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20 de Abril  2024 

Turismo: El desafío de la recuperación y la nueva etapa

El año 2022 resultó un calendario retador para el desempeño del turismo tanto a nivel global como en Cuba. Este es uno de los sectores que recibió los impactos más graves de las medidas restrictivas derivadas de la pandemia de la COVID-19; y es precisamente en lograr una efectiva recuperación donde se colocaron todos los empeños y se continúan proponiendo y pensando estrategias


Jueves 29 de Diciembre de 2022 | 12:36:45 PM 

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El año 2022 resultó un calendario retador para el desempeño del turismo tanto a nivel global como en Cuba. Este es uno de los sectores que recibió los impactos más graves de las medidas restrictivas derivadas de la pandemia de la COVID-19; y es precisamente en lograr una efectiva recuperación donde se colocaron todos los empeños y se continúan proponiendo y pensando estrategias.

Datos aportados por la más reciente edición del Barómetro que publica la Organización Mundial del Turismo (OMT) dan cuenta de que hasta noviembre último la industria del ocio a escala internacional alcanzaría aceleradamente el 65 % del nivel con el que funcionaba antes de los efectos del nuevo coronavirus.

Condiciones como la gran demanda reprimida, el aumento de los índices de confianza y la eliminación de las medidas restrictivas en una cifra elevada de destinos, condujeron a que desde enero a septiembre el estimado de turistas haya llegado a los 700 millones, lo cual representa más del doble con respecto a 2021, para un 63 %.     

Por regiones sigue siendo Europa la que encabeza el repunte. Hasta septiembre el continente recibió el 68 % el total de los arribos mundiales con 477 millones. Mientras, el Medio Oriente, África y las Américas también registraron significativos incrementos en este indicador.

Otros números que se mostraron en alza, de acuerdo con el informe de la OMT, que además cataloga como robusta la recuperación, son los ingresos por concepto de turismo internacional y el gasto del turismo emisor.

A estos se suman las estadísticas del UNWTO Tourism Recovery Tracker (el rastreador de la recuperación del turismo de la OMT), las cuales refieren que se robustecen cifras como la capacidad aérea y las demandas de alojamiento en los hoteles, así como las tasas de ocupación que globalmente llegaron al 66 % en septiembre último.

Sin embargo, las voces más autorizadas en materia turística coinciden en alertar que este optimismo debe ser cauteloso debido al complicado entorno de la economía (inflación, subida de los precios de la energía), un factor que “podría pesar sobre el ritmo de la recuperación en el cuarto trimestre y en 2023”, dice el texto ya citado.

Por su parte, un comunicado del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), afirma que “hasta 2024 no se alcanzarán las cifras de 2019 en todas las regiones del mundo, con la excepción de Asia-Pacífico”.

Aunque, “a pesar de los crecientes desafíos que apuntan a una suavización del ritmo de recuperación, los ingresos por exportaciones del turismo podrían alcanzar entre 1,2 y 1,3 billones de dólares en 2022, un aumento del 60 % al 70 % respecto a 2021”, acota el Barómetro de la OMT.

Entre las pautas que ha priorizado la citada entidad y sus organizaciones afines en función de la recuperación de la también llamada industria sin chimeneas sobresalen la ética, la justicia y la responsabilidad; destacan igualmente la preponderancia de la generación de empleos, la educación y las inversiones para la revitalización del ramo hasta 2050.


También se centran en otros aspectos como el fuerte compromiso con la protección ambiental (basado en modelos resilientes, sostenibles y bajos en carbono), la accesibilidad e inclusividad, la transformación digital de los destinos, el rol de las comunidades y cuánto pueden aportar las Mipymes, así como la visión de género y el empoderamiento de mujeres y niñas. 

¿Y Cuba?

Para la mayor isla del Caribe el turismo es uno de los sectores fundamentales de la economía y que está llamado a contribuir cada vez más a su dinamización y a impulsar el desarrollo del país; en tal sentido se potencian estrategias y acciones por parte de trabajadores, especialistas y directivos.

Tras la reanudación de las operaciones de este ramo, después de la pausa debido a la pandemia de la COVID-19, el renacer de la industria en la Mayor de las Antillas puede catalogarse como posible y esperanzador.

Las cifras más actualizadas que da a conocer la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) ratifican el crecimiento sostenido en la entrada de vacacionistas a Cuba. Hasta octubre -precisa el documento- se dio la bienvenida a 1 729 098 viajeros, lo cual significa que, en comparación con similar etapa de 2021 entraron a la nación 1 409 105 viajeros más.

Del total contabilizado, llegaron 1 198 402 visitantes internacionales hasta el cierre de octubre, lo que representa un 587,6 %, o sea, 994 455 visitantes internacionales más que durante la misma etapa del año precedente, detalla la Onei.

Agrega que los principales mercados emisores son Canadá (había aportado 359 034 visitantes), la comunidad de cubanos residentes en el exterior (266 264), Estados Unidos, España, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y México.

Tales resultados se explican a partir de que Cuba se distingue por las garantías que brinda para el turismo seguro, la confianza que mantiene ante los vacacionistas y compañías hoteleras foráneas e inversores, su rica cultura, raíces y tradiciones históricas, hospitalidad e identidad de su gente, así como la seguridad y tranquilidad que se respiran al andar sus calles y plazas.

Contribuyen además otros notables atractivos y múltiples potencialidades que tienen que ver con su geografía y clima privilegiados, las paradisíacas playas que la rodean y la red de infraestructuras hoteleras y extrahoteleras de que se dispone.

Para José Luis Perelló, experto en materias turísticas y profesor titular del Instituto Internacional de Periodismo, , existen algunos retos y perspectivas para el turismo: la implementación de estrategias de comercialización en los mercados tradicionales, en el turismo de sol y playa desde Canadá y Europa; diversificar los mercados e identificar nuevos segmentos, lograr una marcada diferenciación por segmentos de la demanda y elevar los indicadores de calidad percibida.

Subraya el estudioso la necesidad de cohesionar los encadenamientos productivos en toda la cadena de valor, con economía de escala desde lo local, contratar con turoperadores y líneas aéreas a mediano y largo plazos, desarrollar el turismo de salud con calidad de vida y bienestar, lograr una integración efectiva con instituciones y asociaciones regionales y ampliar la cartera de inversión extranjera directa.

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