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La Habana-Caracas: ejemplo de integración latinoamericana y caribeña

Desde hace varios años, la República Bolivariana de Venezuela es el principal socio comercial de Cuba sobre la base de ejemplares relaciones económicas y financieras


Viernes 08 de Marzo de 2013 | 01:00:00 AM 

Autor

Luis Ubeda

Aún sin transcurrir el primer año de su ascenso a la presidencia de Venezuela, en octubre de 2000 Hugo Rafael Chávez Frías, junto con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, signaban en Caracas el primer acuerdo económico entre ambas naciones, preludio de unas relaciones que, como rezaba en su introducción, estaban conscientes "de su interés común por promover y fomentar el progreso de sus respectivas economías y las ventajas recíprocas que resultan de una cooperación que tenga resultados efectivos en el avance económico y social de los respectivos países y la integración de América Latina y el Caribe".

En otra parte el histórico documento recogía, "la República de Cuba prestará los servicios y suministrará las tecnologías y productos que estén a su alcance para apoyar el amplio programa de desarrollo económico y social de la República Bolivariana de Venezuela, de los cuales esta no disponga y previa solicitud de acuerdo (…)  Tales bienes y servicios serán definidos cada año, según el acuerdo de ambas partes, precisando el monto monetario, las especificaciones, regulaciones y modalidades en que serán entregados. Estos bienes y servicios serán pagados por la República Bolivariana de Venezuela, en el valor equivalente a precio de mercado mundial, en petróleo y sus derivados".

Cuatro años después

Reunidos en La Habana el 14 de diciembre de 2004, en ocasión de celebrarse el aniversario 180  de la gloriosa victoria de Ayacucho y de la Convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá, Chávez y Fidel suscribían un nuevo acuerdo para ampliar y modificar el Convenio Integral de Cooperación entre Cuba y Venezuela del 30 de octubre de 2000. En su Artículo 2, el documento señalaba que (…) estando Cuba en posibilidades de garantizar su desarrollo sostenible, la cooperación entre la República de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela se basará a partir de esta fecha no solo en principios de solidaridad, que siempre estarán presentes, sino también, en el mayor grado posible, en el intercambio de bienes y servicios que resulten más beneficiosos para las necesidades económicas y sociales de ambos países".

Un aspecto revolucionario del Convenio era el recogido en el Artículo 5: "Ambas partes trabajarán de conjunto, en coordinación con otros países latinoamericanos, para eliminar el analfabetismo en terceros países, (…). Igualmente colaborarán en programas de salud" (…).

De sumo interés era lo reflejado en el Artículo 11, relativo a que al redactar el Acuerdo, se habían tenido en cuenta diferentes asimetrías: política, social, económica y jurídica entre ambas naciones, aclarando que "Cuba, a lo largo de más de cuatro décadas, ha creado mecanismos para resistir el bloqueo y la constante agresión económica, que le permiten una gran flexibilidad en sus relaciones económicas y comerciales con el resto del mundo. Vene-zuela, por su parte, es miembro de instituciones internacionales a las que Cuba no pertenece, todo lo cual debe ser considerado al aplicar el principio de reciprocidad en los acuerdos comerciales y financieros que se concreten entre ambas naciones".

Cuba eliminó de inmediato los aranceles y cualquier tipo de barrera no arancelaria aplicable a todas las importaciones hechas por la Isla cuyo origen fuese la República Bolivariana de Venezuela, eximiendo de impuestos sobre utilidades a toda inversión estatal y de empresas mixtas venezolanas e incluso de capital privado venezolano en Cuba, durante el período de recuperación.

Otra medida ejemplar era que el Estado cubano concedía a los barcos de bandera venezolana el mismo trato que a los de la Isla en todas las operaciones que efectuaran aquí.

Facilidades mutuas por la integración

Por otro lado, Cuba también ofrecía 2 000 becas anuales a jóvenes venezolanos para la realización de estudios superiores, a la vez que en la actividad deportiva brindaba el uso de sus instalaciones y equipos para controles antidopaje, en las mismas con- diciones a los deportistas de la Antilla Mayor. Mientras, en el sector educativo el intercambio y la colaboración se extenderían a la asistencia en métodos, programas y técnicas del proceso docente-educativo de interés para la parte venezolana.

Pero los artículos 11 y 12 eran realmente impresionantes. En el primero, "Cuba pone a disposición de la Universidad Bolivariana el apoyo de más de 15 000 profesionales de la medicina que participan en la Misión Barrio Adentro, para la formación de cuantos médicos integrales y especialistas de la salud, incluso candidatos a títulos científicos, necesite Venezuela, y a cuantos alumnos de la Misión Sucre deseen estudiar Medicina y posteriormente graduarse como médicos generales integrales, los que en conjunto podrían llegar a ser decenas de miles en un período no mayor de 10 años.

"Los servicios integrales de salud ofrecidos por Cuba a la población que es atendida por la Misión Barrio Adentro y que asciende a más de 15 millones de personas, serán brindados en condiciones y términos económicos altamente preferenciales que deberán ser mutuamente acordados", reflejaba el Artículo 12.

Las facilidades otorgadas por Venezuela en aquel documento de 2004 estaban enfocadas a la transferencia de tecnología propia en el sector energético, eximir de impuestos sobre utilidades a toda inversión estatal y de empresas mixtas cubanas en la nación bolivariana durante el período de recuperación de la inversión, financiamiento de proyectos productivos y de infraestructura (sector energético, industria eléctrica, asfaltado de vías y otros programas de vialidad, desarrollo portuario, acueductos y alcantarillado, sector agroindustrial y de servicios) e incentivos fiscales a planes de interés estratégico para la economía.

La llegada de la ALBA

Inspiradas en la histórica Declaración Conjunta y el Acuerdo para la Aplicación de la ALBA, las delegaciones presididas por Fidel Castro y Hugo Chávez elaboraron y aprobaron en marzo de 2005, el Acuerdo del Plan Estratégico, mediante el cual garantizarían "la más beneficiosa complementación productiva so-bre bases de racionalidad, aprovechamiento de ventajas existentes en una y otra parte, ahorro de recursos, ampliación del empleo útil, acceso a mercados u otra consideración sustentada en una verdadera solidaridad que potencie las fuerzas de ambos países".

Entre las acciones de mayor relevancia se incluyeron las siguientes: inaugurar en 2005 en Venezuela 600 centros de diagnóstico integral; 600 salas de rehabilitación y fisioterapia y 35 centros de alta tecnología que brindarían servicios gratuitos de salud de elevado nivel profesional a toda la población venezolana; la formación allí de 40 000 médicos y 5 000 especialistas en Tecnología de la Salud, dentro del programa Barrio Adentro II, y la formación en Cuba de 10 000 bachilleres egresados de la Misión Ribas en las carreras de Medicina y Enfermería, quienes residirían en hogares cubanos.

De igual modo, la nación antillana continuó su contribución al desarrollo de los planes Barrio Adentro I y II, mediante los cuales hasta 30 000 médicos cubanos y otros trabajadores de la salud a lo largo y ancho de la geografía venezolana, prestaron sus servicios a fines de 2005, a la vez que se intervinieron quirúrgicamente en Cuba por distintas afecciones de la visión, 100 000 venezolanos.

La Isla mantuvo su apoyo para contribuir al éxito de los Progra-mas especiales Bolivarianos, entre esos la Misión Robinson I, mediante la cual Venezuela se declarará como el segundo territorio libre de analfabetismo en América, habiendo enseñado a leer y a escribir a 1 406 000  venezolanos; Misión Robinson II, en la que estudian 1 262 000 personas para alcanzar el sexto grado; Misión Ribas, que forma a bachilleres para darles acceso a los estudios universitarios, a jóvenes venezolanos a quienes la Revolución Boliva-riana les brinda esa oportunidad. Al respecto se promoverá el cumplimiento del Plan de Becas que Cuba ofrece para la universalización de la enseñanza superior.

Durante este encuentro en Caracas también se celebró la III Reunión de la Comisión Administradora del Acuerdo de Complementación Económica, y se concertó otorgar preferencias arancelarias a 104 nuevos renglones de exportación de Cuba y un cronograma de desgravación progresiva, tanto para estos como para las preferencias ya existentes. En todos los casos se tuvieron en cuenta los compromisos de Venezuela, consagrados en el Acuerdo de la Comunidad Andina de Naciones y el MERCOSUR.

Por su parte, Cuba emitió la Resolución Conjunta No. 6 de los entonces  ministerios de Finanzas y Precios y de Comercio Exterior, eximiendo del pago de los derechos de Aduana a las importaciones de origen bolivariano. También fueron emitidas por Cuba las resoluciones No. 26 y 27 del Ministerio de Finanzas y Precios para eximir del pago de impuestos sobre utilidades a las empresas propietarias o poseedoras de barcos de bandera venezolana, que participaron en la transportación de pasajeros y cargas en el territorio nacional y del pago de los derechos de tonelaje de las naves venezolanas, llegadas a la Isla procedentes del extranjero.

La Mayor de las Antillas adquirió la suma inicial de 412 millones de dólares en productos venezolanos, así como otros para uso social o para el consumo directo de la población, lo cual tendría un efecto positivo en la generación de empleo en Venezuela, propiciando la creación de unos 100 000 puestos de trabajo.

XI Reunión de la Comisión Intergubernamental

En vísperas de inaugurarse en la Isla la Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Américas (ALBA), ambos países suscribieron en la capital cubana el sábado 11 de junio de 2011, un total de 116 proyectos como cierre de las sesiones de la XI Reunión de la Comisión Intergubernamental. Esos documentos, firmados al amparo del Convenio Integral de Coopera-ción al cual dieron vida los presidentes de las dos naciones en octubre del año 2000, representan 1 301 716 807,94 dólares.

Los oradores del histórico acontecimiento reconocieron que la colaboración y los acuerdos entre Venezuela y Cuba habían fortalecido a la ALBA y a todo el sistema de integración de América Latina, y que los proyectos aprobados serían de mucho impacto en Venezuela, por su vinculación a los programas sociales.

De igual modo los acuerdos firmados abarcarían en las áreas de ciencia, tecnología, producción de alimentos, pesca y turismo, mediante ocho nuevas empresas mixtas binacionales, que se sumarían a una docena existentes en los sectores de informática y comunicaciones, sideromecánica, industria básica, transporte e industria azucarera. También se suscribieron memorandos de intención para crear otras firmas para la producción de alimentos, la aviación civil y actividades primarias en hidrocarburos.

Hoy, el Presidente Comandante bolivariano no ha muerto, ha hecho un paréntesis en su lucha para recomenzarla junto a los próceres que tanto amó y cuyos ejemplos le sirvieron de inspiración.

Este hombre imprescindible saltó a la inmortalidad el pasado 5 de marzo. Los cubanos buenos lo lloramos igual que los venezolanos buenos, esos que llevaban y llevarán a Hugo Chávez en cada acción que emprendan a partir de ahora para, como él, no dejar caer la espada de Bolívar. 

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