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La Habana deslumbra con su hospitalidad

Abierta al mar y con sus 491 años de fundada, se presenta hoy La Habana, que acostumbra, como siempre, a "deslumbrar con su hospitalidad", como afirmara en una ocasión Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, quien confiesa que la capital cubana "enamora, es belleza a la que todos regresan"; y le atribuye "especial personalidad".


Viernes 29 de Abril de 2011 | 12:00:00 AM 

Autor

Minerva Hernández

Tan sugestivas referencias confirman que los participantes en esta edición de la Feria Internacional de Turismo serán privilegiados con la propuesta del programa de recorrer la Ciudad y visitar sitios patrimoniales, notables y emblemáticos. Su infraestructura turística incluye más de 10 000 habitaciones hoteleras, que representan alrededor de 23 % de la capacidad de hospedaje del país.

Por las calles de esta urbe activa deambulan personas de distintas latitudes, según estadísticas pasa cada año la mitad de los visitantes que vienen al país. Pero, especialmente, andan por cada punto de la geografía citadina los propios habaneros, quienes simbolizan a los cubanos de todas las regiones del país, y retratan el mestizaje característico de la nación.

Se dice que cuando los visitantes se muestran cordiales y amigables logran compenetrarse con los pobladores capitalinos, entonces se llevan los recuerdos de una bella y acogedora ciudad y el premio de conocer esa "singularidad espiritual del pueblo cubano".

Morro Cabaña, sede excepcional

Frente a la bahía habanera, como un balcón excepcional desde la cual se contempla la forma peculiar en que el mar baña el litoral citadino, se ubica el parque histórico Morro Cabaña, sede de la Feria Internacional de Turismo y de numerosos eventos cubanos.

Se distingue por dos construcciones monumentales, una de ellas devenida símbolo universal de La Habana, se trata del Castillo de los Tres Reyes del Morro, cuyo faro sirve de guía para la entrada a la bahía.

Dicen que es el sitio más elevado de esa zona, donde se levantaron en distintas épocas varias versiones del faro-torre. La construcción actual data de 1845, mide 25 metros de alto y está a 45 sobre el nivel del mar, en tanto su faro, emite destellos cada 15 segundos.

La construcción contigua, la fortaleza de San Carlos de la Cabaña sobresalió por ser una espaciosa ciudad militar mundial con una superficie de 10 hectáreas a lo largo del canal del puerto. Una de sus descripciones expresa que es un polígono abierto con baluartes y semibaluartes, entre otras obras como la extensa muralla perimetral.

Hoy dicha fortaleza se conserva como museo de apreciable valor histórico-militar y arquitectónico, que se anima con distintas instalaciones para prestar servicios a los visitantes y con eventos y otras celebraciones.

TRADICIÓN Y CEREMONIA DEL CAÑONAZO

Para los capitalinos de estos tiempos el estremecedor cañonazo significa que son las nueve de la noche. Y para el público que acude a la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña representa un espectáculo tradicional repetido con maestría. En medio de un vistoso ceremonial, jóvenes vestidos con uniformes similares a los usados durante la época del rey Carlos III, de España, conforman las dotaciones que cada noche disparan el célebre cañonazo.

Los antecedentes refieren que, en sus inicios, las salvas se disparaban desde piezas ubicadas en alguna nave enclavada en el puerto, para ordenar el toque de queda. A partir del siglo XVIII el disparo se hizo desde una de las fortalezas y una vez construida la Cabaña se estableció en ese sitio.

El cañonazo forma parte de la vida sonora citadina. Bajo una arcada de la fortaleza de la Cabaña aparece un pelotón de artilleros uniformados al estilo militar del siglo XVIII con casacas y pantalones rojos, pelucas blancas y botas negras, para escenificar el antiguo rito. Marchan en busca del cañón que establecía, hace más de un siglo, el momento en que las puertas de la muralla que rodeaban a San Cristóbal de La Habana cerraban sin remisión. Tras el disparo, también la bahía quedaba fuera de servicio ya que habilitaban una cadena que iba del Castillo de La Punta al del Morro, hasta que a las seis de la mañana siguiente otro cañonazo indicaba que se permitía de nuevo el acceso a la Villa. Centro Histórico: amor por la restauración

Se asegura que casi la totalidad de los visitantes, nacionales y foráneos que viajan hasta la capital pasean por el Centro Histórico, reconocido como el lugar más visitado de esta urbe. Ese suceso se debe, sin duda, a la impresionante obra de restauración que se desarrolla en esa zona.

De la mano de la Oficina del Historiador de la Ciudad, ahí se realiza un programa de restauración distinguido sobre todo por su gran alcance social, que ha convertido el sitio en una especie de museo habitado.

Dicho Centro, y el sistema de añejas fortificaciones que lo circundan, fue denominado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En esa área monumental 90 % de las edificaciones tiene valor digno de preservarse y sobresale un conjunto con más de 80 monumentos de valor histórico y arquitectónico, más de 800 de valor ambiental y más de 1 700 construcciones de armónico diseño, algunas de los siglos XVI y XVII.

Mediante la compañía Habaguanex ha tenido auge el turismo, al cual destina más de una veintena de pequeños hoteles de excelencia y casi medio centenar de restaurantes, además de una amplia red de cafeterías, tiendas y centros comerciales que ambientan la zona y brindan esmerados servicios a quienes los prefieran.

LA GIRALDILLA SÍMBOLO CON FIGURA DE MUJER

La Giraldilla, uno de los más conocidos símbolos capitalinos, mantiene constante vigilia frente al puerto. Cuentan que en sus orígenes, esa escultura de bronce con figura de mujer y en forma de veleta, fue colocada en lo alto de la torre del Castillo de la Real fuerza, con el objetivo de indicar la dirección del viento a los navegantes.

Numerosas leyendas envuelven la historia de la artística veleta, aunque datos publicados en diversos documentos coinciden en que esa escultura está inspirada en la Giralda de Sevilla y lleva en una de sus manos la cruz de la Orden Militar española Calatrava.

La obra original es actualmente una pieza de museo y la que puede verse en lo alto del Castillo es una réplica realizada en 1963, casi exacta a la original, solo le falta en su asta la banderola que la hacía girar.

HOTEL NACIONAL DE CUBA, INSIGNIA DEL TURISMO

Distinguido y cautivador, el Hotel Nacional de Cuba mantiene las cualidades que lo convirtieron en instalación insignia del sector turístico del país. Por su arquitectura y sus valores patrimoniales se considera un clásico y con ocho décadas de existencia aún conserva el esplendor original, tras la apertura el 30 de diciembre de 1930.

Su protagonismo "se prolonga en el tiempo, para recibir hombres de negocio y noble gente anónima del mundo, hasta constituirse en sede de importantes eventos y seguir siendo ese castillo encantado del que habló Carpentier, tan deslumbrante cual apareciera la noche de su inauguración", explica la historia escrita sobre ese hotel.

La edificación de ocho plantas, con 426 habitaciones, tiene un diseño en forma de letra H, y se erige sobre una colina, en un sitio espectacular del barrio El Vedado. En esta se han hospedado numerosas personalidades -en especial del ámbito de la cultura y del cine- de lo cual atesora testimonios gráficos el Salón de la Fama.

Ha sido merecedor de valiosos reconocimientos nacionales e internacionales por sus propios valores y por los servicios de excelencia que allí se brindan a los huéspedes y visitantes casuales, quienes disfrutan de sus encantos y la magia de sus jardines, balcón natural que invita a contemplar el mar y el Malecón habanero y disfrutar de vistas hermosas de la capital cubana.

TROPICANA ES SINÓNIMO DE EXCELENCIA

Tropicana de Cuba, como lo expresa la contagiosa melodía que acompaña a los espectáculos, cada noche desborda virtuosismo en presencia de visitantes de todos los continentes y confirma su diferencia con esa característica teatral distintiva del afamado cabaret de la capital cubana, que transmite mensajes encomiables de la cultura nacional.

Arena legendaria o lugar emblemático para el país como destino turístico, constituye también uno de los sitios más importantes, desde el punto de vista cultural, ya que en sus funciones ha presentado, a las mejores figuras de Cuba y de escenarios internacionales.

Por su carácter patrimonial fue declarado Monumento Nacional, gracias al desarrollo de "un sello propio de reconocido prestigio internacional dentro de la cultura del espectáculo, del mismo modo que ha devenido gestor y difusor por excelencia de la cultura cubana dentro y fuera de la Isla".

Ubicado a la entrada del municipio Marianao se localiza ese complejo de fantasía, con su inigualable salón bajo las estrellas, con capacidad para casi mil personas y un escenario móvil donde actúan músicos, cantantes y bailarines que han sido aclamados por multitudes.

Desde 1959, Tropicana ha desplegado la sana función de deleitar al público con lo mejor del arte cubano que sigue rebasando fronteras para obsequiar al mundo de la cultura y el turismo ese símbolo de excelencia.

MARINA HEMINGWAY

También para realce del turismo, al oeste de la ciudad, se encuentra la Marina Hemingway, la más tradicional de Cuba, que facilita la práctica de diversos tipos de pesca, entre los cuales se destaca el renombrado Torneo de la Aguja que lleva el mismo nombre de la instalación.

Según su sitio en Internet, tiene un servicio de información meteorológica, talleres de reparación de embarcaciones y electricidad. Posee canales con diseño anticiclones y una completa infraestructura de alojamiento, y otros servicios gastronómicos y comerciales.

En la instalación se ubica la sede del Club Náutico Internacional que funciona mediante asociados y según información de Internet, facilita practicar deportes náuticos, y obtener descuentos en restaurantes, cabarets, hoteles, astilleros y distintas marinas para atracar y aprender sobre navegación.

PLAYAS DEL ESTE REFUGIO DE VERANO

Conocidas popularmente como las playas del Este, a unos 30 kilómetros de la capital se extienden por todo el litoral varias zonas de arenas finas y aguas cálidas y transparentes muy visitadas por los pobladores capitalinos y de otras provincias.

Conocidas por sus nombres Bucaranao, Mégano, Santa María del Mar, Boca Ciega y Guanabo, tradicionalmente han sido lugares de esparcimiento, en especial durante el verano. En esa zona también se ha desarrollado una apreciable infraestructura para el turismo: existen varios hoteles, confortables villas residenciales y otros sitios para la recreación.

También se destaca en esa dirección la Marina Marlin Tarará donde los clientes, además, pueden disfrutar deportes náuticos y buceo. Asimismo, se ofrecen hospedajes en la villa que lleva el mismo nombre ubicada muy cercana al río y de la playa y que dispone de más de 190 casas.

Aunque la urbanización nombrada Residencial Tarará como inmobiliaria ha puesto en el mercado el alquiler de gran cantidad de casas y brinda atractivas ofertas gastronómicas y de esparcimiento a los clientes potenciales en cuyos programas se incluye el disfrute de una acogedora playa.

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