Deleitar durante 67 años a quienes prefieren paladear productos de reconocida calidad, ha sido el propósito primero de una instalación fabril pequeña en sus proporciones, pero grande en su empeño.

Con esa premisa la Fábrica de Conservas y Vegetales La Conchita, fundada en 1943, sobrecumplió al cierre de septiembre último su plan de producción en toneladas y también en valores.

Félix Cáceres, director de la unidad empresarial de base de la entidad, señaló que -para este último trimestre- se proponen procesar cada mes más de 500 toneladas, destinadas al turismo, con el objetivo de resarcir un ligero atraso en ese plan debido al déficit de recipientes afrontado a inicios de año, situación que se eliminó cuando la planta de envases metálicos de occidente echó a andar y de la cual se recibe 30 % de los que necesita La Conchita, pues los restantes se importan.

El pasado año el plan de exportación fue de 90 000 dólares y, al cierre de este septiembre, llegaron a 123 000 dólares.

El ritmo de procesamiento diario oscila entre 45 y 50 toneladas de productos; en esta etapa han procesado 33 069 quintales de fruta bomba y las labores se extienden a la guayaba.

En la emblemática fábrica se obtienen unos 46 surtidos entre vegetales, frutas en almíbar, salsa mayonesa, jugos, aderezo, cremas de frutas y pulpas. De esos, se exportan la crema de guayaba, de fruta bomba, y de mango, tajadas de mango y mermeladas gelificadas.

La Unión Europea, el Caribe y México forman parte de los principales mercados, y su diversificación constituye uno de los objetivos fundamentales.

Los productos de La Conchita son ecológicos. La mayonesa se produce con las adecuadas proporciones de aceite y de huevo, más los restantes ingredientes utilizados tradicionalmente en la mezcla. Un jugo de tomate es puro tomate licuado,y eso lo saben los habituales consumidores de esos productos.

Otra premisa del quehacer cotidiano de este colectivo lo constituye la sustitución de importaciones. Al respecto puede citarse como ejemplo que toda la pulpa de mango se procesa y almacena en la entidad para asumir las diferentes especialidades con esa fruta y se evita la adquisición de la materia prima en el exterior.

Entre las líneas productivas están los jugos de alrededor de seis sabores. Un cambio en el formato de sus tapas, asumido este año, elevó notablemente la demanda. En el área productiva hay siete comités de calidad, responsabilizados con el control de los indicadores, entre ellos olor, sabor, color de los productos. De igual forma, existe un laboratorio que asume los análisis físicos, químicos y organolépticos.

Actualmente, `se crean las condiciones para la producción de conservas de toronja, para lo cual; si no la hay en la provincia, se adquirirá en otros territorios, como hacían durante los años de depresión económica (periodo especial) cuando se obtenía fruta bomba en Matanzas.

INVERSIONES

Excepto las líneas de jugo, de pasta de guayaba y la de tomate en sus variantes, el resto de los productos se procesan manualmente. Con el objetivo de modernizar las labores, existe un plan de inversiones hasta 2015, con cuya materialización se aumentará la producción y podrán sustituirse importaciones.

Para la línea de mayonesa y aderezzo, y las calderas, que necesitan nuevo equipamiento, ya se adquirió un nuevo quemador y se colocarán dos más.

Los innovadores de la fábrica garantizan que esta no se detenga, al darle solución a los problemas que puedan surgir durante el proceso productivo. Un ejemplo de lo anterior lo constituye la línea de crema de guayaba que, con 20 años de explotación todavía procesa diariamente cuatro toneladas de la fruta, gracias al empeño de los trabajadores.

El mejoramiento de la tecnología que incluye una etiquetadora, nueva línea de mayonesa, llenadora tapadora y una máquina cortadora de frutas, forman parte del estudio de factibilidad realizado con lo que, junto al mejoramiento de tecnología, puede duplicarse el rendimiento de la fábrica con el consiguiente aporte económico.

Con tal propósito también se mejora la línea de tomate para recibir 20 000 toneladas entre los meses de enero a abril, etapa de auge en la recolección del vegetal. Todos los indicadores que miden la eficiencia económica, como son el costo por peso, la productividad, y el salario medio exhiben resultados halagüeños.

Resulta significativo que, para satisfacer el mercado interno en la provincia, se abastezcan 54 puntos de venta con productos a granel como sazonador integral, mayonesa, mermeladas concentradas y fruta bomba.

Con todos estos empeños materializados y con los propósitos perfilados en el futuro inmediato, se reafirma que -aunque medien las dificultades- La Conchita no se detiene.