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19 de Mayo  2024 

Mitos y verdades

Sin dejar de reconocer la importancia de algunos suplementos en casos específicos, es ciencia establecida que la leche humana constituye el alimento fundamental para los bebés


Martes 03 de Agosto de 2004 | 12:00:00 AM 

Autor

Roberto Pérez Betancourt

Mitos y verdades sobre el hábito natural de amamantar a los hijos ocupan la atención de especialistas, comerciantes, padres y madres durante esta primera semana de agosto, dedicada mundialmente a la lactancia materna.

Es un tema de tinte doméstico, pero trascendente, al punto de merecer la atención de Naciones Unidas, y otras organizaciones internacionales y regionales encargadas de promover la divulgación científica sobre prácticas más recomendables y las ventajas de que las madres lacten a sus pequeños.

Del otro lado, empresas transnacionales en pos de ganancias intentan convencer a las familias de que lo mejor para sus niños son los biberones con leches enriquecidas, papillas edulcoradas y otros inventos, expresamente diseñados para el bebé.

Aunque en Cuba esas acciones publicitarias no se sufren, el entorno no está exento de prejuicios e influencias negativas.

Sin dejar de reconocer la importancia de algunos suplementos en casos específicos, es ciencia establecida que la leche humana constituye el alimento fundamental para los pequeños y no existe ningún otro producto natural o comercialmente promovido que sustituya sus bondades cualitativas.

Una larga lista de especialistas de reconocido prestigio internacional coincide en que la leche materna se debe suministrar a los hijos desde que estos llegan al mundo, pues se trata de un proceso natural, cuyas múltiples ventajas han sido comprobadas.

El calostro, o primera leche, es esencial para la salud del bebé pues le transmite elementos inmunológicos que lo protegen contra variadas enfermedades.

Expertos recomiendan que la frecuencia de lactancia se mantenga estable, porque la interrupción por más de 12 horas podría mermar el flujo del alimento, y en caso necesario la leche materna puede conservarse refrigerada por 48 horas.

Entre las muchas ventajas documentadas para la madre lactante, se conocen la reducción del riesgo de contraer diversas formas de cáncer, el reforzamiento de la relación sicológica con el hijo y la precoz recuperación del tamaño mamario.

Es recomendable tomar abundante líquido mientras la madre da el pecho al hijo y, de acuerdo con nutricionistas, forma parte de los mitos el creer que ingerir malta, cebada u otros cereales aumentan la cantidad de leche.

Una alimentación balanceada es esencial para la madre, y entre las recomendaciones m s generalizadas están las de no consumir chocolate, café ni condimentos, mientras que a escala mundial está demostrada la elevada nocividad del mal h bito de fumar para la mamá y su criatura.

Muchos medicamentos se transfieren a la leche materna, por lo que deben evitarse, y en todo caso consultar al médico, quien aconsejará específicamente.

Es importante estar alerta y no dejarse llevar por opiniones festinadas, pues quienes han estudiado a fondo el tema insisten en que padres y madres deben recordar que la salud física y síquica, y el desarrollo biológico del hijo, siempre agradecerán haber recibido prolongadamente la insustituible leche materna.

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