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20 de Mayo  2024 

Hotel encantado en Gibara

El décimo cuarto hotel de la marca Encanto, perteneciente al Grupo Hotelero Cubanacán, abrió sus puertas este enero. Admirable por la calidad de su restauración, el Ordoño es un atractivo adicional a los valores naturales y arquitectónicos de la también denominada Villa Blanca de Cuba


Viernes 25 de Enero de 2013 | 01:00:00 AM 

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El décimo cuarto hotel de la marca Encanto, perteneciente al Grupo Hotelero Cubanacán, abrió sus puertas este enero para sumarse a las ofertas del turismo de ciudad, en un entorno marítimo gratificante y seductor, localizado en Gibara, la Villa Blanca de Cuba, a solo 37 kilómetros de la capital provincial.

Admirable por la calidad de la restauración del inmueble, inaugurado en 1920, la decoración y su ambiente íntimo guarda el hechizo del romance que unió a Don Felipe y Doña Isabel, por lo cual el Ordoño suma un atractivo adicional a los valores naturales y arquitectónicos de la Villa Blanca de Cuba.

Su majestuosidad se distingue en el entorno constructivo pues "desde que surgió el proyecto de restauración, se ha sido muy cuidadoso para mantener el edificio como era originalmente, en su aspecto general -informa María Victoria Tapia Córdova, la directora. Los frescos del tercer nivel, la antigua casa de vivienda, el techo, la estructura de las columnas, conservan su estructura original gracias a un proceso de investigación que logró mantener la mayoría de los detalles arquitectónicos originales de tan bella edificación, orgullo de todos los gibareños.

"La inversión comenzó en 2010 y la ejecutó la inmobiliaria del Mintur a un costo de 4,5 millones de pesos en ambas monedas. Se construyó el segundo nivel y la estructura como eran originalmente, al utilizar la información preservada en la Biblioteca Municipal.

"El hotel tiene 27 habitaciones  una suite, en el mismo espacio que antaño ocupó la utilizada por los propietarios; una junior y una minisuite; las otras son estándares, para sumar, en total, 54 capacidades, con todo el confort que brinda la cadena Encanto, caracterizada por un servicio de excelencia y una atención personalizada a los clientes, lo cual se revierte en positivos resultados económicos.

"Uno de los posibles mercados emisores -precisa la directiva- será el polo turístico de Guardalavaca, ya que los vacacionistas que deseen salir de sus hoteles podrán visitar la ciudad de Gibara para disfrutar de su belleza, sus edificaciones originales, los techos de tejas, el puerto, dos parques eólicos y, además, los atractivos históricos, culturales y naturales, dignos de conocerse".

El Ordoño aspira a alcanzar la categoría cuatro estrellas: las habitaciones tienen minibar, televisor a color, trasmisiones por cable con 13 canales, incluidos Cubavisión, Tele Rebelde y Cubavisión Internacional, caja fuerte, secadora para el cabello, mobiliario de época, agua fría y caliente, esta última lograda con 11 paneles solares. El encendido de la habitación es por tarjeta magnética, lo que garantiza racionalidad en el consumo de energía. Se prevé, para el futuro, disponer de un cibercafé.

Además de un restaurante con 44 plazas y servicio a la carta, Ordoño tiene un lobby-bar, nombrado Don Felipe, para 10 personas y, ubicado en el mirador que el propietario se hizo construir para desde allí contemplar el lugar de descanso de la esposa fallecida prematuramente, el bar-terraza Doña Isabel dispone de 17 mesas para dos personas y siete tumbonas. Acariciado por una permanente brisa, el turista puede observar desde ese sitio los dos parques eólicos de la localidad, la iglesia, el astillero, la línea de costa, la bahía, el embarcadero de la cooperativa pesquera, el teatro plaza del pueblo y la silla de Gibara, accidente geográfico del que toma nombre este norteño municipio holguinero.

Función de una maitre

Para conocer más elementos de cómo se desempeña la actividad en la vetusta instalación hotelera, hablamos con algunos de sus trabajadores, entre ellos, una novel maitre:

- Mi función, sobre todas las cosas, es dirigir, controlar, organizar totalmente la actividad relacionada con el servicio gastronómico- responde la joven de 27 años Ismarai Córdova Peña. Tengo que supervisarlo todo; de hecho cada día debo verificar, en diferentes horarios, cómo marcha la calidad del servicio, el montaje de las mesas, la lencería, entre otras muchas actividades.

"Me gusta mucho, dice feliz. Me siento cómoda. La gente está encantada, sobre todo con la ambientación, la cubertería y también por el servicio, que realmente es distintivo, pero lo que nos hace diferentes de otros hoteles Encanto es la familia ridad con el cliente. Es buena la aceptación, aunque hay cosas que perfeccionar sobre la marcha, nos queda mucho trabajo por hacer".

-¿Qué normas exige la marca Encanto?

-Una responsabilidad muy grande con la calidad del servicio, exigir que sea de excelencia, personalizado, eso es muy importante, que el cliente reciba una atención especial y se sienta satisfecho.

"Tenemos servicios específicos, por ejemplo, la cerveza se ofrece con frutos secos, el café con edulcorantes o con miel, son   nuevos, antes no existían o quizás no hayan en hoteles de otras marcas.

Y en la gastronomía, ¿Hay  algún plato que distinga al hotel Ordoño?

-La sugerencia del cheff es la Paella gibareña, a base de productos del mar, aunque tiene otros cárnicos también. Tenemos el Pollo a la Anita, que es una creación nuestra, elaborado con frutas tropicales o mediterráneas, rebosado con salsa bechamel, y se decora de forma creativa con verduras frescas. Tenemos unas cuantas recetas que son propiamente nuestras.

-¿La cocina se va enriqueciendo con el paso del tiempo?

- ¡Cómo no! Le vamos dando un sello de autenticidad gibareño. En particular,  con los mariscos. Las personas solicitan mucho los mariscos propios de nuestra bahía, por ejemplo, el enchilado de camarones y la Jaibita rellena, ese plato si es típico, queremos rescatarlo, no lo tenemos en carta todavía, pero buscamos la manera de hacerlo aquí en el hotel y servirlo en su propio carapachito, lo que distingue también el plato. Es un plato nuestro, lo decimos con mucho orgullo.

Cóctel de bienvenida, sin alcohol...

- Nuestro cóctel de bienvenida se llama Doña Isabel, que era la esposa del dueño de este edificio. Entre ellos existió una historia de amor muy bonita, según se cuenta, y que él siempre le llevaba pétalos de rosas. Era como un ritual galante. La preparación es a base de jugo de piña, refresco de limón, también lleva gotas de granadina, que le  da un color rojo semejante a la rosa.

Iris Bonillo Almarales, de visita por el Hotel Ordoño declaró a OPCIONES: "es un rescate, porque la historia se estaba perdiendo, la historia ha tenido otros colores,  pero cuando uno llega a Gibara, y encuentra un lugar hermoso desde donde divisar el paisaje, respirar el aire puro, ver otro color, es -a mi criterio- lo más grandioso que le puede pasar a Holguín y los gibareños. Gibara atesora una historia maravillosa, por aquí estuvo Isadora Duncan, tuvo un puerto importantísimo, y todo eso se perdió, ahora con este hotel quizás regrese ese destino cultural,  que sea turístico pero, fundamentalmente, cultural".

Habría que añadir que este minicipio es anfitrión, cada dos años, del Festival de Cine Pobre que convoca a artistas de todo el mundo, principalmente de América Latina.

José Víctor Gallego Hernández, artista holguinero de la plástica residente en Estados Unidos, considera que "el color está bien, pero, teniendo en cuenta la nominación de Villa Blanca, quizás podrían haber usado un poquito más de blanco para pintar el edificio. Uno necesita cargar pilas y este es un lugar ideal para el encuentro de los artistas, de los amigos y de aquellas personas que desean crear. Apreciamos este rescate como un primer paso, esperamos más, que se continué con otros edificios que también tienen valores arquitectónicos excepcionales".

Yovanni Quevedo Aballe, dice que este hotel "es un lugar ideal para satisfacer la añoranza por este mar, venir a observar, a respirar ese aire puro que llega siempre del mar, ser las primeras personas que lo absorbe y  recibir toda esa energía, ¿no?, y es un orgullo también. Uno siempre viene y ve lo que están haciendo, ya casi terminado y también  siente como una realización personal.

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