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09 de Mayo  2025 

La perspectiva es seguir creciendo

Así lo augura el delegado, Rafael Ángel Peña de la Rosa. La cordialidad de sus habitantes, sus tradiciones culturales, sus esculturas, una variada red gastronómica y recreativa, los servicios de Transtur, además de los hoteles Brisas Covarrubias, Tunas y Cadillac -este último de reciente inauguración en el corazón de la ciudad-, son fortalezas que anticipan un futuro promisorio para este sector en la oriental provincia


Sábado 20 de Diciembre de 2008 | 12:00:00 AM 

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Las Tunas constituye, sin duda una promesa para el sector turístico en el oriente cubano. Lo atestiguan la cordialidad de sus habitantes, el arraigo de sus tradiciones culturales, sus monumentales esculturas, la variedad de su red gastronómica y recreativa, además del servicio de renta de 60 autos y cinco ómnibus de Transtur, que posibilitan al visitante viajar por su vasta y hermosa geografía.

La planta hotelera actual, con el Brisas Covarrubias, el Tunas y el Cadillac -este último de reciente inauguración en el corazón de la ciudad-, aunque limitada todavía, se precia de la calidad de sus servicios y de ser placentero recodo para el descanso y el esparcimiento.

Rafael Ángel Peña de la Rosa, delegado del MINTUR en el territorio, fundamenta su optimismo: “El plan director de nuestro polo turístico contempla 5 000 habitaciones en las playas Covarrubias y Real de Covarrubias, a lo largo de cinco kilómetros de excelente arena, tan fina y blanca como las de Varadero o Guardalavaca; una temperatura promedio anual del agua de 24 grados centígrados y un entorno natural prácticamente virgen, porque es el hotel Brisas Covarrubias la única instalación con 180 habitaciones.

“Ubicado a 90 kilómetros al norte de la ciudad de Las Tunas, allí hay mucha tranquilidad y seguridad, un elevado índice de repitencia, sobre todo de turismo familiar. Se repara ahora el acceso vial al hotel, con los recursos asignados al Programa Especial de Atención a las provincias orientales, que cuenta con un nivel de prioridad y financiamiento, a pesar de todas las contingencias.

“La terminación del aeropuerto internacional que se empezó a construir en 1989, y que se paralizó a causa del período especial, es una necesidad de nuestro polo turístico. Debe cubrir el circuito norte entre Puerto Padre y Santa Lucía. Desde Holguín son 126 kilómetros”, comenta el ejecutivo.

“En el Hotel Tunas, de la cadena Isla Azul, estamos mejorando el confort de diez habitaciones destinadas al turismo internacional. Y para el siguiente año, otras 30. Para la cadena Encanto, perteneciente al Grupo Cubanacán, vamos a restaurar el Hotel Plaza, en Puerto Padre, de 16 habitaciones.

“Como parte de la infraestructura que presupone el desarrollo progresivo del sector en el territorio, creamos la Empresa de Servicios al Turismo (EMPRESTUR), que posee una plantilla de 120 trabajadores y la Escuela Formatur, integrada por profesores de alta calificación, quienes preparan al personal necesario en todas las especialidades. “Asimismo, está la Oficina de Turempleo, responsabilizada con la selección de la fuerza laboral, a partir de su profesionalidad y dominio del idioma, y una red de 12 tiendas de la cadena Caracol.

“La red extrahotelera, también enfrascada en una renovación de su imagen, posee 24 instalaciones de cafeterías y restaurantes, en la ciudad capital y Puerto Padre, fundamentalmente.

Entre los más reconocidos están El Baturro y La Bodeguita, ambos de comida criolla, aunque esta última pretendemos especializarla en la variada cocina mexicana; Buena Vista, la Casa de Piedra, El parador del Cucalambé, Dos gardenias y la Sala de Fiestas Luanda, considerada el mejor centro nocturno del oriente cubano”. De todos, el más frecuentado es El Ranchón, que exhibe orgulloso la condición de Vanguardia Nacional.

Asegura su director, Alexis Góngora Espinosa, que esos resultados no se explican solo por su privilegiada ubicación geográfica en la carretera central, sino debido a la aceptación que tiene el plato de la casa: Bisté Ranchero de cerdo. Como fondo musical se puede disfrutar el compás de la tradicional melodía cubana.

HOTEL CADILLAC: TOQUE DE DISTINCIÓN PARA LA CIUDAD

Con solo ocho habitaciones, cuatro matrimoniales, dos dobles e igual número de suites junior, donde pueden alojarse 16 personas, esta instalación de la cadena Isla Azul, inaugurada recientemente, le confiere un toque de distinción a la urbe tunera por su localización, las leyendas y, sobre todo, por lo sugestiva que resulta la decoración ideada por Ambientes ATRIO, una joven empresa del Ministerio de Cultura dedicada a estos fines.

Ecléctico en su estilo, como era la arquitectura predominante en la época de oro de esa marca de autos, el pequeño hotel fue construido por Emprestur, con un proyecto del Grupo de Diseño y Ingeniería Crever, en el espacio que ocupó otro similar, del mismo nombre, desde el año 1945 del pasado siglo. Ludema se ocupó de los muebles, y Dicma, por su parte, de la carpintería exterior, lo que constituyó un excelente ejemplo de cooperación entre empresas locales.

Su apariencia exterior semeja la proa de un barco, y se cuenta que al parecer fue el homenaje del otrora dueño del Cadillac a algún familiar querido que pereció en uno de los tantos hundimientos de naves ocurridos en el Caribe por esos años. Otros creen que la intención era rendir tributo a la gloria efímera y fatal del Titanic.

Lo cierto es que a la vuelta de 63 años, el hotel está de nuevo ahí, rejuvenecido en el tiempo, con sus escaleras de mármol color hueso y servicios de aire acondicionado, agua caliente, minibar, programación por cable en televisores extraplanos o de plasma, caja de seguridad, bar-cafetería y club nocturno, favorecido con la música de los 40, 50 y 60 de la pasada centuria y un espectáculo de pequeño formato, remedo también de aquella época.

Su director, Oscar Perdomo Bodaño, nos lleva hasta la terraza, que tiene una amplia vista al parque Vicente García y, desde otro ángulo, es un cautivante mirador de la ciudad de Las Tunas.

LA BELLEZA DE LO SINGULAR

El lobby Las caletas del Hotel Brisas Covarrubias, del Grupo Cubanacán, es amplio y hermoso como la sonrisa del carpetero que nos recibe. Transcurrida una década de su apertura al turismo internacional -proveniente en lo fundamental de Canadá y Alemania-, la instalación parece nueva. Las eventualidades naturales validaron el refrán de que no hay mal que por bien no venga.

“Hasta los que repiten en esta temporada se sorprenden”, comenta orgulloso Jorge Valentín Sánchez Ávila, su director comercial, quien se quedó atónito cuando vio los destrozos hechos por Ike. “Fue increíble la cantidad de escombros y plantas que sacamos; toda la madera la desbarató, pero logramos salvar los muebles originales y los interiores de las 180 habitaciones de categoría cuatro estrellas.

“No pensé realmente que en tan poco tiempo el hotel se vería tan bonito, rejuvenecido, ahora que lo pintamos con los colores distintivos del Grupo Cubanacán. Nuestros 160 trabajadores, la mayoría residente en el municipio de Puerto Padre, tienen características muy particulares- expresa el directivo. Son personas sanas, sencillas; no hemos perdido a nadie del colectivo por ambiciones ni afán de lucro. Con el ciclón la gente se dio cuenta de que quería a su hotel.

“Uno de los principales atractivos de la instalación -prosigue- es el buceo por la abundancia de puntos de inmersión que tiene, continuidad de la barrera coralina de Camagüey, famosa por la singular belleza de sus corales, algas y peces. Dentro de las actividades de animación se ofrecen clases de bailes e idioma español, aeróbicos, y aquagym, que se alternan con deportes acuáticos: banana, kayak, catamarán…

“El restaurante buffet El Dorado, con capacidad para 160 comensales, brinda comida internacional, y en el snack-bar Cobobar, se puede degustar bebidas nacionales e importadas, además de entremés. Tenemos un cibercafé, y servicios de masajes y fangoterapia. Nuestro receptivo es Cubatur y entre los turoperadores destacan Sunwing y Holasun Caribe Sol, ambos de Canadá.

“Estamos en mejores condiciones que nunca para afrontar una temporada alta que se vislumbra prometedora”, concluye.

SEGUIR CRECIENDO

“Nuestro desarrollo es todavía incipiente -reconoce el Delegado tunero-, pero, año por año, vamos ascendiendo. En los últimos cuatro, hemos duplicado los ingresos en divisas, y la perspectiva es seguir creciendo, abrir nuevas instalaciones. Queremos ampliar el Brisas Covarrubias con otras 60 habitaciones, y la inversión de la que hablé al principio, sujeta a la necesidad de encontrar un socio que aporte capital y mercado, marcará el momento del despegue definitivo”.

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