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La belleza especial de El Saltón

Enclavada en la Sierra Maestra, este lugar de hermosura especial, clasifica entre los elegidos por los amantes de la naturaleza que visitan a la Isla


Jueves 24 de Agosto de 2017 | 12:00:00 AM 

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El Saltón es un lugar de Cuba que aporta noticias turísticas, como ocurre en este 2017, cuando al cierre del año estará representado en la atención nacional a 4,7 millones de visitantes extranjeros, según pronósticos oficiales.

La razón es que, de esa cifra, muchos buscarán su descanso vinculándolo a la naturaleza, según autoridades del Ministerio de Turismo (Mintur).

Por tanto, no es extraño que existan lugares apartados, de belleza especial, como El Saltón, que tengan su clientela fija, y estén inscritos de manera particular en el mapa recreativo del archipiélago.

De ahí que el oriente cubano cada año atraiga a más extranjeros interesados en obtener vacaciones de cara a la naturaleza y poder apreciar sitios de mil paisajes, muy bien conservados, como hacen canadienses y europeos.

Así, muchos de los primeros se dirigen al rincón apartado de la geografía cubana llamado, no por gusto, El Saltón, en medio de un conservado entorno natural de la Sierra Maestra.

Sitio ideal para pasar vacaciones activas, este escenario también guarda historias y leyendas vinculadas con las guerras libertarias, tal como explicó Carlos Rosales, campesino de la zona devenido especialista comercial del hotel que existe allí.

Recuerda Rosales que esos espacios disfrutaron la presencia de líderes revolucionarios de la Isla como Fidel Castro, principal inspirador del hotel.

El mejor camino

Entre la belleza del paisaje y de una caída de agua de 30 metros, aparece el hospedaje de 25 habitaciones, como encajado en la exuberancia de la Sierra, territorio de la porción más oriental del país.

El establecimiento se inauguró el 13 de agosto de 1991 para darle continuidad a la tradición de los campesinos de la zona, que disfrutan sus descansos junto a la cascada, en familia.

En la actualidad, la belleza indiscutible del paisaje se combina con las cabañas y los pasos, abiertos para viajeros que busquen tranquilidad y compartir su tiempo con la naturaleza mejor conservada.

Operado por el grupo hotelero Cubanacán, allí pernoctan alemanes, holandeses, suizos e italianos, quienes logran identificar tradiciones como el cerdo asado en púa de madera, elaborado cerca de la cascada.

Desde el hotel se pueden organizar recorridos, aprovechando las rutas de los campesinos, que las transitan en plan de faena, tanto a pie como sobre sus bestias de carga.

Uno de esos recorridos incluye poco más de dos horas de camino entre la serranía, un trayecto que, pese a contar 1,5 kilómetros de distancia, parece mayor por lo empinada de la cuesta.

Se encuentra en el mismo corazón de una de las sierras más emblemáticas de Cuba, en este caso con accesos por los poblados de Maffo y Cruce de los Baños, donde se pude apreciar también la vida rural cubana.

Zona de cafetales, permite a los viajeros la observación de aves y viajar sobre caballos, siempre bajo la orientación de guías que conocen muy bien esos parajes, por haber nacido en ellos.

Tres piscinas naturales esperan al visitante, aunque sendero adentro se revela también la belleza perfecta de los ríos.

Comenta nuestro guía que en las rutas para turistas se incluyen las visitas a campesinos de la zona, para probar la manera local de preparar el café, por lo general negro y en tazas pequeñas.

Al río que atraviesa tal parte de la Sierra lo nombran Fille, una pronunciación que intenta ser francesa, debido a la huella plantada por cafeteros galos asentados allí en el pasado.

El hotel recibe cerca de 3 000 visitantes por año, fundamentalmente entre noviembre y abril, aunque con el conocimiento del lugar en el mundo, muchos viajeros llegan en julio y agosto, los meses más calurosos.

Café, frutales, cocina típica, de conjunto con la cultura creole o criolla dejada por franceses y haitianos, complementan una visión caribeña desconocida por los europeos, muchos de los cuales regresan cada año.

Cercanos al lugar se encuentran sitios históricos sobre las guerras, como el Mausoleo a los Mártires del III Frente (guerrilla que logró el triunfo, en 1959, de la Revolución Cubana) a solo siete kilómetros, o el Mausoleo a Carlos Manuel de Céspedes, a 25 kilómetros, para honrar al impulsor de la primera República en Armas.

Precisamente, el 10 de octubre de 1868, Céspedes, conocido como el Padre de la Patria, otorgó la libertad a sus esclavos africanos e inicio la guerra por la independencia contra el colonialismo español.

Cada viajero se lleva al partir una página diferente, con la visión y la espiritualidad aportadas por un sitio muy verde, donde la naturaleza puso su sello para realzar el canto de los pájaros y el rumor de los ríos.

El Saltón, que ha transitado de sitio destinado al descanso a verdadero paraíso del turismo de naturaleza, funde la perfección del entorno con la invitación a regresar. (PL)

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