Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:19 pm
Cuba fortalece el papel de la contabilidad como proveedora de información y garantía de control interno, por lo que se trabaja en el perfeccionamiento de las normas contables tanto para la actividad empresarial como las presupuestas, ante la cruenta persistencia de los efectos de la crisis económica global, debido a su elevada dependencia del mercado externo, sobre todo en la adquisición de alimentos.
Al inaugurar este martes el VIII Encuentro Internacional de Contabilidad, Auditoria y Finanzas, y el II de Administración Pública y Desarrollo, Lidya Esther Rodríguez, presidenta del Comité Científico de ambos eventos, subrayó que la actualización del modelo económico cubano define una estrategia a corto, mediano y largo plazos, que debe conducir a mejores resultados económicos en los próximos años.
En su discurso de apertura, la también presidenta de la Sociedad de Contabilidad y Costo de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), insistió en los altos niveles de importaciones y el insuficiente desarrollo de las exportaciones, a lo cual se suman las secuelas del bloqueo estadounidense contra la nación antillana, más otros factores de ineficiencia, que no han permitido un avance más rápido y eficaz del país.
Apuntó que los profesionales de estas ramas asumen un relevante papel en la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, y la ANEC actúa como agente acelerador de estos cambios, al contribuir con la capacitación de directivos y trabajadores en general, sobre las nuevas técnicas, herramientas y métodos empresariales acordes con la actual coyuntura nacional, regional y global.
Se refirió al aporte en el perfeccionamiento de los sistemas de contabilidad de la actividad por cuenta propia y la labor contable y tributaria de los tenedores de libros y de cómo se labora en la planificación, registro, cálculo y análisis de los costos de producción, una experiencia iniciada en centros de salud en la capital y que hoy se extiende al resto del archipiélago.
Ante más de 700 delegados e invitados de una treintena de países, reunidos en sesión plenaria en el Palacio de las Convenciones de La Habana, la académica apuntó que la Contraloría General de la República estableció las normas que fijan las pautas para el diseño de los sistemas de control interno de las entidades, las cuales se ajustan a las características y necesidades de cada una de estas, como garantía del éxito de su gestión desde el punto de vista administrativo y de dirección.
Precisó que las finanzas internacionales y la banca deben contribuir a una toma decisiones y gestión empresarial más eficientes, teniendo en cuenta el compromiso de desarrollo de la estrategia global de la nación.
“En el modelo de gestión se reconoce y promueve, además de la empresa estatal como forma principal de la economía nacional, diferentes modalidades de inversión extranjera y otras variantes de producción no estatal, entre estas, las cooperativas, los agricultores pequeños, usufructarios, arrendatarios y trabajadores por cuenta propia, que en su conjunto deben contribuir a elevar la eficiencia”, puntualizó Rodríguez.
Las potencialidades del cooperativismo, el desarrollo local y la responsabilidad social, resultan temas novedosos en este foro, en el que la experta de la ANEC confirmó la buena marcha de las relaciones económicas internacionales, pues el país renegoció la deuda externa y cumple estrictamente los compromisos contraídos en esa esfera.
Explicó además que se trabaja intensamente en la sustitución de importaciones, sobre todo de alimentos, y en incrementar al máximo posible las exportaciones, lo cual exige cambios en las formas de gestión que permitan la utilización de modernas técnicas para una real inserción en el mercado mundial.
Comentó la especialista sobre la preponderancia de la temática de desarrollo local, en el cual, los gobiernos a través del Consejo de la Administración Municipal desempeñan un papel relevante para llevar adelante estrategias que materialicen las metas trazadas en los Lineamientos y faciliten a los territorios su contribución en el alcance de los objetivos del plan de la economía nacional.
Primordial es también la responsabilidad social en el entorno empresarial o corporativo, que se enfoque hacia el desarrollo social, en armonía con la naturaleza, vista como un todo, una fuente de riqueza más allá de los beneficios que generen sus productos y servicios.
Una intervención especial realizó Bárbara Pesce-Monteiro, representante residente en Cuba del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en la que confirmó la voluntad de ese organismo de continuar apoyando el impulso del modelo de actualización de la gestión económica en la Mayor de las Antillas.
Abundó la funcionaria en la disposición de contribuir al impulso de la descentralización de la gestión estatal a las empresas y territorios, al trabajo por cuenta propia, los agricultores pequeños, los usufructuarios, los arrendatarios y otras modalidades que favorezcan el incremento de la eficiencia de la economía cubana.
Opinó que el actual proceso de actualización del modelo económico cubano constituye un momento muy relevante para el país a todos los niveles, ya que ofrece la oportunidad de estimular y activar las capacidades de la pluralidad de actores involucrados en el desarrollo y de los recursos endógenos.
Permitirá – según señaló- fomentar el cooperativismo y otras formas de gestión no estatal, que habrán de movilizar nuevas dinámicas de desarrollo en el ámbito local e incluso nacional.
Gran interés suscitó la conferencia magistral impartida por la titular de Inclusión Económica y Social de Ecuador, Doris Soliz Carrión, quien profundizó en los retos de esa política que tiene como base la nueva Constitución de 2008 y cuenta con logros tan plausibles como la reducción de .la desigualdad y la pobreza.
En estos cinco años son marcados los avances en la nación andina, al lograr por ejemplo que unas 900 000 personas salgan de la miseria, a partir de cuantiosas inversiones en la salud, educación y la protección social de los sectores más vulnerables, con una economía popular y solidaria como fundamentos.
En la jornada inaugural estuvieron presentes Gladys Bejerano, Contralora General de la República de Cuba y vicepresidenta del Consejo de Estado; Lina Pedraza, ministra de Finanzas y Precios de nuestro país y Roberto Verrier Castro, presidente de la ANEC y de la Asociación de Economistas de América Latina y el Caribe, entre otros directivos, funcionarios y representantes de colegios nacionales, organismos regionales e internacionales.
