Jueves
25 de Abril  2024 

Los molinos de Gibara

Lejos estaba de imaginar hace apenas tres años el arquitecto Alexis Anazco, siempre vinculado a la construcción de viviendas que, por vueltas de la vida, muchas veces inesperadas, por estos días estaría contribuyendo a crear, de alguna manera, las condiciones para la toma de Gibara -ciudad del oriente cubano- por el dios mitológico de los vientos, Eolo


Viernes 25 de Mayo de 2007 | 12:00:00 AM 

Autor

Alexis Rojas Aguilera

Sonríe, mientras compara las diferencias y distancias entre los cimientos para una vivienda y los requerimientos inimaginados de los emplazamientos para erigir y sustentar los mástiles que tendrán encima, ya pronto, los primeros aerogeneradores plenamente comerciales del país, a cinco kilómetros al noroeste de la Villa Blanca de los Cangrejos.

Ellos, seis en total, formarán este inicial Parque Eólico que incluye a Cuba, de lleno, en el aprovechamiento del recurso viento para generar electricidad.

Con capacidad para 5,1 mw, el empeño de constructores e inversionistas que gradualmente ha ido ganando en ritmo, eficacia y experiencia, permitió culminar la fundición de cinco de las bases necesarias para la batería y comenzar a transferir la ruta crítica de la obra, de lo netamente civil, al montaje tecnológico.

Cada base, recordó, exigió de un esfuerzo muy pocas veces visto en esta zona bañada por el Atlántico, a poco más de 40 kilómetros de la capital holguinera. Fueron fundiciones continuas de unos 160 metros cúbicos de hormigón in situ, tras la previa excavación del área, colocación de la armadura de acero y ubicación del tramo primario, que soportará el resto de la estructura, con altura de 55 metros.

Subrayó que tales cimientos, con requisitos elevados de calidad, permiten realizar el acondicionamiento final del área constructiva, incluido el rehincho o relleno, para iniciar las labores de montaje de los equipos tecnológicos, fase comenzada a transitar, en tanto resta por culminar la sexta base.

EOLICA EN GRANDE

Comoquiera que se trata del “Benjamín” de la eólica “en grande”, propiciará la obtención de las debidas experiencias que, de seguro, allanarán el desarrollo y asimilación de varias tecnologías apropiadas al despliegue previsto de tal fuente de energía renovable, ecológica y muy barata, luego de la siempre fuerte inversión inicial.

De modo que, mientras este parque se construye, las investigaciones sobre aspectos esenciales como la medición de los vientos en las zonas con mayores perspectivas en Holguín y de la evaluación de las condiciones de infraestructura requeridas para la futura ubicación de los emplazamientos, acaparan la atención de los especialistas en la materia.

En el país funcionan dos parques sustentados por la fuerza del viento, el primero creado, con carácter demostrativo, en la isla de Turiguanó, en Ciego de Avila, y el recién inaugurado, de capacidad menor, en la Isla de la Juventud, con torres abatibles para facilitar su mantenimiento y protección, por ejemplo, ante huracanes.

En el caso de Gibara, donde los molinos generarán 850 kw por hora como máxima potencia, son de tipo fijo y, gracias a su diseño de automática, ante vientos superiores a 90 kilómetros por hora de velocidad, se frenan y reorientan las góndolas y aspas de la turbina, en un ángulo que anula la resistencia al viento para su protección. El diámetro de las aspas es de 52 metros.

El funcionamiento de los molinos será con régimen automático, controlados por medios digitales que, constantemente, realizan lecturas de dirección y velocidad del viento, para orientar el equipo en el ángulo más apropiado de aprovechamiento de esa energía. Es decir, sumamente eficientes en este sentido.

Las góndolas, suerte de contenedores aerodinámicos, concentran los equipos tecnológicos, como el generador y la caja multiplicadora. Cada una pesa 24 toneladas y cada molino unas 98 t en total.

Las torres -o mástiles- las formarán tres tramos de diferentes longitudes y forma troncocónica y en su parte superior se coloca la góndola-turbina.

EN PARALELO

En paralelo con el progreso de estas acciones, brigadas de la Organización Básica Eléctrica de Holguín iniciaron la construcción de una línea de 33 kv, de cerca de diez kilómetros, que permitirá la transferencia al Sistema Electroenergético Nacional (SEN) de la electricidad que se generará en esta “granja eólica”, la inicial de un proyecto que concibe alcanzar 160 mw y que, de hecho, pasa por crear parques con máquinas de mucha mayor potencia.

CURVAS VENCIDAS CON “VIOLIN”

Si algo resulta un desafío a la imaginación, con elevada cuota de audacia y riesgo, destreza, pericia, análisis, coordinaciones, cooperación, cohesión, espíritu de equipo y otros ingredientes, es -precisamente- el traslado de los elementos que componen cada unidad o molino, desde Puerto Carúpano, en Puerto Padre (Las Tunas), hasta Gibara, a bordo de un “violín”… Es este, justamente, el único medio de transporte que ha mostrado ser capaz de sortear con éxito, sin daño alguno, la sinuosa “carreterita” que enlaza a la ciudad de Holguín con la segunda amurallada de Cuba y la zona de la granja eólica. Quedan aún bastante hierros por transportar, pero sobra decisión para asegurar el éxito.

NO DEMASIADO LEJOS

Anazco está seguro. No demasiado lejos está el día de la entrada triunfal de Eolo en Gibara, para contribuir al ahorro de combustibles fósiles que preconiza la Revolución Energética. Una puerta más se abrirá con energía renovable. Ese día, ya imaginado en el horizonte, comprende, habrá contribuido a forjar una página de la historia.

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