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Titán técnico de minerales en Pinares de Mayarí

La carga del gigantesco transportador toca tierra en Piedras Gordas y el vasto andamiaje vuelve hasta lo más alto de las minas de Pinares de Mayarí, en el noroeste de la provincia de Holguín


Viernes 23 de Enero de 2009 | 12:00:00 AM 

Autor

Alexis Rojas Aguilera

La operación es continua y la eficacia del nuevo sistema de transportación de mineral hasta la fábrica de níquel de Nicaro se hace ostensible a los mineros como el principal distintivo de la gran vía, puesta en marcha en 2006.

Más de mil toneladas de estructuras metálicas conformaron el nuevo sistema de transportación, extendido a lo largo de 11, 2 kilómetros que siguen la senda marcada por el viejo ferrocarril de montaña, conocido como Planos Inclinados, el cual se mantuvo en operaciones desde 1909.

El agotamiento de los yacimientos más próximos, incluido el Martí, al sur de la península de Lengua de Pájaro, asiento de la fábrica minero-metalúrgica en las márgenes de la bahía de Levisa, dejaba a las reservas de los Pinares de Mayarí como la única fuente accesible para la industria del níquel cubano.

Por tanto se requería de un nuevo titán técnico para bajar al llano el mineral laterítico en las magnitudes requeridas y para, al menos, los próximos 15 años de trabajo, pues la tecnología ferroviaria de los Planos Inclinados resultaba ya obsoleta.

Los especialistas del área de minería de la Comandante Ramos Latour habían llegado a la conclusión de que la mejor opción, entre diferentes variantes analizadas, era la construcción de un sistema de transporte de minerales por “banda o conveyor”.

Alrededor del 2004 comenzaron las complejas tareas constructivas de una instalación de tecnología alemana, valorada en casi 60 millones en moneda nacional y divisas. Hacia mayo de 2006, estaban finalizadas y avanzadas las pruebas funcionales del nuevo transportador, enlace entre la meseta a 600 metros de altitud sobre el nivel del mar de Pinares y el valle del río Mayarí, por Piedras Gordas.

Detrás quedaban los enormes esfuerzos realizados, entre estos, el movimiento de más de dos millones de metros cúbicos de tierra a punta de cuchilla de buldóceres con la ayuda de cargas explosivas para remover las rocas. Ese año pudo paralizarse definitivamente la agotada mina Martí.

Al propio tiempo se mejoraba y modernizaba el equipamiento de laboreo minero en el yacimiento Pinares y comenzaba a perfilarse la reparación de la vía férrea que vincula a Piedras Gordas con Nicaro, con 30 kilómetros todavía por concluir.

En la materialización de esta obra sin igual, dado su uso y la topografía por donde se extiende, se destacaron trabajadores de seis empresas del Ministerio de la Construcción y de varias entidades del grupo Cubaníquel, que llegaron a sumar más de 700 hombres en los momentos cumbres. 800 toneladas por hora Ramón Quintas Peña, jefe de complejo de transportadores de Pinares de Mayarí, aseguró que este sistema mantiene la vitalidad tecnológica y funcional desde su arrancada en 2006.

Desde entonces hasta el presente, por esta vía altamente automatizada, que asimila eficazmente pendientes abruptas y curvaturas inimaginables, han circulado hacia la industria de Nicaro centenares de miles de toneladas métricas de minerales, alrededor de 800 por hora real de trabajo, como promedio.

El novedoso transportador Monumento Nacional, cumple hoy eficazmente su cometido, mientras a un lado descansan con merecidas glorias los Planos Inclinados, sistema declarado Monumento Nacional por sus valores tecnológicos, paisajísticos e históricos.

Gustavo Pupo Almira, quien operó ese complejo, único sistema ferroviario de montaña en Cuba, recuerda con nostalgia las tantas y largas jornadas en que se mantuvo apegado a este, a la vida de los yacimientos y de todo el lomerío de Pinares de Mayarí, donde la nueva tecnología circula con luz verde.

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