A la producción de alimentos en Yaguajay contribuyen los aportes de la ciencia en Sancti Spíritus. Autor: Aliesky Del Río Leal Publicado: 19/01/2023 | 10:56 am
Como un año de retos y esperanzas calificó al 2023 la titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Elba Rosa Pérez Montoya, al resumir el acto nacional por el Día de la Ciencia Cubana, efectuado en la provincia de Sancti Spíritus, ganadora de la sede por sus resultados en esta esfera, clave para alcanzar la máxima soberanía en todos los ámbitos.
Explicó cuán intrínsecamente enlazado está el desarrollo de la ciencia en este país con ese gran acontecimiento que marcó nuestras vidas para siempre y enumeró los grandes hitos de esa rama en los últimos 64 años, bajo la guía del pensamiento visionario de Fidel: la campaña de alfabetización, el fortalecimiento del sistema de educación superior, la labor de las sedes universitarias municipales y la creación del Frente Biológico, devenido Polo Científico del Oeste, hoy convertido en el Grupo Empresarial Biocubafarma, que potencia la integración de instituciones en función de la investigación, producción y comercialización nacional e internacional de productos biotecnológicos para la salud.
Precisó que el aporte de la Ciencia Cubana fue decisivo en el enfrentamiento a la Covid-19, a partir de la colaboración científica entre investigadores e instituciones de diferentes disciplinas, el aprovechamiento compartido de las capacidades disponibles y el papel del gobierno como agente integrador y dinamizador, experiencia que el país ha incorporado como método de trabajo.
"Nuestro personal científico -dijo- ha demostrado con sólidos resultados la capacidad de respuesta ante situaciones complicadas."
Insistió en que el uso de los más diversos y profundos saberes serán claves para solucionar problemáticas que enfrenta el país e indicó que junto a la innovación y otras actividades, serán prioridad la producción de alimentos, los temas demográficos, la industria y la energía, en particular la renovable, para responder a la aspiración de cambiar de matriz energética en 2030.
Entre las previsiones del país citó la reevaluación de la ruralidad como actividad científica, el impulso de la economía circular y el aseguramiento de la Tarea Vida, plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático con cuatro etapas de protección medioambiental hasta el 2030, el cual ahora transita por la segunda.
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En ese acápite exaltó a la Tarea Vida, de gran importancia para un pequeño país insular como Cuba, que sufre de manera severa las consecuencias del calentamiento global, junto a otros fenómenos como la contaminación y la pérdida de biodiversidad.
Clasificó al 2023 como un año oportuno para incrementar las publicaciones, patentes e inversiones en la esfera científica y enfatizó en la necesidad de fortalecer la empresa estatal socialista y otras formas de gestión en la producción y los servicios.
"Ante los disímiles retos, seguiremos haciendo una ciencia responsable y pertinente, continuaremos contando con la entrega incondicional de las mujeres y los hombres del sector, en especial de los jóvenes que demuestran un compromiso permanente con la continuidad de la obra científica de la Revolución y aportan cada día soluciones que el país necesita."
Sancti Spíritus como emporio de la ciencia
En la reciente celebración en la ciudad espirituana se reconocieron varias instituciones y personalidades con relevantes resultados en su desempeño científico e investigativo como a la directora general del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), Marta Ayala Ávila, quien participó en el acto junto a Inés María Chapman Waugh, viceprimera ministra de la República de Cuba, y otros dirigentes de organizaciones políticas y de masas, del Gobierno a nivel nacional y provincial.
Durante la ceremonia, Sancti Spíritus recibió la bandera y el certificado acreditativos de la sede por esa celebración en la que se evaluaron los resultados científicos en 2022 aplicados a la producción de alimentos, el uso de la energía renovable, la estrategia de desarrollo local y el enfrentamiento al cambio climático, entre otros.
Junto a los avances en la implementación de un sistema de gestión de gobierno, basado en ciencia e innovación, se muestran los logros integrales de entidades, centros de investigación, proyectos de desarrollo local, organizaciones de alta tecnología (CIGB y Citmatel) y programas y creaciones encaminadas a la promoción del desarrollo social y económico de ese territorio.
El delegado del Citma en la provincia espirituana, Leonel Díaz Camero, se refirió a la organización del Parque Científico Tecnológico BioYaguajay, a los aportes en materia de organismos genéticamente modificados, en particular en lo referido a la soya y maíz híbrido, que se generalizaron durante el año anterior en la producción de semillas y el consumo animal, lo cual requirió la siembra de unas 350 hectáreas con rendimientos de hasta seis toneladas.
Entre las razones que avalan ese reconocimiento sobresalen las relacionadas con la aplicación de medios biológicos en el cultivo de arroz y otros, además del incremento de variedades con semillas certificadas de alta calidad por su adaptación al clima y las ganancias agrícolas, así como la reconversión de sistemas de tratamiento lagunares a biodigestor híbrido cubano con cubierta de geomembrana (mantas de polietileno o de concreto), ante la nula disponibilidad de acero.
Comentó acerca de los efectos de la aplicación de la Estrategia de desarrollo local, el Consejo técnico asesor y el Grupo de trabajo para la soberanía alimentaria y educación nutricional con más ciencia, un propósito fundamental para lograr que su introducción en la práctica social sea de beneficio popular, a pesar de las restricciones y dificultades impuestas por el cerco económico, financiero y comercial del gobierno estadounidense.
Puntualizó el tema de la soya como alternativa para la sustitución de importaciones y ante el cambio climático por su resistencia frente a intensas lluvias y enfermedades ambientales, además de la introducción de la variedad IACuba-35 en la estrategia de la Empresa Agroindustrial de Granos Sur de Jíbaro, tolerante a bajas temperaturas.
También Sancti Spíritus se colocó en la puntera nacional, en la labor con la energía renovable y, sobre todo, en los resultados de la Universidad José Martí, con los biodigestores y su instalación en comunidades y empresas.
Desde 2000 se enfrascan en la estrategia del desarrollo local, y ya se despliegan 103 proyectos de ese tipo teniendo varios municipios líderes como Yaguajay, Fomento, Cabaiguán y Jatibonico, además de potenciar la economía circular. Por ejemplo, en cuatro minindustrias producen a partir del plástico, residuos del mármol y de las gomas de automóviles, que se reciclan en diferentes lugares de la Isla y con lo cual se obtienen muebles, cestos, incluso casas de cultivo, madera plástica para la construcción de pasarelas en el turismo, entre otros bienes.
Los proyectos se vinculan además a la transferencia de tecnologías en materiales de la construcción (nueve minindustrias), a la producción de medicina natural y tradicional (un laboratorio), al procesamiento de alimentos como las plantas asociadas a la obtención de aceite y harina de yuca, y la elaboración de piensos.
En lo vinculado con la energía renovable señaló el proceso de desarrollo de redes de distribución de gas en diferentes comunidades y la elaboración e implementación del programa provincial de biogás en 62 sitios del territorio con un potencial de 122 000 m3 al día y un ahorro de 60 000 litros de diesel. En ese punto sobresale el proyecto Conectando Paisajes por su experiencia metodológica en la producción y aprovechamiento de esa fuente a nivel local, indicada como referencia para el resto del país.
Cuentan además con más de 300 proyectos patrocinados por su Consejo de Gobierno para apoyar las ramas del desarrollo científico que tributan al crecimiento socioeconómico del país y sobresalen los resultados del CIGB en la provincial que suma entre sus éxitos el mantenimiento de la entrega a otras instituciones científicas de enzimas destinadas a las pruebas de diagnóstico mediante PCR (siglas en inglés de Reacción en Cadena de la Polimerasa) en tiempo real para detectar el virus del SARS-CoV-2.
Con la primera entrega de dichas enzimas, según precisó el delegado del Citma, Cuba pudo sustituir importaciones por valor de unos 125 000 pesos en moneda libremente convertible.
