nación norteña.
Lage explicó que se examinan múltiples proyectos y se realizan importantes contactos entre varias industrias, compañías y organizaciones de ambos países, con el propósito de concretar este intercambio científico, para lograr mucho más que lo permitido hasta hoy, debido a las grandes limitaciones impuestas por el bloqueo.
Subrayó que ambas partes están en el proceso de solicitar licencias especiales al Departamento del Tesoro de Estados Unidos para poder acceder a esos productos, aunque lo más lógico sería que no fueran necesarias tales autorizaciones de índole político sino las normales verificaciones técnicas de rigor, en las que interviene la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos (Administración de Alimentos y Medicamentos).
En cuanto a la nueva coyuntura de restablecimiento de nexos bilaterales, el directivo indicó que precisamente se trata de transitar de una colaboración meramente académica a una nueva que incluya el intercambio científico y empresarial, pues podría pensarse en la posibilidad de crear compañías mixtas para desarrollar el sector.
Se refirió al interés común de comenzar ensayos clínicos de productos cubanos en territorio estadounidense en lo cual ya se trabaja con la presentación de expedientes a la FDA de Estados Unidos hasta lograr transitar hacia una etapa de comercialización.
Precisó que en los próximos meses, ambos pueblos pueden aprender uno del otro, en un acercamiento que debe ser a corto plazo pues los pacientes norteamericanos están muy interesados en acceder a novedosos productos cubanos como el Heberprot-P, indicado para las afecciones del pie diabético.
Lage abundó en los antecedentes de la colaboración y citó la experiencia de trabajo conjunto con una empresa biotecnológica de San Diego en 2004 con la que se logró conseguir una licencia especial del Departamento del Tesoro estadounidense.
En esta esfera científica, médica y biotecnológica, como en el resto de la economía cubana, es evidente la nefasta influencia del bloqueo, que afecta además de manera sensible a los propios ciudadanos estadounidenses, pues aunque la probada calidad de los productos biofarmacéuticos de la Isla les ha permitido alcanzar más de 30 patentes de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, estos no pueden ser utilizados por ellos ni producidos por las empresas de ese país.
Al insistir en el gran potencial de cooperación entre ambas naciones, Lage reseñó problemas sanitarios y sociales comunes, entre estos la estructura demográfica signada por un elevado grado de envejecimiento poblacional, y las principales causas de mortalidad, como las patologías cerebrovasculares y el cáncer, lo que obliga al control de las llamadas enfermedades crónicas no transmisibles.
El Centro de Inmunología Molecular cuenta actualmente en su carpeta con 21 productos y ejecuta ensayos clínicos en 12 países, de manera exitosa, además de Cuba. Hoy ya están demostradas las grandes posibilidades de la biotecnología, pues este sector va por delante del resto de la economía y puede llegar a convertirse en uno de los principales motores de su desarrollo.
"Se trata -dijo Lage- de entidades netamente académicas que luego se convirtieron en productivas y ya en 2012, por decreto oficial, se integran todas en una organización de nuevo tipo, Biocubafarma, de carácter empresarial y que cuenta con una carpeta de casi 600 productos, de los 857 incluidos en el cuadro básico de medicamentos del sistema de salud cubano, de cobertura universal".
Este constituye hoy uno de los principales rubros de exportación del país, ya que supera en ingresos a otros tradicionales como el tabaco, la pesca, y además permite ahorrar más de 2 000 millones de dólares por concepto de importación.
El desarrollo de la biotecnología en la Isla sucedió casi simultáneo con el de EE.UU. y en todos estos años al menos a nivel académico y científico siempre han existido intercambios en eventos y foros internacionales, lo cual facilita la colaboración actual y futura entre los dos países.