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19 de Abril  2024 

Fundación IRIS, Unidos por el clima

La entidad se vinculará a la ciencia, tecnología, innovación, formación y desarrollo, mediante la gestión de fondos y la incubación de proyectos de investigación y transferencia tecnológica


Jueves 20 de Abril de 2023 | 11:14:54 AM 

Autor

Raquel Sierra

El significado del acrónimo IRIS lo dice casi todo: Investigación + Resiliencia + Innovación + Sostenibilidad. Por ello, es el mejor nombre para la primera fundación climática cubana, constituida este abril con la misión de contribuir positivamente con el enfrentamiento al cambio climático, y en la sostenibilidad económica, social y ambiental en Cuba, Latinoamérica y el Caribe.

La constitución de la nueva persona jurídica, de carácter público e inclusivo, sin ánimo de lucro, autofinanciada  y con patrimonio propio, es coherente con el Artículo no.75 de la Constitución de la República de Cuba que indica que el Estado protege el medio ambiente y los recursos naturales del país, y reconoce en ello su estrecha vinculación con el desarrollo sostenible.

La Fundación IRIS, Unidos por el clima se constituyó con la firma -a nombre de los socios fundadores- por Beatriz Alonso Becerra, directora general de la Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos, Citmatel; Adrián Gómez Armenteros, director general de la Empresa Inversiones Gamma, Tecnología y Medio Ambiente; y Rudy Montero Mata, presidente de la Fundación IRIS, Unidos por el clima.

Según explicó el notario Leonardo Pérez Gallardo, en el acto de constitución se instrumenta la voluntad fundacional, el objeto de la fundación y conceptos relacionados con la aportación patrimonial y los estatutos, entre otros.

La Fundación Climática IRIS, Unidos por el clima estará disponible para iniciar sus operaciones a partir de la fecha de su registro legal una vez inscrita en el Registro de Fundaciones del Ministerio de Justicia, momento en que adquirirá personalidad jurídica.

Misiones posibles

La organización, sin ánimo de lucro, autofinanciada, con patrimonio propio, sujeto de derechos y obligaciones, surge al amparo de la legislación vigente y el Decreto 77 del Consejo de Ministros.

 

 

Según ese documento, firmado por el primer ministro Manuel Marrero Cruz, “dada la necesidad de establecer una institución dinamizadora para el área ambiental que permita fortalecer las transferencias tecnológicas, captación y canalización de recursos financieros, con el objetivo de enfrentar el cambio climático, resulta pertinente crear la Fundación Climática IRIS, Unidos por el clima”.

Los objetivos de la fundación, detalla el decreto, son sistematizar el conocimiento científico y los saberes acumulados en la sociedad cubana para su aplicación en el desarrollo económico y social sostenible ante la variabilidad del clima y el impacto del cambio climático, y la necesidad de implementar medidas de adaptación y mitigación.

A su vez, se enfocará en contribuir al fortalecimiento del desarrollo local, fomentar la participación activa de amplios sectores de la sociedad cubana en materia de enfrentamiento al cambio climático, e insertarse en los esfuerzos regionales para la adaptación y la mitigación, a partir de los conocimientos científicos, del capital humano y de las capacidades institucionales creadas en el país.

Igualmente, se encargará de conducir estudios y celebrar eventos científicos y tecnológicos de socialización del conocimiento y reuniones nacionales e internacionales en su área de actividades, difundir los resultados de los proyectos nacionales e internacionales, y realizar acciones de comunicación.

Entre otras misiones, la organización trabajará por obtener y brindar apoyo financiero para proyectos que tengan por objetivo mejorar la calidad de vida de los cubanos, en el contexto de clima cambiante, promover enlaces financieros entre los proyectos y donantes, y fungir como ente facilitador ante el Fondo Verde para el Clima, y otros fondos climáticos.

Según establece el Decreto 77, la fundación estará enfocada en la búsqueda, captación y canalización de financiamiento para apoyar los esfuerzos del Estado, y contribuir al cumplimiento de las estrategias y compromisos nacionales e internacionales en este sentido.

La fundación se vinculará con las actividades de ciencia, tecnología, innovación, formación y desarrollo, mediante la gestión de fondos y la incubación de proyectos de investigación, de transferencia tecnológica y gestión y participará o promoverá acciones con administraciones públicas y empresas en el ámbito nacional e internacional, especialmente en el enfrentamiento al cambio climático.

El reglamento de la organización indica que de acuerdo con sus objetivos y fines, tiene entre sus líneas de trabajo intervenir de manera directa en la implementación de acciones climáticas con los actores nacionales, las nuevas formas de gestión y el nivel local; potenciar la capacidad de interacción con organizaciones no gubernamentales y otras de la sociedad civil, que trabajan vinculadas con el medio ambiente y el enfrentamiento al cambio climático.

Otra de las líneas de acción se enfoca en maximizar las oportunidades financieras, reforzar las capacidades nacionales para contribuir a otros esfuerzos, mediante la cooperación Sur-Sur, en particular los estados insulares en desarrollo y países de la región latinoamericana, a partir de la captación y gestión eficaz de fuentes financieras.

A su vez, trabajará por crear capacidades propias y conexas para ser reconocida como entidad nacional acreditada ante el Fondo Verde del Clima y otras fuentes de financiación climática, y potenciar acciones para la gestión integrada de riesgos climáticos en el contexto nacional e internacional.

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