La reanimación de la producción de mármol en las canteras y su industria en la Isla de la Juventud es grata noticia para la economía nacional. Autor: Arturo Enamorado López Publicado: 21/06/2021 | 09:18 pm
La reanimación de la producción de mármol en las canteras y su industria en la Isla de la Juventud es grata noticia para la economía nacional y, más que todo, para los 86 000 habitantes de un territorio que en ese renglón tiene un emblemático puntal de la identidad local y en la dura roca, sus formas, tonalidades y brillo, parte raigal de su tradición cultural.
Con la incorporación de nuevos equipos, partes y piezas, y las iniciativas del colectivo laboral, cobra vida una tecnología con casi tres décadas en explotación, y se ha posibilitado el corte a distintos tamaños de esa apreciada caliza metamórfica, incrementar la productividad, ampliar surtidos y mejorar la calidad de bloques y planchas.
Durante varios años, la cantera afrontó problemas con el cargador y otras dificultades tecnológicas, por lo que se recurrió a alternativas, como el aprovechamiento de la materia prima que permanecía en los bordes de la loma en explotación, y traer bloques de otras partes del país.
Se logró recuperar el cargador y rehabilitar equipos para el corte y pulido en la industria.
También reanimaron el telar destinado a picar grandes planchas, procesarlo y hacer piezas especiales, mientras que en la línea de losas adquirieron los aditamentos y demás partes para los cortabloques y la cortadora múltiple.
Tales inversiones posibilitaron a los ocho trabajadores de los yacimientos el buen comportamiento de la meta del año, y al combinado industrial, incrementar lo previsto para la etapa.
Respuesta ascendente
Al cierre de septiembre cumplían al 102 % el plan de producción para la venta: más de 25 250 metros cuadrados, según informó Jesús Pérez Bermúdez, director del establecimiento local dedicado a la extracción y procesamiento, que pronostica concluir 2011 con 38 000 metros cuadrados, el doble de lo realizado el año precedente.
Esos volúmenes se destinan a la edificación de obras sociales y de viviendas en el territorio y el resto del país y a los puntos de venta liberada de materiales constructivos; además de sustituir importaciones aseguran una estrategia exportadora.
Se asumen, igualmente, producciones por encargo, con un gran nivel de aceptación por su calidad y belleza.
La población accede a la compra de elementos de piso, rodapié, adoquines, mesetas de cocina, bancos, mesas redondas y cuadradas, recortería, entre otros surtidos, hasta completar unos 24, explicó el directivo.
Por primera vez, igualmente, la entidad alcanza una venta estable de mármol a Cayo Largo del Sur, y sus propios trabajadores acometen la colocación de piezas en ese polo turístico.
Este establecimiento es uno de los pocos en el territorio con el Sistema de Gestión de la Calidad certificado y trabaja en un sistema integrado con recursos humanos y medio-ambiente, sin dudas, una superior escala de desarrollo, del que es exponente, asimismo, el favorable resultado en los principales indicadores de eficiencia económica, y en el consumo energético.
En esos logros tienen protagonismo los innovadores y racionalizadotes, con soluciones que significan ahorro económico al país.
Autofinanciar el crecimiento
Directivos y trabajadores aspiran a recuperar mercados, abrir otros nuevos y promocionar en América Latina y otros lugares del mundo esa roca pinera con singulares colores y tonalidades y alta resistencia a la intemperie.
Al respecto, Pérez Bermúdez, explicó que tienen en perspectiva reanudar cuanto antes y de forma estable la exportación de este rubro, que tiene buena acogida en China, Venezuela y Honduras.
Agregó que otras naciones, entre estas Uruguay, también expresaron interés de adquirirlo.
El empeño exportador ya está plasmado en planes y contratos para el venidero año, con planchas y losas para piso, que permiten elevar su valor.
Otros planes son, comenzar a elaborar con ese material -demandado por escultores- elementos de artesanía, concluir cuanto antes los estudios emprendidos en los nuevos yacimientos de mármol blanco, con vista a diversificar productos y colores, y aprovechar mejor la capacidad potencial en pos de elevar su valor agregado y multiplicar ingresos con los cuales sostener con recursos propios las inversiones futuras.
Las premisas de este colectivo laboral son: sustituir y modernizar la tecnología, aprovechar al máximo las inversiones, multiplicar sus resultados productivos con rentabilidad, y generar los ingresos necesarios capaces de autofinanciar ampliaciones y crecimientos futuros, sin depender de asignaciones de la nación.
Los expertos aseguran que el territorio dispone de grandes reservas de mármol y al ritmo de explotación actual estas podrían durar cientos de años sin afectaciones traumáticas al medio ambiente, pero infinitas son las potencialidades de los hombres y mujeres que lo extraen y procesan cual verdaderos artistas de la producción.
