En las bases de almacenes de Escambray, en Pinar del Río, se quedaron sin techos cuatro naves, y aún así se les dio prioridad a los perjuicios en viviendas y establecimientos de comercio y gastronomía, de la empresa eléctrica, entre otros centros sociales y económicos vitales para la población. Autor: Ledys Camacho Casado Publicado: 19/01/2023 | 10:18 am
Santiago Ulloa, director de Procesos de la empresa, exaltó los propósitos de la campaña diseñada para continuar la marcha de este esfuerzo decisivo y enfrentar con más bríos los perjuicios del huracán Ian, contando con varios pilares al lograr alcanzar 2 400 millones de pesos con apenas 557 trabajadores.
“Eso implica todo un soporte de tecnología, de procesos automatizados y de mejora continua, en respuesta a tener un sistema de gestión de la calidad certificado por las normas ISO 9001: 2015”, enfatizó.
Para este año prevén, según Ulloa, certificarse por la norma 14 001 de medio ambiente, la 1 703 de innovación y desarrollo, y la 45 001 de seguridad y salud en el trabajo, como respuesta a la trascendencia y comportamiento histórico de la entidad en esa materia.
Se cuenta con una red a nivel nacional para sostener en cada etapa los recursos imprescindibles en su avance por lo que están comprometidos con toda la documentación certificada que responda a las necesidades como distribuidores mayoristas, aunque con Pinar del Río se prueba que también lo pueden hacer de forma minorista; solo basta un cambio de escenario y, aunque no es la primera vez que la empresa lo ha hecho, nunca antes había sido de tal magnitud y flexibilización en los procedimientos.
Proyecciones hay muchas, sobre todo las relacionadas con la innovación y desarrollo de los procesos, la renovación de las certificaciones de calidad, la digitalización de todo el sistema documental de la empresa y el de contratación para el próximo trimestre; además de trabajar en la incorporación de la firma digital, entre otros retos, para lo cual -afirmó Ulloa- cuentan con lo esencial: recursos humanos valiosos y calificados.
Esto muy bien lo podría ilustrar Abel Rivero Cruz, especialista en gestión comercial y del área de logística, quien fue reconocido por su labor preponderante e impulsora de las acciones recuperativas, para quien siempre existe una solución por difícil que parezca la tarea, enfrentando dificultades y escollos de cualquier índole.
Otra nota sobresaliente la aportan varios trabajadores de la Empresa, quienes tuvieron afectaciones en sus viviendas y aún así no faltan a su puesto laboral, donde reciben el respaldo del resto del colectivo.
 Nestor Marrero Gálvez, director general de la Empresa Comercializadora Escambray. Foto: Ledys Camacho Casado |
En medio de las insuficiencias de recursos, se destacó el apoyo de la transportación tanto en rastras como en ferrocarril; el de Cubiza con sus montacargas y la preocupación de los gobiernos de esas provincias que supieron dar una buena respuesta en la solución a los problemas (tanto en Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque y la Isla de la Juventud).
En las bases de almacenes de Escambray, en Pinar del Río, se quedaron sin techos cuatro naves, y aún así se les dio prioridad a los perjuicios en viviendas y establecimientos de comercio y gastronomía, de la empresa eléctrica, entre otros centros sociales y económicos vitales para la población.
Jorge Luis Aspiolea Avalos, director de logística y compras de Escambray, explicó que los elementos de cubiertas se encuentran entre los principales materiales comercializados, y ejemplificó con los más de 824 000 metros cuadrados (m2 ) de cubiertas de zinc, aportados por la Empresa Militar Industrial (EMI) Francisco Cruz González, de San José; además de 550 000 m2 de tejas de asbesto cemento junto a elementos complementarios como la madera, obtenida por varias entidades (más de 4 000 m2 para esas construcciones, además de cemento y áridos, entre otros).
También Marianela Díaz Piñero, directora de Contabilidad y Finanzas, dejó claro por qué se puede hablar de eficiencia en esa empresa y detalló el comportamiento de sus principales indicadores, en respaldo al cumplimiento del plan con muy buenos resultados en el año precedente.
Ilustró el asunto con el mes de noviembre cuando, tras el paso arrollador del huracán Ian y todas las fuerzas puestas en función de apoyar la recuperación del occidente cubano, lograron sobrecumplir el plan anual de ventas pues, de los 2 180 millones de pesos previstos, alcanzaron 2 300 millones. En tanto, al sumar las utilidades, de 23, 2 millones de pesos planificados, ya en esa fecha computarizaban 28 millones.
 Directivos de la Comercializadora Escambray ante los retos y desafíos de estos tiempos. Foto: Ledys Camacho Casado |
Tras describir la estructura de la empresa, su directora adjunta, Amelia María Pérez Barnet, señaló como un proceso fundamental, el logístico, apoyado por toda la red de distribución en cada provincia y las capacidades de almacenamiento, con un volumen total de más de un millón de metros cuadrados.
Gracias a su presencia a lo largo de todo el territorio nacional y a su considerable capacidad de almacenaje, clasifica como el principal canal comercializador del Ministerio de la Construcción (Micons). Sus niveles de venta alcanzan aproximadamente un promedio mensual de 210 000 pesos, y en esta etapa los resultados se disparan ante el aumento de los recursos movilizados con destino a las provincias asoladas por Ian.
Los esfuerzos de la Empresa en conjunción con las autoridades territoriales y organismos del Estado, se suman a la participación comunitaria, en la mejor cosecha del duro camino de la recuperación total de los daños ocasionados por el desastroso meteoro.
